Servidores en la nube ¿una opción para pequeñas empresas? La empresa granadina Trevenque ofrece soluciones a medida

Frecuentemente cuando las empresas empiezan a plantearse la migración de sus servicios internos o externos a la nube , empiezan por una nube “privada”, e intentan explorar cuáles son las opciones que se le plantean. Hostings compartidos para servicios webs, VPSs, servidores dedicados, vCloud, etc. Pues bien, centrémonos en dos de estos servicios, ¿cuál elegir? Servidor dedicado o Servidor virtual.

Por desgracia, la actual coyuntura económica nos muestra cada día que al final se escoge la opción más económica y no la realmente necesaria, y como siempre pasa, al final lo barato sale caro. Nosotros no estamos en desacuerdo en buscar la opción más económica, sobre todo con la gran cantidad de proveedores que hay en el mercado, pero siempre dentro de un orden. 

Por ello, muy resumidamente, vamos a intentar dar un par de consejos, no para elegir proveedor, sino para elegir qué servicio nos conviene más o necesitamos. 

Para empezar, veamos o identifiquemos nuestros objetivos, siempre hay que tener claro a donde vamos:

•Necesitamos “Alta disponibilidad“

•Necesitamos “Altas capacidades de procesamiento“

•Necesitamos “Gran capacidad de almacenamiento“

•Necesitamos “Escalabilidad“ 

Estos son algunos de los posibles objetivos que podemos tener para los servicios que deseamos sacar a la nube, a nuestra nube privada. 

Si lo que necesitamos es una alta disponibilidad, dirigiría nuestros pasos hacia servidores virtuales con consolidación de almacenamiento. En éstas, vCPUs, memoria RAM y por supuesto el espacio en disco, están redundados. De forma que nos desligamos totalmente de posibles fallos físicos del hardware, por ejemplo, si una cabina de almacenamiento cayera otra cabina trabajaría en su lugar con la misma información (ya que los datos están replicados en tiempo real), si un componente hadware se rompiera (placas base, fuentes alimentación, …), las máquinas virtuales se irían a otro servidor físico situado en el mismo cluster y el VPS seguiría funcionando como si tal cosa. 

Existen reticencias muchas veces por la compartición de recursos de la máquina y si esto puede hacer que nuestros servicios pierdan velocidad y rendimiento, pero sólo tenemos que asegurarnos de que nuestra máquina virtual no comparte recursos con el resto de máquinas virtuales alojadas en el hardware. VMWare permite crear máquinas virtuales con recursos dedicados en exclusiva. Pero, si el servicio requiere de poca capacidad y no nos afecta que podamos compartir recursos, ahorremos costes, y vayamos a una máquina virtual tipo “contenedor” basada por ejemplo en tecnología Virtuozzo de Parallels. Eso sí, una máquina sin compartición de recursos será siempre más costosa que otra que si los comparta. 

Hablemos ahora de la alta capacidad de procesamiento y de la alta capacidad de almacenamiento. Si esto es lo que vamos a necesitar, por coste, vemos más interesantes las máquinas dedicadas, al dispararse los recursos de la máquina, se disparan los costes de licenciamiento de éstos en una máquina virtual. Por lo que alquilar un equipo dedicado nos ahorrará costes y nos dará toda la potencia y capacidad que necesitemos a un precio más asequible. 

Por último, hablamos un poco de la escalabilidad. Siempre hay servicios en los que probablemente vamos a tener que ir aumentando o disminuyendo sus recursos frecuentemente. Aquí nuestra elección vuelve a ser la del servidor virtual, la ampliación de recursos en estos servidores es mucho más rápida, incluso “en caliente”. Sin embargo, en un servidor dedicado la parada siempre es necesaria y algunos de los recursos directamente no podrán ampliarse o tendrán el límite físico del hardware, por lo que tendremos que cambiar de máquina. 

Este es un primer contacto con estos servicios y sus ventajas e inconvenientes. En siguientes posts, ahondaremos más en este tipo de servicios.

Fuente: Grupo Trevenque-Blog (28/05/2013)