La pyme vuelve al banco: el crédito suaviza sus condiciones

Las empresas vuelven a dirigirse a los bancos para solicitar crédito. O al menos así se puede deducir de la Encuesta sobre préstamos bancarios en España: abril de 2015, del último boletín económico del Banco de España, en la que se observa una tendencia ascendente en las solicitudes de financiación de empresas durante el primer trimestre de este año.  

El crecimiento de las peticiones de crédito por parte de las pymes fue mayor que el de las grandes empresas en España, algo causado, según el Banco de España, por el descenso del nivel general de los tipos de interés y el aumento de las existencias y del capital circulante.

Una evolución que parece que se mantendrá durante los próximos tres meses en ambos segmentos. Pero, ¿a qué se debe que las empresas españolas vuelvan a tocar a la puerta de las entidades bancarias? En este sentido, y aunque los criterios de aprobación de préstamos permanecieron sin cambios en nuestro país entre enero y marzo, lo cierto es que las condiciones de estos créditos, en particular los márgenes aplicados -tanto en operaciones ordinarias como para las de mayor riesgo-, se suavizaron en los primeros tres meses del año y de forma más acusada en España.

Presiones competitivas y bajada de costes

Incremento de las presiones competitivas y descenso de los costes de financiación e las entidades; así como, en menor medida, la disminución en la percepción de riesgos y una mayor tolerancia a estos. Según el boletín, estos son los motivos por los que los márgenes aplicados a los préstamos se redujeron, tanto para las operaciones ordinarias como para las de mayor riesgo. El resto de condiciones no variaron en España, aunque sí que se relajaron ligeramente en Europa.

Como ya avanzamos anteriormente, tanto 2014 como lo que llevamos de este año, las estrategias de los bancos han estado marcadas por planes comerciales, nuevos fondos y un aumento de las líneas de mediación con organismos públicos, como el Instituto de Crédito Oficial (ICO), el Banco Europeo de Inversiones (BEI) o las Cámaras de Comercio. Todo ello dedicado a una empresa que cada vez se siente más tentada por las nuevas corrientes financieras, más flexibles que las tradicionales.

De hecho, tanto las entidades nacionales como las del área del euro señalaron que, en este periodo, continuaron percibiendo una mejora en las condiciones de acceso a la financiación minorista y a los mercados mayoristas en casi todos los segmentos. Además, aunque durante los últimos 12 meses se ha producido una relajación en los niveles de los requisitos de aprobación, desde una perspectiva histórica estos continuarían siendo relativamente estrictos. Por otro lado, las pymes son las más beneficiadas por esta nueva tendencia en los criterios de concesión de crédito para las sociedades no financieras.

Una relativa pérdida de exigencia que aparece también relacionada con esta mayor demanda de crédito bancario por parte de las empresas. Así, la insostenible situación de sequía crediticia ha hecho reaccionar por fin al sector bancario, quizá alarmado por el ascenso de otras fuentes de financiación.

Fuente: El Economista (20/05/2015)