Franquicias caras, pero rentables

Los negocios en cadena con mayores beneficios son las empresas dedicadas a la restauración, la hostelería y aquellos que ocupan grandes superficies comerciales, pero también son los que precisan una mayor inversión.

La lógica empresarial dice que una alta inversión implica mayor rentabilidad. Y esta teoría cobra cuerpo en la franquicia. Chocolaterías Valor es la primera enseña española de chocolate, con un desembolso medio inicial de 200.000 euros. Una cifra elevada, pero la facturación media anual por establecimiento ronda el medio millón. La inversión de MasQMenos, marca de restauración especializada en ibéricos, quesos, vinos, conservas, panes artesanos, ensaladas y postres, es de 160.000 euros y su volumen de negocio asciende también a los 500.000 euros por unidad operativa. Otro ejemplo es Body Factory, que factura 30 millones de euros sumando toda su red de gimnasios e instalaciones deportivas, y cuyo capital de entrada supera ampliamente los 400.000 euros.

Restaurantes, bares, cafeterías, empresas que requieren grandes espacios y las que se dedican a actividades asociadas a necesidades básicas como los supermercados, son los negocios más caros, pero obtienen una rentabilidad elevada. Miguel Ángel Oroquieta, subdirector general de Tormo Asociados, explica que “este tipo de enseñas exigen obra civil, equipamiento peculiar e inmuebles de más de 1.000 metros cuadrados. Esto hace que se dispare la inversión inicial”.

En el conjunto de la franquicia española –compuesto por 1.079 cadenas–, el 5%, es decir, 58 marcas, requiere un desembolso superior a los 300.000 euros, y el 8% –90 redes–, exige una inversión entre los 180.000 euros y los 300.000, según el Informe Situación de la Franquicia en España de Tormo Asociados.

¿Cuáles ganan?

El capital medio para entrar en las redes de franquicia ronda los 100.000 euros. En el panorama general de este tipo de estrategia empresarial son pocas las enseñas caras, y la mayoría están relacionadas con la hostelería, donde algunas inversiones superan los 400.000 euros. Sin embargo, como comenta Santiago Barbadillo, director de Barbadillo Asociados, “los locales del campo de la restauración son rentables porque en España existe una cultura de salir fuera de casa, y a pesar de la coyuntura económica, la demanda es constante o, al menos, reacia a abandonar el hábito de comer en un restaurante o tomar una cerveza en un bar”. Eso sí, reconoce que el ticket medio por persona ha descendido.

La facturación de este sector alcanza los 3.578 millones de euros. En concreto, los establecimientos de comida rápida ingresaron más de 2.000 millones de euros en 2011; las cervecerías y locales de tapas, 394 millones de euros; y los restaurantes temáticos, 379 millones de euros.

Del mismo modo, el ámbito de la alimentación y los supermercados facturó casi 6.000 millones de euros el pasado año. Estos establecimientos comercializan bienes de primera necesidad y no sufren de forma tan directa las consecuencias de la situación económica, puesto que se siguen comprando estos productos.

No obstante, y a pesar de la lógica empresarial, si el negocio posee buenos datos de facturación pero la gestión es pésima, los beneficios serán escasos. “Si se entra a operar en un sector estable como es el de la restauración con un modelo de negocio erróneo en ubicación, producto o precio, las probabilidades de no obtener rentabilidad serán elevadas”, considera Pablo Gutiérrez, director general de operaciones de MundoFranquicia Consulting. Lo mismo puede ocurrir si se falla en la elección del modelo de negocio o del sector, independientemente del desembolso que haya que realizar.

En este sentido, la elección de la ubicación del local cobra especial importancia. En estos momentos, la demanda puede ser inferior a la de épocas de bonanza; por eso, es conveniente situar la franquicia en un sitio con mucho tráfico de personas o de alta visibilidad. “Es un momento delicado. La elección del lugar supone rentabilidad”, resume Barbadillo.

Más inversores

Las enseñas caras han experimentado un aumento de financiadores. “Los inversores prefieren confianza y negocios probados, antes que invertir poco dinero en marcas de poco recorrido; por eso apuestan por cadenas reconocidas que exijan un elevado capital inicial”, considera el subdirector de Tormo Asociados.

El retorno de las inversiones en estas redes varía, pero es posible recuperar el dinero en un corto periodo de tiempo: entre dos y tres años. Aunque Barbadillo calcula más tiempo, entre cuatro y cinco ejercicios, debido a que en muchas cadenas de restauración se necesitan casi 500.000 euros, una cantidad que cuesta recuperar.

Sin embargo, Oroquieta estima que un restaurante en su primer año de vida ya obtiene beneficios. Por su parte, el franquiciado de Chocolaterías Valor tarda en amortizar la inversión entre 36 y 48 meses.

Fuente: Expansión (23/04/2012)