¿De verdad quiere casarse con su empresa?

¿Dónde estará trabajando dentro de cinco años? Si es usted español hay dos respuestas que se abren paso sobre las demás. La primera: en ningún sitio, por razones obvias que tienen que ver con la situación económica. La segunda: en su empresa de siempre, porque España alcanza un alto porcentaje de gente que lleva más de diez años en la misma empresa. Y esto nos lleva a hablar de lealtad a nuestras compañías…

Lo cierto es que un 35% de los españoles que se encuentra en activo lleva más de diez años en su actual puesto de trabajo, según la tercera oleada del año del Randstad Workmonitor. Esto implica que los profesionales españoles apuestan por la seguridad laboral a largo plazo y por desarrollar su carrera profesional en una misma compañía, y no dice demasiado del carácter emprendedor que, según muchos, es lo que nos puede sacar de la situación en la que estamos. Eso sí, hay que decir que España refleja una cifra similar a la que ofrecen los principales países de su entorno.

El informe destaca el caso de Alemania o Italia, donde un 45% y un 44% de sus profesionales, respectivamente, llevan más de diez años en su actual empleo. En el lado contrario de la balanza se sitúan países como China, con un 18%, Grecia, con un 26% y Estados Unidos y Gran Bretaña, con un 31%, entre otros.

También conviene aclarar que este desarrollo profesional descrito en el estudio de Randstad no tiene por qué significar que el empleado permanezca inmóvil en un mismo puesto de trabajo durante toda su trayectoria. De hecho, las compañías valoran cada vez más el bagaje profesional de sus trabajadores para promocionarlos. Un 30% de los profesionales con estudios universitarios lleva más de una década en su compañía, mientras que esta cifra asciende hasta el 36% y el 39%, respectivamente, para aquellos que cuentan con un nivel formativo bajo y medio.

Generalmente, los profesionales mejor formados también tienen entre sus prioridades el desarrollo de una carrera laboral, una promoción o expectativas de desarrollo en entornos internacionales. Este hecho también motiva una mayor movilidad hacia otros sectores o compañías y por tanto reduce su presencia en un mismo puesto de trabajo.

¿Qué haré dentro de cinco años?

Joseph Weintraub, profesor de management y comportamiento de las organizaciones en el Babson College, y Timothy Butler,director de desarrollo de programas de carrera de la Harvard Business School, aseguran que en el entorno actual, «resulta casi imposible predecir qué estaremos haciendo dentro de cinco años».

Algunos expertos en el mercado laboral aseguran que cambiarse de trabajo o de carrera profesional podría llegar a ser como cambiar de coche. De hecho, algunos estudios afirman que el común de los empleados en mercados como el estadounidense tendrán una media de siete trabajos a lo largo de su vida. Solomon Polachek y Stanley Siebert, economistas de la Binghamton University, elevan a 10,5 la media de empleos que cada estadounidense tendrá dentro de dos décadas.

Según el estudio citado en la revista Forbes, en Estados Unidos, la media de estancia en un puesto de trabajo es de 4,4 años. Joseph Du Pont, decano del Hiatt Career Center en la Brandeis University, asegura que «en tiempos de inestabilidad económica, simplemente hay menos trabajos disponibles y la gente tiende a agradecer el hecho de tener un trabajo. Eso les hace menos proclives a mirar otras posibilidades y a cambiar».

Forbes asegura que los empleados del sector de gas y electricidad son los que más resisten en sus puestos de trabajo. La media es de 9,1 años. Según un estudio de Glassdoor.com, los motivos por los que el sector de utilities consiguen fidelizar más que ningún otro a sus empleados son básicamente un buen equilibrio entre la vida profesional y la personal, y un alto grado de apoyo personal.

En el caso de las telecomunicaciones y los bienes de consumo duradero (el segundo sector que mejor fideliza a sus empleados), estos permanecen más en sus puestos (una media de 6,6 años) por las posibilidades de desarrollo profesional y promoción.

Felicidad y permanencia

Suele decirse que cuando una persona es feliz, no sólo se beneficia ella misma, sino que este estado resulta altamente contagioso y beneficia a la salud de todos. Para Cathy Benko, chief talent officer (una especie de CEO del talento) de Deloitte, «un empleado que permanece en una compañía y que está motivado y es productivo es de un valor incalculable, porque resulta evidente que uno puede estar mucho tiempo en su empresa sin estar comprometido».

El concepto de lealtad a la propia compañía cambia muy rápido, y así las jóvenes generaciones de empleados tienden a tener más trabajos a lo largo de su vida que los que habían tenido los baby boomer. Los miembros de la generación Y son más proclives a cuestionarse acerca del sentido o el estímulo que supone un puesto en sus vidas. Y si no encuentran ni lo uno ni lo otro, se van. Cada vez más miembros de las nuevas generaciones, con nuevos valores y objetivos diferentes frente al trabajo, llegan a la conclusión de que no merece la pena trabajar semejante número de horas, porque lo que se obtiene a cambio es difícil de disfrutar. Para ellos no hay dinero ni ascensos que compensen el tiempo no ocupado en otras actividades.

Recientemente, The New York Times se preguntaba si esta lealtad ha muerto, y Linda Gratton, experta en organización del trabajo, contestaba en Financial Times que «la confianza es más importante que la lealtad. Esta última nos habla del futuro, mientras que la primera está relacionada con el presente. Lo que está a la orden del día es lo que podríamos llamar monogamia en serie referida a las carreras».

Cinco claves para ser feliz en el trabajo

1. Ocúpese personal y continuamente de su desarrollo profesional.

2. Tome la responsabilidad de conocer lo que ocurre en su trabajo. No se limite a quejarse de que no recibe información sobre lo que pasa en su compañía, los proyectos de los diversos departamentos o con sus colegas. Busque la información que precisa para trabajar eficazmente. Desarrolle una red de información y utilícela. Pregunte a su jefe cuando tenga dudas. De usted depende en gran medida lo que puede saber.

3. Mantenga el coraje profesional. Sea inconformista. En un sentido positivo, los conflictos pueden ayudarle a cumplir su visión personal y su misión profesional; a servir a los clientes y a crear productos de éxito.

4. Pida ‘feedback’ sobre lo que hace, cómo lo hace y qué piensan sus jefes.

5. Comprométase sólo a aquello que pueda cumplir y mantener. Los expertos aseguran que una de las principales causas de estrés e infelicidad es fallar en un compromiso adquirido. Evite las excusas y preocúpese sólo de las consecuencias que implica fallar a la promesa dada.

Cinco razones para abandonar su empleo

1. La relación con sus jefes o con los gestores está dañada sin remedio. A pesar de sus esfuerzos, es irrecuperable. Ha roto todo tipo de relación con sus compañeros de trabajo y esta situación no se puede solucionar.

2. Su compañía va a la quiebra, pierde clientes y dinero o circulan imparables los rumores sobre un cierre inminente.

3. Siente que ya no hay retos o busca oportunidades que su organización no puede brindarle. Su situación personal cambia y necesita moverse para encontrar mejores oportunidades que le permitan sostener a su familia.

4. Su situación personal ha cambiado y necesita mejores oportunidades que le permitan sostener a su familia. Sus valores son cada vez menos afines a la cultura de la empresa en la que trabaja, y las incongruencias que advierte están destruyendo su actitud en el trabajo. Lo que hace ha dejado de satisfacerle y divertirle. No importan los cambios y novedades.

5. Sus niveles de estrés son tan altos que afectan a su salud física y mental, a la relación con su familia y amigos.

 

Fuente: Expansión (17/10/2012)