Cómo conseguir que un plan de negocio deje a los inversores con la boca abierta
Una aventura empresarial no se puede empezar a lo loco. Para no dar palos de ciego y tener la posibilidad de conseguir financiación hay que tener todas las piezas bien encajadas. Dicho de otra manera: hay que construir a conciencia el plan de negocio, ese documento que refleja el espíritu de la iniciativa: cuál es la idea, por qué puede triunfar…
Según José Cadenas, responsable de start-ups de la consultora financiera Augeo, “un buen business plan es la Biblia sobre la que se sustenta nuestro negocio, una herramienta que no solo nos marcará la hoja de ruta a seguir durante las primeras etapas de nuestro proyecto, sino que también es la principal arma con la que cuenta un emprendedor para convencer a un banco o a un business angel de que lo financie”.
Elaborar un buen plan de negocio requiere tiempo y, con el fin de hacerlo de la mejor manera posible, la compañía ha resumido cuáles son, en su opinión, los puntos imprescindibles que debe tener todo business plan.
1. Lo importante es el fondo, no la forma
Intentar dejar bonita la presentación de un proyecto no debe ser la prioridad de ningún emprendedor. Lo más importante de un proyecto no es la forma, sino el fondo.
Como explican desde la consultora, “los inversores están muy habituados a ver planes de negocio, y se van a dar cuenta inmediatamente si hace aguas en el contenido. Esto es, precisamente, lo que más valoran y en lo que hay que volcar los esfuerzos”.
En este sentido, Paris de L’Etraz, director general del Venture Lab de IE Business School, opina que al inversor no le importa qué hace un emprendedor, ni cómo lo quiere hacer. Lo importante es por qué lo hace.
2. Definir tu público
Para que una idea llegue a buen puerto, su creador debe tener claro a quién se dirige. Es decir, a qué personas o colectivos les va a ser de utilidad el producto o servicio que propone. Así, todas las decisiones irán en la misma dirección.
“Es un punto clave de la estrategia y debe estar lo más especificado posible, ya que de este punto dependen todos los desarrollados después”, puntualiza la consultora.
3. Quién es la competencia y qué hace
En todo plan de negocio debe establecerse un pequeño análisis de la competencia. Es decir, cuántas y cuáles son las empresas con quienes se va a ver las caras en el mercado un proyecto.
“Es esencial saber si nos encontramos ante un mercado en expansión, si está saturado o si vamos a comercializar un producto o servicio que puede ser imitado fácilmente por otros agentes del negocio”, explican en Augeo. Cuando se conoce bien el entorno es más fácil desenvolverse en él y saber de qué forma se puede destacar sobre el resto. Algo esencial para que una idea tenga éxito, según Inma Martínez, socia de Opus Corporate Finance LLP.
4. Buscar protección
Imagina que tu idea sale adelante y que tiene éxito. ¿Qué pasaría si uno de tus competidores la copia y la hace suya? Si el emprendedor no protege su producto o servicio está expuesto a vivir un escenario así.
Por eso, “es esencial tener previstas una serie de medidas de protección que puedan representar obstáculos para otras empresas que entren en nuestro negocio, como la protección jurídica a través de patentes, marcas…”, reconoce la consultora. En este terreno, Telefónica es la empresa de referencia: solicitó 90 patentes internacionales en 2012.
5. Tener un plan B
Siempre hay que tener una alternativa preparada, porque un negocio puede encontrarse con distintos escenarios y el emprendedor debe saber manejarse en cada uno de ellos para tomar sus decisiones en la buena dirección.
“La vida de una empresa está sometida a una serie de factores que pueden influir en su evolución, especialmente en sus etapas iniciales. Es importante contar de antemano con ellos para que, en el caso de que sea necesario, poder aplicar medidas correctoras”, alerta Augeo.
6. Marcarse unas previsiones realistas
Todos los expertos insisten en lo mismo: lo mejor que puede hacer un aventurero empresarial es marcarse unos objetivos sencillos y fáciles de cumplir. Si se fijan unas metas complicadas y no se consiguen, llegará la frustración. En cambio, si se van cumpliendo unas previsiones realistas, la motivación se mantendrá viva. Y éste es uno de los mejores aliados que puede tener el emprendedor.
“Hacer proyecciones siempre crecientes y no se apoyen en una demanda real es, como mínimo, una imprudencia. Ser conservador en las previsiones no significa pensar en pequeño. Al contrario: permite dotar al negocio de flexibilidad y capacidad para adaptarse a los cambios que se vayan produciendo”, argumenta Augeo.
«Si a los miembros de un equipo se les fija unos objetivos alcanzables, se motivarán y, poco a poco, irá saliendo el trabajo, porque motivación es sinónimo de trabajo y eficacia”, añade el trader Josef Ajram.
7. Cuándo y cómo conseguiré dinero
Otro de los consejos es que el plan de negocio debe incluir la manera en la que un proyecto va a conseguir más fondos. “Es necesario hacer una prospección para saber dónde vamos a conseguirlos y en qué momento podremos disponer de ellos, ya que de otro modo no podremos implementar el resto del business plan”, explica la consultora.
Un ejemplo. Imaginemos que la previsión es salir a un mercado extranjero en un plazo de dos años, una vez que el producto se haya consolidado en el doméstico. ¿Qué pasaría si en el momento del salto no se consigue el dinero necesario? Básicamente, que no se podría cumplir esta previsión, ni todas las realizadas a partir de ella. Ahora bien, se deben estudiar muchas opciones, porque el sector asegura que sólo el 20% de la financiación de las empresas españolas proviene de entidades no bancarias.
8. Poner fecha a la rentabilidad
Es uno de los puntos más importantes de un plan de negocio y desde la consultora aseguran que habitualmente pasa desapercibido. Su consejo es realizar proyecciones económicas de la línea de negocio (o de las que existan) y sus márgenes, y estar pendiente de cómo evolucionan.
Además, recuerda que no se pueden confundir los términos viabilidad económica y viabilidad financiera. “Se puede tener un negocio rentable (viabilidad económica) y no tener ni un solo euro en la caja (viabilidad financiera)”, puntualiza. Por eso es tan importante cumplir el plan de negocio.
9. Definir bien la estructura del negocio
En una empresa cada socio es diferente y, por eso, es aconsejable tener lo más claro posible cómo se compone el capital. Por tanto, se debe definir este concepto desde un principio y, así, prevenir problemas en el futuro.
“Cada uno de los socios ha de tener un porcentaje proporcional en función de su participación. No solo del dinero que haya invertido, sino también del trabajo, la dedicación y el valor añadido que aporta al proyecto”, señala la firma.
10. Cómo crecer sin morir de éxito
Al hilo del punto anterior, Augeo recuerda que se debe planificae detenidamente cómo se va gestionar el crecimiento de la compañía y si ésta va a ser capaz de soportar los gastos que supondría dar servicio a nuevos clientes. Algo que no siempre se tiene en cuenta.
“Si se crece mucho y muy rápido puede darse la situación de que no dispongamos de financiación para proporcionar este servicio y así, seguir desarrollándonos”, asegura. Por tanto, este cabo debe estar tan bien atado como todos los anteriores.
Fuente: La Información (18/06/2013)