«Las empresas españolas están abocadas a conquistar los mercados exteriores»

El economista Fernando Faces apunta que el futuro para el tejido empresarial español está en el extranjero y no en cualquier país, sino en aquellos que se convertirán en los nuevos mercados del siglo XXI.

Las empresas españolas tienen que mirar hacia el exterior si quieren seguir creciendo. Incluso, si quieren sobrevivir. El doctor en Economía y profesor del Instituto Internacional San Telmo, que participó hace unos días en un encuentro empresarial en Granada organizado por la institución académica y La Caixa, no tiene ninguna duda: el futuro del tejido empresarial español está en los nuevos mercados del siglo XXI. «Esta crisis está produciendo una transformación en el mundo entero, en sus estructuras tanto políticas, como económicas y sociales. Estamos saliendo de la crisis, iniciando la salida, pero los países están reaccionando de distinta manera. Los países más desarrollados, más endeudados, somos los que estamos saliendo más lentamente, entre ellos sobre todo España. Pero, por el contrario, hay una serie de países emergentes que no solamente han encajado mejor la crisis, sino que están saliendo ahora con mucha mayor rapidez y mucho mayor equilibrio. La crisis ha roto esa balanza a su favor», indica Faces.

El potencial de crecimiento de esos países emergentes durante los últimos años dejará atrás al de los países desarrollados y, aparejado a ese boom económico, se producirá un ascenso a la clase media de más de 150 millones de habitantes, que se convertirán en el mercado objetivo de aquellas empresas que se hayan preparado para dar el salto al exterior. China, Brasil, India, Indonesia, Corea, Rusia, México, Turquía, Taiwán y Tailandia son algunos de ellos. «Estos países se convertirán en los nuevos mercados de los diez próximos años, sobre todo en consumo». Y las empresas españolas no pueden ignorarlo.

El doctor en Economía asegura que «las empresas españolas están abocadas a conquistar los mercados exteriores», sobre todo porque «el mercado español está saturado». Evidentemente, se trata de salir, pero no de hacerlo con los ojos cerrados y sin mirar el destino, sino siendo muy conscientes de cuáles son las perspectivas que los distintos mercados albergan para los productos y los servicios de las empresas españolas.

Pese a que la salida al extranjero -a través de la exportación o de la internacionalización- se ha convertido en una necesidad, es obvio que no todas las empresas están preparadas. El profesor Fernando Faces detalla cuáles son los factores que debe reunir una compañía para que el salto a los mercados exteriores se desarrolle bajo el signo del éxito. «En primer lugar, hay que tener un capital humano de calidad», en el que los idiomas y la experiencia cobran un peso fundamental. También es necesario «tener una visión clara desde la dirección», que tiene que «querer crecer» y que debe ser consciente de que para hacerlo no basta con trabajar exclusivamente en el mercado nacional. El producto o el servicio que puede ofrecer la empresa también juega su papel crucial, porque «no se puede salir para ofrecer lo mismo que los demás».

Respecto a la estructura empresarial, deben «tener suficiente capital y una estructura financiera adecuada», sin contar con que «deben tener un dominio del mercado nacional, porque tienes que ser bueno en casa para ser bueno en el exterior».

En cualquier caso, lo que no puede faltar es la «vocación». «Hay que querer crecer y ver si uno reúne las condiciones. Toda empresa que quiera progresar debe salir al exterior, y los mercados del futuro ya no están en Europa. En Granada, Andalucía y España el destino del 60% de las exportaciones es Europa y seguirá siendo así durante un tiempo. Pero hay que ir diversificando. Y, ya puestos, hay que hacerlo en los mercados con potencial de crecimiento».

El tamaño, aunque sí que importa, no determina el éxito de la operación de salida al extranjero. El doctor en Economía asegura que las compañías que forman parte del tejido empresarial granadino -compuesto fundamentalmente por pequeñas y medianas empresas- pueden plantearse expandirse. «Hay muchas pymes de sectores muy diversos como el hortofrutícola, el tecnológico o el informático, que pueden ser muy competitivas». El problema de Granada, al igual que el de el conjunto nacional es que «ha estado muy polarizada en el mercado europeo», así que ahora necesita dar «un salto» hacia los mercados emergentes. «Cuando hay empresas en la provincia que lo han conseguido, quiere decir que hay otras que también pueden hacerlo. Es un problema de vocación. Hay que salir y convencernos a nosotros mismos de que podemos hacerlo».

Fuente: Granada Hoy (18/04/2011)