Bill Drayton: el emprendedor social que quiso cambiar el mundo

«Cuanto más rápido cambia el mundo, más importante es que vayamos más allá de dar peces o ayudar a la gente a aprender a pescar. Debemos cambiar constantemente la industria pesquera. Y eso requiere de Emprendedores. Además, tenemos que asegurarnos de que cada cambio es para el bien común. Por eso el mundo necesita emprendedores sociales -hombres y mujeres cuyas vidas, y por lo tanto sus trabajos, son para el bien de todos-. Les necesitamos individualmente y como una gran comunidad que trabaja junta».

Las palabras de arriba forman parte del comunicado que emitió ayer Bill Drayton tras enterarse de que le habia sido concedido el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, una condecoración que culmina aún más la extraordinaria trayectoria de este emprendedor que un día decidió usar sus conocimientos para impulsar proyectos que cambiasen la sociedad.

Entre los familiares de Bill Drayton se encuentran varios de los primeros abolicionistas de la esclavitud en Estados Unidos y diversas personas en favor de los derechos feministas. Con ese perfil, no es de extrañar que cuando Bill naciese, en 1943, estuviese, de un modo u otro, predestinado para llevar el compromiso social por bandera. Y así fue: cuando apenas era un adolescente, creó la Sociedad de Asia de su instituto; poco después, su compromiso con los derechos civiles le llevó a ingresar en la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color). Ya en Harvard, creó la mesa Ashoka, el mergen de su organización actual, y en Yale lideró sus Servicios Legislativos.

Tras su paso por la universidad, su indudable talento le llevó a ser consultor de varias organizaciones de renombre, como McKinsey & Company, donde estuvo diez años. Y no debió de hacerlo mal, ya que poco después la Agencia de Protección Ambiental decidió contratarlo como asistente durante el mandato de Jimmy Carter. En esta época, Drayton lideró las políticas energéticas de la Administración con unos resultados que le valieron el reconocimiento de varias organizaciones.

Fue en 1981 cuando Bill Drayton decide fundar Ashoka, una organización que se dedica a ayudar y promocionar a emprendedores sociales de todo el mundo. Actualmente, Ashoka cuenta con más de 2.000 emprendedores, 21 de los cuales son españoles. Con más de 30 millones de dólares de presupuesto, Ashoka «invierte en emprendedores sociales innovadores, porque considera que ellos son la fuerza más poderosa para provocar transformaciones sociales. Su impacto conduce a otros individuos a adoptar y difundir sus innovaciones y además permite que personas de cualquier lugar del mundo imaginen o prueben sus propias ideas para producir cambios sociales significativos».

Con este premio, Bill Drayton consigue un reconocimiento que no sólo es para él, sino que se puede hacer extensivo a todos los emprendedores sociales. Aquellos que, dotados de un talento empresarial, deciden usarlo para cambiar y el mundo en su conjunto cargados con un compromiso social del que su mentor ya hizo gala desde que era un niño.

Fuente: Cotizalia (09/06/2011)