Montar un negocio en Granada: ¿cuándo es el momento?

Dicen que el momento de “dar el salto a la independencia” viene desde el corazón, se da cuando aparece una oportunidad. Hay quienes afirman que cuando llega el momento es imposible hacer oídos sordos, en fin, cada cual tiene su propia teoría sobre cual es el momento indicado para aventurarse a emprender.

Muchos tenemos esa idea de iniciar nuestro propio negocio, formar una empresa o ser independientes. Este es un tema recurrente en las reuniones de amigos. Muchas veces empieza con un “algo tenemos que hacer” y se pierden tardes y noches evaluando posibilidades, charlando, tirando ideas, pero la verdad es que es muy difícil decidirse a empezar. Hay que saber encontrar el momento, tener autoconfianza, estar listo para enfrentar desafíos diarios y, en muchas ocasiones, estar dispuesto a esperar bastante tiempo antes de poder ver los frutos de tamaño esfuerzo.

Hay una lista de preguntas a la que todo emprendedor debiera dar respuesta antes de decidirse a llevar a cabo un plan de empresa.

¿Qué quiero hacer?
¿Qué proyecto de negocio tenemos? Ya sea porque se nos ocurrió una idea innovadora, porque encontramos un servicio existente el cual creemos que se puede mejorar, satisfacer nuevas necesidades, o hasta la posibilidad de importar modelos de negocio de otros países y aplicarlos localmente. Cualquiera que sea el caso es muy importante definir claramente qué quiero hacer.

¿Quién va a formar parte del proyecto?

Este punto es fundamental, y es un aspecto en el que hay que tener especial cuidado. Antes de incorporar gente a nuestro proyecto debemos tener claro si realmente son las personas adecuadas, si complementamos habilidades, si podemos trabajar juntos,… Hay una conocida máxima de evaluación de proyectos que dice: «Un proyecto B con un equipo A vale más que un proyecto A con un equipo B». Esto refleja la importancia del equipo emprendedor: cómo se complementa, cómo trabaja, su fortaleza para pasar dificultades, etc., porque al fin y al cabo el principal factor que determinará el éxito o fracaso de una idea de negocio es la gente que lo lleva adelante.

¿Cómo y cuándo se va a implementar la idea?
Aquí juega un rol muy importante el plan de negocio, donde debemos describir las estrategias que vamos a seguir para llevar nuestra empresa hacia los objetivos fijados. Muchos dicen que el plan de negocio solo sirve para no cumplirse, pero no cumplirlo no quiere decir que no sea útil. Saber a dónde vamos y cómo haremos para llegar es fundamental para guiarnos en los momentos difíciles. Si luego sobre la marcha decidimos cambiar de rumbo lo haremos a conciencia y después de evaluar las diferentes alternativas.

Es fundamental tener un plan, por más que haciendo ese plan nos demos cuenta de que “durante los próximos 2 meses no sé lo que voy a hacer”. Suena absurdo, pero saber que uno está en la tormenta es el primer paso para salir de la misma o para soportarla con templanza.

¿Con qué contamos para empezar?
Cuando las empresas están dando sus primeros pasos demandan gran cantidad de recursos. Por eso los emprendedores deben definir previamente hasta cuánto están dispuestos a arriesgar, ya sea en dinero, tiempo, contactos, utilización de recursos,…

¿Es viable mi proyecto de negocio?
Para determinar la viabilidad de un proyecto por ti mismo, debes evaluar los elementos básicos que forman cualquier proyecto de inversión. Son el producto, el mercado, el análisis de la oferta y la demanda, los recursos necesarios para llevarlo a cabo, la estructura administrativa y las necesidades de financiación.

•    El producto o servicio

Deberás formularte algunas preguntas como: ¿qué novedad aporta al mercado? ¿Hay otros iguales o parecidos? ¿El tuyo es un producto o servicio que sustituye o mejora a otro anterior? ¿Va dirigido al gran público o a un nicho del mercado? ¿Tiene demanda? Las respuestas te pondrán en la pista de las posibilidades reales que tiene tu proyecto de triunfar.

•    Análisis de mercado

La demanda, la oferta, el precio y la comercialización forman el eje sobre el que pivota cualquier análisis riguroso del mercado. Para valorar el potencial de ese mercado, acude a informes sectoriales (en Granada Empresas encontrarás varios ejemplos en la sección de “Informes sectoriales”). Por ejemplo, no es lo mismo dirigir tu oferta a singles (solteros, separados, divorciados y viudos) que a un público más amplio. Otro de los factores clave es el precio. El PVP final está determinado fundamentalmente por el coste de producción, al que añadirás tu margen de beneficio. Este depende del tipo de producto o servicio, el público objetivo, la demanda y el precio de venta de la competencia. Si entras en un mercado maduro, con una demanda alta, pero con un producto sin valor añadido y fuerte competencia, el margen será muy bajo y el retorno de la inversión largo. Y en la parte de ventas, recuerda la Ley de Pareto (el 20% de los clientes produce el 80% de los beneficios).

•    La estructura financiera

En el análisis de viabilidad de tu proyecto, no puede faltar una proyección de los costes y beneficios a lo largo de al menos tres años, ni de las necesidades financieras. El conjunto de estos y de los otros elementos apuntados te aproximarán a dar respuesta a la pregunta: “¿Es viable mi proyecto de negocio?

¿Dónde establecer la empresa?
Ya sabemos qué queremos hacer, con quién y cómo lo vamos a hacer. Ahora hay que decidir dónde iniciar el emprendimiento. Este punto adquiere mayor o menor relevancia dependiendo del tipo de negocio que elijamos. Todo equipo emprendedor debe tener muy en cuenta la ubicación donde desarrollar sus actividades. Como dato interesante, los emprendedores deben saber que existen viveros de empresas para hacer realidad la idea de montar un negocio en granada.