Las empresas aconsejan buscar el apoyo de un socio local para reducir el riesgo
El músculo financiero y el ‘know-how’ deben ir de la mano de la capacidad de adaptación a la idiosincrasia de cada país.
«Hay que tener muy en cuenta la idiosincrasia local. A algunas empresas españolas les cuesta salir y cuando lo hacen pretenden hacer negocios como si estuvieran en España». Ésta es una de las reflexiones que lanzó el director de Expansión Internacional de Montealto, Francisco Espinar, que compartió en el foro de ayer sus experiencias a la hora de implantarse fuera de las fronteras españolas junto a otros directivos. Y la trayectoria de la firma cordobesa muestra que el éxito le ha acompañado, ya que ha pasado de ser una compañía regional a obtener el 65% fuera de España.
El responsable de Expansión Internacional de Montealto manifestó que «por una vez España está entre los listos de la clase y podemos aportar valor al salir fuera». El proceso de internacionalización debe partir de «una identificación clara de los objetivos», con un análisis de las condiciones de seguridad jurídica y rentabilidad de cada mercado. «También resulta fundamental identificar el socio estratégico, que es tan importante para nosotros como el grado de ejecución del proyecto, además de que contar con una cara local siempre es bueno para afianzar una implantación física», sostuvo Francisco Espinar. El último pilar es contar con la financiación necesaria para culminar las iniciativas. «Sin el músculo financiero, los proyectos se quedan en el limbo», agregó.
El director general de Filiales de Isofotón, Harald Schmutte, abundó también en la idea de que «en cada país hay que actuar como los suyos». Schmutte recordó que la empresa malagueña cuenta con casi 30 años de experiencia en el campo de la energía solar fotovoltaica. «Y yo soy una muestra de que Isofotón es internacional», bromeó Harald Schmutte al recordar su nacionalidad alemana.
«Pero ser internacional ya no es suficiente. Lo importante es el enfoque», insistió el responsable de Filiales de Isofotón, que aludió a los ambiciosos planes de expansión de la compañía, que comprenden la apertura de sendas fábricas en Estados Unidos y China, para erigirse en uno de los cinco mayores fabricantes del mundo de paneles fotovoltaicos.
La gerente de Tentusol, Sara Hidalgo, introdujo la perspectiva de una empresa de menor dimensión y corta trayectoria que está acometiendo su proceso de internacionalización. Ante la crisis del mercado fotovoltaico derivada de los cambios regulatorios, Tentusol decidió «avanzar como empresa y salir al exterior». «Nos hemos dirigido inicialmente a Francia e Italia. Somos conservadores y buscamos mercados seguros y de cercanía geográfica y que a la vez nos generen proyectos rentables y listos para construir», resaltó Hidalgo, que también subrayó la importancia de ir de la mano de socios locales.
El director de Desarrollo de Negocio de Andalucía de Enel Green Power, Alfonso Vargas, cerró el encuentro desde la visión de una multinacional renovable con 5.800 megavatios de potencia instalada en 16 países de ambas orillas del Atlántico y un portfolio que comprende prácticamente todas las tecnologías. «Al tener los activos repartidos con diferentes legislaciones y tecnologías, tenemos un mix de riesgos suficientemente balanceado», destacó.