Quiero escoger a mi jefe

En el nuevo escenario laboral el talento tenderá a elegir a quien manda. Probablemente no sea el mejor momento para pensar en esa persona, pero tarde o temprano volverá usted al trabajo y allí estará… su jefe. Es posible que haya soñado con que (él o ella) desaparezca… Ese sueño no se hará realidad, pero no desespere… Lo que sí puede ser cierto es que algún día podamos escoger a nuestro superior.

No es una idea descabellada, mucho menos en el escenario laboral de hoy… La manida frase de «los empleados no se van de las compañías, sino de sus jefes» ha cobrado una nueva dimensión:

1 Si usted tiene un jefe tóxico que le hace la vida insoportable, tiene tres opciones básicas: aguantar estoicamente, tratar de cambiar a quien le manda (aquí siguen algunos consejos y tendencias que demuestran que esto es posible), esperar a que se vaya (una espera estoica en la que encontrará algunos consuelos) o irse de la empresa (última opción).

2 Las organizaciones con estructuras despóticas no tienen cabida en el escenario empresarial actual. Su jefe lo sabe, y eso puede hacerle cambiar. Esto puede animarle para aguantar. No se vaya todavía…

3 Cada vez más organizaciones se dan cuenta de que las exigencias de los trabajadores no apuntan exclusivamente a los valores de la firma, a la marca o al proyecto. Los mandos están en el punto de mira. Esto le ayudará a aguantar si escoge la opción estoica. Un día, todo acabará…

4 Incluso algunos portales de empleo (los que se consideran de segunda y hasta de tercera generación) han dejado de centrarse en las ofertas de trabajo para enfocarse en la calidad de los jefes que le pueden tocar a uno. Esto da que pensar… Y precipitará un cambio.

5 La novedad es que muchos candidatos ni siquiera atienden una oferta de empleo si sospechan que su futuro mando puede ser un obstáculo.

6 Cada vez más empresas prestan atención al ambiente de equipo que generan sus directivos, y miden esto cada año con encuestas de ambiente laboral en las que se pregunta si el jefe se preocupa por el desarrollo profesional; si ofrece tareas que ayuden a crecer; si sabe crear un buen ambiente en el equipo o si es accesible.

7 Los resultados de estas encuestas cuentan al pagar un bonus e incluso para las promociones. Estos factores también le ayudarán en su estoica espera, y suponen otro factor de cambio para su jefe.

8 Hoy se exigen dirigentes con valores, no aquellos que impiden nuestro desarrollo, ni meros controladores, ni cortoplacistas. Puesto que elegir es descartar, en los nuevos procesos y promociones internas la tendencia es a desechar este tipo de superiores.

9 Antes la mayoría de los directivos se movía por un proyecto, por el nombre de la empresa y por la compensación. Existe una tendencia internacional a pensar en el jefe que uno tendrá al moverse de empresa, y en segundo término, a tener en cuenta el proyecto, el nombre de la firma y la compensación.

10 Cuando alguien se incorpora a un cargo de relevancia debe tener en cuenta cuáles van a ser sus funciones exactas, incluyendo qué se espera de él; quién va a ser su jefe directo (qué dicen de él o ella, si ofrece garantías de liderazgo; o analizar la empatía) y, por último, cuáles van a ser sus poderes.

CAPACIDAD INÉDITA

1. Cada vez más empresas prestan atención al ambiente que generan sus directivos

2. En los nuevos procesos y promociones se desecha a los superiores tóxicos

3. Algunos portales de empleo se centran más en la calidad del jefe que en la propia oferta

4. Al moverse de empresa existe una tendencia a pensar en el mando antes que en el proyecto o la retribución

Fuente: Expansión (06/07/2011)