Por fin el crédito a las pymes se mueve

La lluvia de millones que el Banco Central Europeo va a inyectar a la economía real es la mejor noticia que podíamos recibir. La decisión llega en un momento en el que empieza a notarse una reactivación de la economía. Sin llegar a eso de la «alegría que ya se ve en la calle» con la que la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría intentaba captar el voto en las elecciones europeas es cierto que hemos empezado a ver la luz al final del túnel.

Los esquemas de los españoles han empezado a cambiar y por fin confiamos en nuestras posibilidades. Se abren negocios, se ve ilusión en los miles de emprendedores que se arriesgan a equivocarse. Ha sido forzado por la penuria que hemos vivido, pero se ha hecho y a mi me parece que de forma ejemplar.

Con esos mimbres sólo faltaba el crédito. Y más allá de las grandes decisiones de las instituciones europeas -o quizá porque se barruntaban lo que iba a ocurrir- lo cierto es que ahora uno ya no recibe sólo llamadas con ofertas de todo tipo de productos y servicios, sino que algunos bancos se ponen hasta cargantes para que contrates un crédito.

Apuesta por pymes y autónomos

Algunas entidades han empezado a apostar fuerte por los autónomos y las pymes . La semana pasada, el director general del Santander, Enrique García Candelas, recalaba en Valladolid dentro de su gira por toda España ofreciendo una línea de mil millones de euros para las pequeñas y medianas empresas.

En España-Duero también han empezado a ponerse las pilas tras el interminable letargo en el que ha estado sumida durante su proceso de salvación. La nueva consejera delegada, María Luisa Lombardero, ha cogido con mano firme las riendas de la entidad y desde dentro te reconocen que empieza a verse que hay hoja de ruta.

Lombardero no quiere dejarse comer el terreno por los grandes y ya prepara una ofensiva para captar el negocio de las pymes y de los autónomos en una Comunidad en la que tiene una implantación histórica.

Es cuestión de tiempo que otras entidades se suban a la ola. Bienvenidas sean.

Fuente: El Economista (09/06/2014)