Probadores virtuales: acierto seguro sin moverse del sofá

Con el aumento de usuarios que compran por Internet, también crece el número de aplicaciones que ayudan a acertar con aquello que se adquiere. La última novedad es probarle la ropa a nuestro avatar, preguntar opinión a los amigos a través de las redes sociales y, finalmente, comprar sobre seguro. El tiempo y las aglomeraciones han dejado de ser una excusa.

Aunque ir de shopping por Internet ha dejado de ser un secreto para casi todos, en lo que a ropa se refiere, todavía quedaba la espinita del: ¿cómo me aseguro que me quedará bien?, ¿y si no acierto con la talla?

Por fortuna –o no-, cada vez son más las personas que no disponen de tiempo suficiente para acercarse a las tiendas y, conforme crece el número de usuarios en las e-shops, también lo hace el número de aplicaciones que facilitan las compras por la red. Una de las más prácticas y novedosas son los probadores virtuales, plataformas creadas por las mismas firmas de ropa donde las que crear un perfil físico que se asemeje a nosotros y, a partir de ahí, chequear qué prendas de la colección nos quedan mejor. Todo, para eliminar dudas y fomentar una compra más segura y con menos procesos de devoluciones.

El sistema es muy simple: elegimos una estructura corporal (más o menos delgado, más o menos alto, etc.), un color de piel, de cabello, tipo de facciones e, incluso, en las más completas, hasta el color de los ojos. Una vez creado nuestro avatar -o yo virtual-, ya estamos listos para probarnos lo que más nos interese sin movernos del sofá. Prendas de abrigo, blusas, sombreros, zapatos, complementos para el pelo, etc. Las aplicaciones más desarrolladas incluso ofrecen la posibilidad de colocar las prendas de acuerdo a nuestro estilo (camisa por dentro, bajo remangado, etc.), cambiar el fondo de la imagen y guardar todos nuestros looks en una carpeta dentro del sistema o compartirlos en las redes sociales. A partir de ahí, el dilema es simple: comprar o no comprar. Y, con tantas facilidades, ¿quién se resiste?

Fuente: Expansión (28/03/2012)