El Gobierno sitúa el mercado de la sanidad privada como puntal para el crecimiento

Entre las actividades que se consideran con ‘futuro’ laboral destacan también la hostelería, la industria agroalimentaria, el comercio exterior o las relacionadas con las nuevas tecnologías.

El futuro laboral de España no será muy diferente del presente. La hostelería, la agricultura, la formación y la salud serán los sectores que impulsarán el empleo en un horizonte laboral en el que la confianza en nuevos yacimientos relacionados con la industria o la tecnología brilla por su ausencia. Esta no es la profecía de un pesimista, sino la realidad en la que se ha basado el Ministerio de Empleo y Seguridad Social para elaborar la Estrategia Española de Activación para el Empleo 2014-2016. 

El plan, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado martes 23 de septiembre, no incluye ni una sola tendencia laboral nueva, ni una sola perspectiva diferente que dé esperanzas a los cientos de miles de parados que siguen apuntados en las listas del Inem y a los jóvenes que se ven ‘abandonados’ por el mercado laboral cuando finalizan sus estudios. 

Por si no fuera suficientemente sorprendente que el Ejecutivo ni siquiera se plantee en su plan de activación para el empleo un cambio de modelo productivo, también destaca el hecho de que incluya como una actividad con indicadores positivos la sanidad. Después de desmantelar el sistema de Dependencia y la sanidad pública (con la ampliación de jornada, la imposición de la tasa de reposición o los copagos sanitario y farmacéutico), el Gobierno reconoce que «la actividad de servicios sociales, muy relacionada con la salud y la calidad de vida, se está convirtiendo en campo de acción para la iniciativa privada ante el retroceso de la iniciativa pública». Es decir, que después de destruir empleo mediante una política de recortes que no ha respetado los servicios esenciales, el Ejecutivo asegura que la sanidad, que «ha sufrido la crisis», está mostrando síntomas de invertir la tendencia gracias a las empresas privadas. 

Según la Estrategia Española de Activación para el Empleo, entre las actividades con buenas perspectivas para el empleo están «las ocupaciones relacionadas con la salud, la mejora de la calidad de vida y la atención a personas mayores y dependientes». En concreto, el Ministerio de Hacienda destaca profesiones como ayudante a domicilio, auxiliar de clínica y geriatría, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional y médicos especialistas. Privado, eso sí, porque hay poco margen de maniobra en lo público. 

De hecho, según los datos de afiliación a la Seguridad Social, Granada es un buen ejemplo de cómo un sector potencial como la sanidad pública, de la que dependen no sólo un buen número de trabajadores, sino el conjunto de la sociedad, se ha visto mermado por los recortes. En la actualidad las actividades sanitarias y de servicios sociales dan empleo en Granada a 27.607 trabajadores, un 0,6% menos que hace un año y un 7,8% menos que en 2010. En los últimos cuatro años -es difícil compararlo con ejercicios anteriores debido al cambio en la metodología-, el sector de la sanidad y los servicios sociales ha perdido más de 2.300 trabajadores sólo en Granada. 

El empleo destruido en el sector no sólo ha derivado de la liquidación del servicio de Dependencia. También se ha reducido el número de funcionarios de las instituciones sanitarias, como bien muestran los datos del Boletín de Personal al Servicio de las Administraciones Públicas del Ministerio de Hacienda. En enero de 2011 Granada contaba con 12.832 empleados públicos en el sector, frente a los 11.773 de la actualidad. En tres años, por tanto, el cuerpo de funcionariado del sector sanitario se ha reducido en 1.059 efectivos, sufriendo un recorte del 8,2%. 

No sólo de la salud privada vivirá Granada. Aunque tampoco hay novedades en el resto de los sectores con indicadores positivos para el empleo. «Las ocupaciones con mejores perspectivas de empleo están relacionadas con los sectores y actividades económicas que muestran mayor dinamismo». Y si algo ha quedado claro en esta crisis económica, es que tanto en Granada como en el resto del territorio nacional, si se habla de dinamismo y crecimiento, se habla de turismo. 

Así que la Estrategia Española de Activación para el Empleo de los próximos dos años también incluye la hostelería como sector «con buenas perspectivas de futuro» en el empleo. Entre las ocupaciones, destaca las de camarero, cocinero, jefe de sala, ayudante de cocina, preparador de catering y personal de limpieza, todos ellos cualificados y «con buen dominio de idiomas», principalmente el inglés. 

Es cierto que en los últimos años la hostelería ha mantenido el tipo -según los últimos datos de afiliación, el empleo en el sector ha crecido un 3,6%, hasta los 23.143 trabajadores tanto por cuenta ajena como por cuenta propia-. Sin embargo, en los últimos tiempos atraviesa tiempos difíciles. Y no sólo por el bloqueo del convenio colectivo, que ‘caduca’ a finales de año y que ha provocado un agrio enfrentamiento entre patronal y sindicatos, huelga incluida. Los empresarios llevan tiempo reivindicando que, aunque las cifras de viajeros y pernoctaciones acompañen al sector, la cuenta de resultados lleva años en la cuerda floja.

La otra gran esperanza para el empleo es el sector agroalimentario. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social apunta que esta actividad «tiene perspectivas de crecimiento ligadas al aumento de la exportación y a las innovaciones tecnológicas». Las nuevas formas de consumo y los nuevos métodos de producción, prosigue el documento, «requieren trabajadores cualificados en la agricultura (especialmente en la agricultura ecológica y técnicas agrarias avanzadas), en las innovaciones de industria alimentaria y en producción integrada». En concreto, destaca la «necesidad» de ingenieros agrónomos, trabajadores agrícolas cualificados, trabajadores de la elaboración del vino, técnicos en maquinaria agrícola, técnicos fitosanitarios, trabajadores cualificados de conservas, zumos y vegetales congelados. Además, Empleo también habla de las oportunidades -estacionales, eso sí-, para los peones agrícolas. «En este caso no se exige cualificación, pero sí ciertas actitudes como capacidad de aprender, implicación en el trabajo, flexibilidad y polivalencia», reza el documento. 

La evolución del sector agrario en el último año también ha sido positiva. Los 59.372 trabajadores que viven del sector -ya sea como trabajadores del régimen general, del sistema especial agrario o como autónomos-, suponen un 0,35 más que en septiembre del año pasado. Sin embargo, la importancia del sector no oculta el hecho de que en lo peor de la crisis no ha sido suficiente para evitar la sangría del paro. 

El informe del Ministerio de Empleo también incluye otras ocupaciones de ‘futuro’ como las relacionadas con el comercio exterior o técnicos comerciales. También aborda la situación de la construcción, asegurando que pese a la crisis «existen algunas ocupaciones destacables debido al empleo de nuevas formas, materiales y tecnologías». 

En todo el documento sólo hay un yacimiento de empleo novedoso, que aparece prácticamente al final: el relacionado con las nuevas tecnologías, ya sea como «asesor y gestor de empresas, experto en redes sociales, programador web y diseñador gráfico; community manager, gestor de ahorro energético, analista y controlados financiero o técnico de ingeniería de las telecomunicaciones».

Fuente: Granada Hoy (06/10/2014)