Motril relanzará el ‘sello de excelencia’ de su pescado para ayudar al sector El proyecto aporta a los pescadores una aplicación con la que pueden informar, desde el barco, del producto que entrará en la lonja.

El sector pesquero de Motril ya ha lanzado su grito de auxilio. Se ahoga y necesita que alguien le haga el boca a boca. Ante esta situación desesperada, ha nacido el proyecto ‘pescado fresco de aguas limpias’ que relanzará el sello de excelencia del pescado motrileño e incitará a su consumo.

La flota de pescadores de Motril son los protagonistas de una acción pionera que pretenden copiar puertos de otros puntos del país. Son los únicos que recogen los residuos del mar y donan a instituciones benéficas los excedentes de producto. Ahora, tocaba devolverles a ellos esa labor medioambiental y solidaria y de ahí que haya surgido este proyecto para empujar al sector pesquero local, para evitar que su eterna crisis lo haga desaparecer.

El responsable de este proyecto -que se desarrolla a través de la cátedra RELEC de la Universidad de Cádiz- el profesor Enrique Montero explicó que el plan pretende consolidar un distintivo de calidad de los frutos del mar de la Costa amparado por tres grandes parámetros: haber sido capturados en aguas de «inigualable limpieza gracias a la tarea de recogida de residuos», por otro lado, destacar la función social que desempeñan donando pescado al Banco de Alimentos, así como la propia frescura del producto.

El proyecto quiere dotar a los pescadores de herramientas para salir a flote. Montero explicó que, gracias al trabajo de la Universidad ya se ha implantado, por ejemplo, una aplicación a través de la que las embarcaciones que están faenando puedan remitir directamente los datos de los kilos de pescado y qué especies han capturado, de modo que los restaurantes y negocios de hostelería pueden consultarlo desde primera hora y saber así de qué productos pueden disponer y acudir a la lonja para pujar por este pescado recién sacado del mar.

Además se está experimentando con la posibilidad de crear una empresa -los propios pescadores- de pescado congelado y fileteado en el que podrían trabajar familiares de la gente de la mar, cuyo género podría ser consumido por residencias y caterings que se comprometieran con el proyecto. De esta manera, el producto de los pescadores no sería tan perecedero y podrían sacarle un mayor partido económico a lo que pescan.

«Es importante que entre todos tomemos conciencia de la calidad de nuestro pescado para activar su consumo entre los motrileños, que busquemos alternativas laborales y que esto a su vez sirva para atraer a un tipo de visitante interesado especialmente por el turismo gastronómico, lo que amplia aún más las posibilidades de este proyecto», aportó el profesor universitario.

Pescado con menos estrés

Montero señaló que las grandes superficies podrían incluir en sus establecimientos córners específicos en los que se identifique el pescado de Motril por ser un producto que se recoge en caladeros limpios, que muere por congelación en nieve -con lo cual está sometido a un menor estrés- y goza de un etiquetado con fecha y hora de captura.

El Grupo de Desarrollo Pesquero -representado por su presidente Manuel Alarcón- y el Ayuntamiento de Motril también colaboran con este proyecto que organizará un concurso destinado a los profesionales de la hostelería que deberán presentar tapas de jurel y caballa, como al público general, que podrá aportar sus recetas con estos productos.

«Tenemos que estar muy orgullosos de nuestros pescadores y del producto que capturan todos los días, por eso desde el Ayuntamiento queremos implicarnos en la promoción de nuestro pescado y es un ejercicio de responsabilidad de las administraciones el apoyar a los sectores que pero lo están pasando y que pueden desarrollarse para generar empleo», señaló la alcaldesa de Motril.

Fuente: Ideal (08/09/2014)