Una startup española revoluciona el mercado hostelero

Hay formas de explotar las posibilidades de internet con las del turismo, principal motor de empleo nacional. Un buen ejemplo de esta alianza de sectores es Hallst.com, una startup española que permite al usuario comprar, vender o compartir una habitación de hotel. Una idea que ya ha sido copiada en dos grandes mercados tecnológicos como Estados Unidos o Israel. 

La empresa nació en 2011 de la mano de Alfredo Ouro, emprendedor estudioso del sector turístico español, que explica el funcionamiento de la empresa. «Por primera vez te pueden ofrecer habitaciones de hoteles no solo los hoteles, también los usuarios. ¿Por qué? O porque son personas que tienen una reserva de habitaciones que quieren cancelar y antes de perder su dinero prefieren vendérsela a otros usuarios para recuperar parte de lo gastado; o porque son usuarios que viajan solos y estan interesados en reducir presupuesto y vivir una experiencia social, conociendo gente», explica. Hallst retiene una comisión de la operación del usuario lo que supone la base de su negocio y ofrece una disponibilidad con más de 100.000 hoteles de todo el mundo. 

De esta forma, llevar el consumo colaborativo al sector hostelero es el desafío de la empresa. «Tratamos de liberalizar un mercado como el de las habitaciones de hotel e introducimos un elemento que no estaba en el mercado que es el usuario. Pretendemos eliminar los márgenes enormes que retienen los intermediarios para ofrecérselos a los que aportan valor: los hoteles y sus usuarios», afirma. 

«Llevaba desde 2007 investigando en Esade y veía que había un gran cambio social que no se estaba trasladando al modelo tradicional de servicios turisticos. Los usuarios ahora comparten coches y casas entre ellos. ¿Por qué no habitaciones de hotel? Queríamos que los hoteles de siempre se abrieran al usuario. De alguna forma vimos que no lo estaba haciendo nadie y decidimos desarrollarlo. Demostrar que la habitación es algo más que un sitio donde dormir», sostiene. 

Contra los intermediarios 

Como explica Ouro, el público prioritario de la empresa comenzó siendo la población más joven pero poco a poco se ha ampliado el abanico de usuarios que utilizan la plataforma. «En España siempre hemos sido muy buenos produciendo turismo, pero por ejemplo todas las distribuidoras son norteamericanas. El nuestro es un intento de exploración en este sector», asevera, para señalar que la acogida de la empresa entre los hoteles ha sido positiva ya que «los usuarios valoran que el establecimiento le permita compartir habitación y si alguno cancela su reserva, el hotel pierde ingresos de servicios como el minibar o restaurante, por lo que la de Hallst es una solución idónea para ellos». 

Desde su creación, la empresa de este emprendedor ya ha contratado a ocho personas con otras seis colaborando y ha encontrado inversores que soportan las necesidades de financiación el proyecto. Ouro afirma que la compañía cuenta con una comunidad de usuarios de nacionalidades muy heterogéneas. Pero las diferencias se difuminan ante la empresa: «Al final, en nuestras costumbres de compartir habitación, todos nos asemejamos más de lo que parece».

Fuente: ABC (20/06/2013)