Empresas que nacieron en crisis

«¿Has creado un negocio de éxito?”, esta es la pregunta planteada a los lectores de La Vanguardia.com para conocer qué tipo de empresas están naciendo y, a pesar de la crisis económica, están consiguiendo resultados satisfactorios. La cuestión se enmarca en el artículo “Un negocio por 100 euros al mes”, en que expertos en emprendeduría revelan oportunidades y nichos de mercado que precisan de poca inversión. Estas son algunas de las respuestas recibidas a través de participacion@lavanguardia.es y el hashtag #NegocioAntiCrisis: 

Un emprendedor nato con responsabilidad social. Es como podría definirse la trayectoria de Armand Lusquiños, vecino de Terrassa. Su carrera profesional encierra una historia apasionante. A sus 24 años decidió crear una empresa de exportaciones e importaciones con China, a la que siguió una cadena de peluquerías y diversas empresas de construcción. Tras una grave crisis personal decidió cambiar de aires. Viajó hasta Guatemala, país donde montó una ONG para atender a niños con problemas de drogas, pero en el 2009 fue expulsado por dar apoyo a un movimiento campesino. “Cuando regresé decidí montar empresas sociales. Empecé creando en Malta -por ser en aquel momento el único país de la UE con licencias legales- un casino en vivo y funciona muy bien. Damos el 70% de los beneficios a obras sociales”, explica. Entre otras empresas que ha abierto desde entonces, una inmobiliaria especializada en casas de pueblo y masías y un punto de encuentro para emprendedores que quieren comprar negocios o venderlos. 

“Pedacitos de felicidad”. Es lo que asegura elaborar Victoria Ballesta a raíz de su afición por la repostería creativa, un negocio en auge. Hace un año y medio decidió dejar su trabajo como directora de marketing de una multinacional farmacéutica para dedicarse a Victoria’s Cakes, una tienda ubicada en Barcelona y especializada en tartas de estilo americano, cupcakes y galletas decoradas. En este caso sí que ha tenido que invertir una cantidad de dinero importante –unos 70.000 euros- porque al tratarse de alimentación, cuenta, “es necesario tener un obrador que cumpla la normativa sanitaria y en mi caso, además, un local abierto al público”. Pero también asegura que en el primer año y medio de vida ya ha obtenido beneficios y ha doblado el número de personal contratado. Y añade: “¿El secreto? Trabajar mucho, inventar continuamente y tratar a los clientes y trabajadores con mucho cariño”. 

Un centro comercial on line para el comercio local. 24@l es el proyecto que Joan Fernández, junto a cuatro socios más, ha conseguido hacer realidad. “La idea es que cuando el establecimiento cierra siga realizando ventas y los consumidores pueden seguir obteniendo los productos que necesiten a cualquier hora y sin límites”, aclara. El centro comercial on line abrió en enero del 2012 y de momento cuenta con 40 tiendas asociadas de Rubí, Sant Cugat y Terrassa. “Son muchos los obstáculos, trabas, tasas, gastos y complicaciones que encontramos los emprendedores, pero también son muy satisfactorios los momentos en los que ves que trabajando muchas horas vas consiguiendo mantenerte y permanecer”, opina. 

Lanas ecológicas. Es el producto que Angela Bardaji, licenciada en Ciencias de la Información y con un máster de Marketing, vende a través de la red desde marzo de 2012. “Se trata de productos para un mercado nicho dentro del creciente sector del craft, del punto y las manualidades que ha experimentado un importante crecimiento en Europa en los últimos años”, comenta. También añade que la crisis le ha ofrecido “la oportunidad de comercialización de estos productos”, que elaboran sus suegros en Escocia con sustancias naturales. 

Scrapbooking, una afición “adictiva” que combina fotos, arte, costura y creatividad. Así es como Mireia Carbonell define el nicho de mercado en que se mueve su negocio, la primera red social en España de Scrap y una tienda on line. Reconoce que al principio todo su entorno la trató de “loca”, pero que ha conseguido salir adelante. “Cada día recibo emails de personas desesperadas que me agradecen esta válvula de escape, cómo la creatividad puede ayudarlas a seguir adelante”, y añade: “Me levanto feliz de saber que hago algo bien por esta sociedad”. 

Coleccionismo de cromos del siglo XXI. Es el negocio al que se dedica Alberto Abelló, un ingeniero de telecomunicaciones de Tarragona que con 25 años tiene el objetivo de conquistar el mercado estadounidense reinventando este género y adaptándolo al 2.0. Ilustrum es la red social de registro gratuito que permite intercambiar cromos a cambio de responder correctamente a determinadas preguntas. Cuanto más rápido conteste el usuario, más posibilidades tiene de llevarse las estampas que desea. “El negocio nos funciona bien, aunque aún está en fase de crecimiento, pero hemos adquirido 53.000 usuarios en un año y hemos aumentado la plantilla a 11 trabajadores”, relata. 

Además de las iniciativas empresariales mencionadas, otros lectores han compartido con nosotros su experiencia en este ámbito. Por ejemplo, Isabel Llaberia ha abierto un negocio de fotografía de producto dirigido sobre todo a tiendas on line; Josep María Adán y Alicia Hernández, ambos periodistas, han creado una empresa de organización de eventos; Erika Ibargüen, a través de www.kdmsolutions.es, ofrece servicios de asesoría en marketing industrial y de consultoría internacional a Pymes interesadas en introducirse en el mercado peruano; y Laia Martinell decidió abrir una tienda de ropa muy cool en Lisboa y ahora ha inaugurado una segunda en Barcelona. “Mi impresión –comenta- es que se necesita una buena idea, una excelente localización, grandes dosis de optimismo y diferenciación en lo que ofreces para destacar”. 

En este sentido destacan otros emprendedores que han querido compartir también su idea de negocio con los usuarios de La Vanguardia.com, como es el caso de una empresa que se dedica a la comercialización de rodajas de limón congeladas para la preparación de refrescos y combinados, o de Roser Campàs, que ha encontrado una manera de ganarse la vida con la venta de cosmética por catálogo. “Ganar este dinero extra me hace sentirme más segura en esta sociedad donde no podemos dar nada por fijo”, comenta. 

Y en el terreno de las nuevas tecnologías cabe mencionar tres proyectos: Food2u, una web y aplicación que permite chequear qué restaurantes de la zona disponen de servicio de comida a domicilio y facilita las cartas y platos de cada uno para que el usuario pueda hacer el encargo desde cualquier sitio; Cabify, un servicio de coche de alta gama con chófer que puede solicitarse a través de una web o aplicación –seleccionada por Apple Store como una de las mejores del año- y que en unos minutos lleva al cliente allí donde él quiera; y Cream eBooks, otra aplicación que permite de una manera fácil y intuitiva crear y vender libros digitales. 

También agradecemos la colaboración de los lectores que a través del hashtag #NegocioAntiCrisis

Fuente: La Vanguardia (11/01/2013)