De cómo la casa del conserje de un instituto de Granada se convirtió en una incubadora de talento emprendedor El Aula Ateca del Zaidín Vergeles ofrece, en un entorno más cercano al de una 'start up' que a una clase convencional, recursos tecnológicos para que el alumnado dé sus primeros pasos en el mundo de la empresa.

Se parece a una clase de instituto como un huevo a una castaña. Espacio diáfano, colores coordinados, vivos, muebles multifuncionales… El aula de Tecnología Aplicada (Ateca) del IES Zaidín Vergeles de Granada ha vivido un intenso rodaje antes de abrir sus puertas como lugar en el que el alumnado puede tener su primera experiencia próxima al emprendimiento. Lo que antes era la casa del conserje ahora es un lugar para la transformación y la modernización, enfocada a la FP y en la que también puede participar en tejido productivo.

José Antonio Díaz de la Guardia, coordinador del aula, y Modesto Martínez Valenzuela, coordinador web y responsable del apoyo técnico, explican la finalidad de esta aula singularísima. «Se trata de ofertar medios al alumnado que está acabando para ayudarle a desarrollar ideas en colaboración con empresas». Ellos tienen la iniciativa, la maduran y, a la hora de dar los primeros pasos, en el aula Ateca tienen las herramientas  tecnológicas para comenzar a desarrollar su proyecto.

Impresora 3D a disposición de los alumnos.

Impresora 3D a disposición de los alumnos. JESÚS JIMÉNEZ / PS

«No es un aula tipo. Tiene zonas que se parecen más a la oficina de una start up«, describe Martínez Valenzuela, que imparte en el centro clases en los Cursos de Especialización de Ciberseguridad e Inteligencia Artificial y Big Data. La idea es acercar a los estudiantes al modelo empresarial que pueden encontrar fuera del instituto. Para ello, el espacio (menos de 50 metros cuadrados aprovechados al máximo), ofrece una zona para hablar, pantallas interactivas, domótica, zona de creación y de compartir. También hay impresora y escáner 3D y una zona de vídeo, equipada con lo necesario para que el alumnado pueda hacer trabajo en streaming, grabar videocurrículos con calidad profesional o probar a desarrollar sus ideas con realidad virtual y aumentada. Todo para que aquellos con «espíritu emprendedor» puedan tener los medios, indica el director del IES, Manuel Rodríguez Garzón.

El espacio y su concepción más como lugar de emprendimiento que aula tradicional sirve además para que el alumno esté «más motivado». «No es un aula al uso», añade Martínez Valenzuela, que apostilla que esa reacción también se da entre los ponentes del mundo empresarial que se acercan a mostrar su experiencia al alumnado. Además de ideas, el aula Ateca acoge masterclass, señala Díaz de la Guardia, que subraya que el «leitmotiv es crea, idea, imaginación», palabras que se pueden leer en la pared de esta clase. «Hemos intentado condensar en un aula lo que se ve en las empresas tecnológicas», resume el docente, que incide en la «importancia» de fomentar las dinámicas de grupo en la clase.

Pueden hacer uso del aula Ateca alumnos que cursen FP y también pueden solicitarla quienes hayan finalizado sus estudios y apuesten por intentar emprender. La demanda del alumnado y los nuevos medios también marcan la formación del profesorado, que también se pone al día con cursos sobre edición de vídeo o impresión 3D, explica Díaz de la Guardia.

Zona de vídeo del Aula Ateca.

Zona de vídeo del Aula Ateca. JESÚS JIMÉNEZ / PS

Esta aula Ateca, con una inversión de 55.000 euros, es una de las cinco pioneras en Granada, junto a las del Hermenegildo Lanz, Virgen de las Nieves, Hurtado de Mendoza y Aynadamar. El próximo curso serán más, en concreto se crearán nueve en toda Andalucía según la resolución de mayo de la Dirección General de FP.

El Zaidín Vergeles, además, cuenta con un Aula de Emprendimiento. No es lo mismo que la Ateca, pero en este centro se da la feliz coincidencia de que conviven. Sus responsables son Eva Ruiz y David Martín Ferrer. Ruiz explica las diferencias entre las dos ideas: en este espacio se fomenta el espíritu emprendedor. Se hace mediante talleres y metodología activa. El taller que sirvió para estrenar este espacio (que fue posible gracias a la reforma que se hizo tras el estado de alarma) fue impartido por una terapeuta artística. ¿Arte y emprendimiento? «Lo primero para aprender es ser creativo», puntualiza Ruiz. «No vas a sacar una idea hasta que empiezas a hablar y a comunicarte».

El Aula de Emprendimiento también acoge encuentros con empresarios. Uno de los que ya han pasado por aquí es Fernando Martín, cofundador de Víver Kombucha. También se ofrece información sobre habilidades para encontrar empleo o se abre la puerta a colaboraciones como las realizadas con la ONG Calor y Café o la participación en el Hackatón organizado por CADE Granada en el que colaboró la Agencia Idea, la Delegación de Educación y distintas empresas. Ser vivero de empresas es otro de los objetivos de esta Aula, que puede ser utilizada por egresados hasta dos años después de obtener el título.

Fuente: Granada Hoy