«Si tienes una idea madura, no hay razón para esperar» dice Pau Vila, emprendedor de 18 años

¿Hay una edad tipo para iniciar un proyecto empresarial? Dos emprendedores gerundenses, Pau Vila y Carla Nieto han puesto en marcha una aplicación de asistencia técnica informática llamada ClipCare con apenas 18 y 19 años, respectivamente. Su planteamiento es emprender «por pasión».

Pau Vila reconoce que cuando han explicado su decisión de poner en marcha una empresa con su edad las reacciones han sido «un poco polarizadas» por arrancar un proyecto siendo tan joven.

«La gente que está dentro del sector que tiene experiencias de este estilo nos dice que si tenemos una idea madura, que puede ofrecerse bien y responde a una necesidad, no hay razón para esperar tres años. Pero luego también está el punto de vista académico, en España no es muy normal, hay quien considera que hacer esto es una excusa para quitarnos responsabilidad de la Universidad de encima, cuando en realidad nosotros no tendríamos ninguna necesidad de complicarnos la vida. Es un reto», resume Pau Vila.

En la opinión de este emprendedor gerundense, la mayoría de las objeciones se desvanecen cuando se observa que detrás de su plataforma hay «un trabajo profesional» y que no es un juego.

«Cuando la gente descubre que hay un trabajo profesional, de desarrollo y que nuestra intención es que sea profesional, que sea serio y hacerlo bien; la gente se sorprende, y descubre que igual no es un juego, sino que esta gente quiere desarrollar una plataforma bien», agregó.

Emprender por voluntad propia

Vila enfatiza mucho que su objetivo, además de la puesta en marcha de ClipCare, es concienciar a jóvenes de su edad sobre la posibilidad de emprender desde el primer momento y no esperar a hacerlo por necesidades laborales. También propone desmitificar el emprendimiento y desmentir que haya que tener ?un don innato? para lanzar un proyecto.

«Conocemos historias de emprendedores, pero la gente piensa: ?esto lo hacen otros?. Mucha gente no se plantea que ellos pueden ser emprendedores, la gente piensa que uno emprende porque tiene una necesidad o busca trabajo. Pero los emprendedores por pasión, que hacen algo porque creen en ello, y que lo hacen a pesar de que el emprendimiento les produzca dificultades en otro ámbitos, esto es menos conocido», declara.

El núcleo de la idea de ClipCare es ofrecer soluciones a problemas técnicos habituales en un tipo de personas que están entre los 35 y los 60 años, que no son ‘nativos digitales’ y se enfrentan a situaciones en las que pierden mucho tiempo para hallar una situación que un ‘experto’ de la aplicación les puede resolver en pocos segundos.

Resolver dudas puntuales

«Un día nos dimos cuenta de que los que estudiamos Informática resolvemos habitualmente problemas técnicos de padres, amigos, familiares… Muchas veces, esto es así porque estas personas que recurren a nosotros no tienen otra salida, no existe una alternativa cuando tienes un problema. Si tu ordenador se estropea totalmente vas a un técnico. Pero una persona con el perfil de mis padres que, en un momento puntual, no sabe poner una ecuación en Word, este tipo de detalles no son tan grandes como para un técnico, pero hay una necesidad de que personas de este perfil tengan la posibilidad de resolver dudas puntuales de informática de forma rápida y cómoda sin tener que desplazarse y perder demasiado tiempo», explica Pau, estudiante de Informática. Su compañera Carla estudia Administración de Empresas.

Para prestar esta asistencia, Pau y Clara han desarrollado una plataforma con una web, aplicación para Android, Windows y Mac; y esperan tener próximamente la aplicación para iPhone. A través de esta aplicación, las personas que contratan el servicio, que tiene un coste fijo mensual, pueden contactar con el agente o ?experto? que se les ha asignado.

«Si una persona tiene una reunión y necesita una gráfica para PowerPoint, le manda una foto a un experto, y este instantáneamente le ofrece una solución personalizada, por mensaje al teléfono o accediendo remotamente a su ordenador», explica Vila. Las herramientas de ClipCare ofrecen tanto esta posibilidad de acceso remoto como un servicio de chat a través de Skype.

Plan de negocio

El sistema de negocio de ClipCare se basa en las cuotas de los usuarios y en la remuneración de los expertos, que son también jóvenes, en muchos casos estudiantes de Informática, pero con «amplia experiencia». «Aunque no haya que solucionar grandes retos, hay que tener el conocimiento específico para saber cómo explicárselo al usuario», argumenta Pau Vila.

Los modelos de suscripción son tres: Silver, Gold y Platinum; con costes mensuales de 7,9 euros; 12,9 y 19,9 en el caso de la versión Platinum, que incluiría la asistencia presencial, pero todavía no está activada. Vila informa de que ya tienen algunos clientes utilizando la aplicación.

Fuente: El Economista (04/09/2014)