Y tú, ¿qué tipo de emprendedor eres?

Introvertidos, instintivos, racionales o emotivos. Existen tantos empresarios como diferentes personalidades. De su carácter depende el futuro de su negocio. Averigua cuál es el tipo que mejor te define.

Cualquiera, a poco que se esfuerce, puede tener madera de emprendedor. Sin embargo, reflexiona: ¿Realmente te sientes capaz de hacer crecer y consolidar tu idea en el tiempo? Esto no se responde con un ‘sí’ o con un ‘no’, y de ninguna de las maneras tiene cabida un ‘depende’. Conseguir que una empresa salga adelante tiene que ver con el empeño del emprendedor. Su actitud significa el 60% de la productividad y la competitividad de la start up. Y, si no te comportas de forma adecuada, a veces un pequeño resbalón puede dar al traste con el mejor proyecto. No olvides que más del 90% de los negocios de nueva creación no aguanta más de tres años. Paco Muro, presidente de Otto Walter, asegura que “todas las personas tienen algo de emprendedor, igual que tenemos algo de vago, de luchadores, de generosos o de egoístas… características que definen al ser humano”. 

Tu personalidad puede tener más o menos de cada aspecto, en tu mano está saber gestionarlo de forma que beneficie el desarrollo de tu empresa. Recuerda que no todos los emprendedores son empresarios. Joan Torrent, director de UOC Business School, afirma que “es frecuente que un emprendedor sea bueno desarrollando ideas de negocio, pero que sea un mal directivo”. Entre los ingredientes que hacen al nuevo empresario perfecto, Torrent destaca la autoeficacia, el dinamismo, la proactividad y “no ver problemas sino retos y oportunidades”. 

Javier Fuentes Merino, cofundador y director general de la empresa de márketing Grupo Venta Proactiva, apunta que “no es necesario tener una superidea, sino una razonable y un buen análisis de costes, ingresos y del mercado”. Lo más complicado para este emprendedor es consolidarla en el tiempo: “Se necesita ímpetu, visión macro y micro del mercado y una excelente capacidad de dirección de personas y de gerencia. Crear es abrir una puerta y consolidar es cruzarla y administrar lo que hay detrás con crecimiento y haciendo frente a las dificultades”. 

Muchos emprendedores están preparados para esto y mucho más, al margen de su personalidad. Descubre de qué tipo eres tú, y como lo han hecho otros. Aprovecha todo tu potencial para ocupar un lugar en la galería de los empresarios más destacados. 

APASIONADO

El amor y la pasión por el negocio son algunos de los sentimientos que definen a muchos empresarios. Fuentes Merino incluye en esta categoría a Quique Sarasola, fundador de la cadena hotelera RoomMate, quien ha declarado en varias ocasiones ser un apasionado de su empresa. Si éste es tu caso es conveniente, no obstante, que manejes con cierta cautela el sentimiento que puede llegar a cegarte si tienes que tomar una decisión que puede dañar el negocio, aunque suponga un beneficio futuro para el desarrollo del mismo. 

ABSOLUTO

Henry Ford es el ejemplo de líder absoluto. Pionero en la industria automovilística por implantar la cadena de producción en sus fábricas, su nombre le ha sobrevivido. Este ‘emprendelíder’ –término acuñado por Dave Ramsey, autor del bestseller EntreLeadership (EmprendeLiderazgo)– fue capaz de combinar la pasión y la creatividad de un empresario con los principios del liderazgo. Una de las virtudes de estos emprendedores es que, como Ford, consiguen que su empresa no dependa de ellos y les sobreviva. La firma de automóviles sigue en pie más de un siglo después. 

ARTISTA

Emocional e introvertido. Estos son los atributos que definen a estos empresarios, según Juan Carlos Cubeiro, socio director de Ideo Business. Incluye en este grupo a los diseñadores de moda Custo Dalmau y Agatha Ruiz de la Prada: “Su empresa se centra en sus emociones”. Ambos creadores han conseguido que su público sepa cuáles son sus modelos sin que sea necesario mirar la etiqueta. En estos casos es recomendable que el diseño no mine el futuro de la empresa, hay que mantener un equilibrio. 

EJECUTOR

Tiene claros sus objetivos y los perseguirá a toda costa, por eso es tildado de visionario. Martín Varsavsky –creador de Jazztel y otras siete empresas más en los últimos veinte años– y Steve Jobs –artífice de Apple– forman parte de este grupo. Cubeiro los califica de viscerales y extrovertidos. “Son pura energía y son amados u odiados por sus colaboradores. No se detienen ante nada”. Eduardo Sicilia, director del executive MBA de EOI, dice de Jobs que “es un claro ejemplo de emprendedor que ha sabido leer el futuro y ha acertado en la oferta al cliente. Pero ha sido un mal gestor de personas y un directivo que no ha sabido delegar”. 

GESTOR

Su capacidad de gestionar tareas y procesos contrasta con el justiciero. Muro explica que “le gusta que le marquen sus objetivos y necesita cierta parcela de autonomía. Asume responsabilidades de nivel medio o alto y son imprescindibles para que todo fluya de forma coordinada”. No obstante, apunta que “no se les debe hacer sufrir demasiado con innovaciones y excesiva capacidad de decisión, porque probablemente se desorientarían y les generaría estrés”. 

COMPULSIVO

Su afán emprendedor puede ser la peor virtud para consolidar una compañía, pero su creatividad para lanzar start up les hace únicos. Yago Arbeloa lleva más de diez años montando negocios en la red. Es promotor de distintas iniciativas y posee decenas de portales verticales y blogs. Según Fuentes Merino, este tipo de emprendedor cree saberlo todo y tener siempre la mejor idea: “Hay cientos y son peligrosos”. Sicilia menciona a Bernardo Hernández, director mundial de productos de Google, “siempre participando en nuevas iniciativas de gran impacto”. Tienen admiradores y detractores, pero su valor es incalculable para innovar en su ámbito de actuación. 

OCULTO

Amancio Ortega (Grupo Inditex) siempre ha preferido ocupar un segundo plano y nunca buscó el protagonismo. Aún así, es uno de los empresarios españoles más conocidos en el ámbito internacional por el éxito de su marca. Sicilia lo califica de emprendedor con foco: “Desde el inicio sabía lo que quería: ropa de moda, de calidad y a buen precio. Trasladó su filosofía a toda la organización. El espíritu Ortega está en cualquier tienda del mundo”. Fuentes Merino añade que en el caso del empresario gallego, su decisión es más “por carácter que por estrategia. El perfil más gris de este tipo de emprendedor hace que se rodee de expertos en distintas materias, lo que permite que su negocio crezca rápido”. 

‘BUSINESS ANGEL’

Es el innovador nato, el que toda start up desea como aliado. Cubeiro asegura que un business angel sirve para ayudar al emprendedor en la financiación, “pero también le puede asesorar y apoyar para anticipar obstáculos del mercado o de creación de equipos, por ejemplo”. Torrent señala que “deberíamos pensar en serio en la financiación pública al emprendimiento, aunque haya que restar dinero a otras partidas. Tendríamos que financiar personas, no proyectos”. 

MEDIÁTICO

Aunque algunos de ellos son denostados por un exceso de protagonismo, es precisamente su habilidad para tratar con las personas lo que les convierte en triunfadores. Cubeiro pone el ejemplo del cocinero Sergi Arola: “Es intelectual, extrovertido y encantador. Se relaciona de maravilla con los demás”. Esta virtud le ha permitido hacerse un nombre dentro y fuera de España. 

FLEXIBLE

Si no eres capaz de adaptarte al entorno, tienes los días contados como emprendedor. Sicilia menciona la flexibilidad de Juan Roig, presidente de Mercadona: “En la crisis de 2008 supo adaptar su modelo al entorno económico. Ajustó los precios y redujo su catálogo de productos para conseguirlo”. Saber evolucionar es clave para la supervivencia. Muro concluye que este tipo “asume que debe formarse a fondo en aquello que le falta para estar a la altura del proyecto, especialmente en áreas financieras, dirección de equipos y ventas. El que no mejora y evoluciona con la empresa, pasará de emprendedor a cuello de botella de la organización”. 

TÓXICO

Los jefes tóxicos envenenan las organizaciones; pero si tú como emprendedor no vigilas tu actitud, puedes cargarte el futuro de tu negocio. “Un emprendedor tóxico se dedica a quemar a los demás, por estrés, por estrategia o por su propia naturaleza”, explica Juan Carlos Cubeiro, socio director de Ideo Business. En su opinión, para luchar contra el primero de ellos “hay que tratar de reducir sus situaciones estresantes; si lo es por estrategia, dejarle claro que con uno esa gestión no funciona; y si lo es por su forma de ser, no hay que ‘perderle la cara’ ni mostrarle miedo, porque es lo que se espera de ellos. Sólo así respetará a sus empleados”. Concluye que “los aspectos que pueden pervertir al emprendedor son la complacencia, el miedo y el autoengaño”.

Fuente: Expansión (19/11/2012)