Activa tu Plan B

¿Desconfías de tu futuro laboral? ¿No sabes qué será de ti en los próximos meses? ¿Meditas emprender si acabas en el paro? No esperes a verte con el agua al cuello. Aprovecha el tiempo y, mientras trabajas por cuenta ajena, asienta los pilares de tu proyecto. Convierte tu necesidad de emprender en una oportunidad.

En tu cabeza se te acumulan las dudas. Ahora tienes trabajo, pero no sabes qué podría pasarte en los próximos meses. Seguro que en algún momento has hecho cábalas: Si me despiden, ¿qué puedo hacer? Podría buscar otro trabajo, pero el mercado laboral no está muy bien… ¿Y si emprendo? ¿Y si pongo en marcha esa idea que me lleva rondando tiempo por la cabeza? ¡Perfecto! Hazlo. Pero, no lo dejes para cuando te encuentres con el agua al cuello.

¿ES VIABLE TU PROYECTO?

Empieza ya a gestionar tu plan B, para que cuando llegue el momento –si es que llega–, puedas emprender con la seguridad de que tu proyecto será objetivamente viable.

Emprender no es una tarea fácil y requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Y esto se puede transformar en un arma de doble filo si la necesidad por buscar una salida a tu situación personal y profesional se convierte en urgente. Y, muchas veces, frente a esa urgencia imperiosa por generar ingresos para ti –y tu familia, si la tienes– se opta por emprender de cualquier forma, sin haber generado los cimientos de tu proyecto.

Y el mundo de la empresa está repleto de casos de proyectos que ya nacen muertos desde el minuto uno, porque las prisas por emprender les llevan a no testar –incluso– unas mínimas variables.

Como subraya Marta Díaz, socia directora de la consultora Impulsando y Entrenando tu Talento, “lanzar una empresa como huida hacia adelante no funciona. Al principio, tendrás ilusión, etc., pero eso acabará apagándose con el tiempo. Emprender por necesidad es una realidad, pero a corto y medio plazo es muy difícil de mantener y de que funcione . Y todo eso acabará acarreando un problema económico en la familia mayor del que se tenía antes”.

Y tampoco emprender a cualquier precio. “Si un proyecto no llega a nacer, porque has comprobado que no es viable, no te preocupes, porque siempre tendrás tiempo para volver a intentarlo. Si eres una persona activa y crees en tus posibilidades, no pasa nada. Ya lo harás en otro momento”, sostiene Berto Pena, experto en gestión del tiempo y productividad personal, que considera que lo peor que se puede hacer es dedicarle ilusión, esfuerzo, tiempo, trabajo y dinero a algo en lo que uno no cree. “No puedes hipotecar tu futuro en un proyecto en el que no confías, porque vas a desaprovechar esfuerzos y recursos y, si emprendes con socios, acabaréis mal”.

En su opinión, es mejor pararlo y aprender de todo lo que ha pasado durante ese tiempo “y rearmarte para el siguiente proyecto. Hay que saber dejarlo a tiempo. Alargar un proceso sin miras es arruinarte y desilusionarte para futuros proyectos. En un proyecto hay que darlo casi todo y ese ‘casi’ es el suficiente para que tengas dinero, ganas e ilusión para el siguiente proyecto, porque si te quemas, es posible que quemes tus ganas de volver a emprender. Se puede llegar a matar ese espíritu por empecinarse en él”

Fuente: Emprendedores (26/09/2012)