5 miedos típicos al emprender y las mejores formas de superarlos

La experiencia de cada persona al abordar el emprendimiento puede ser diferente, pero podemos identificar una serie de miedos típicos al emprender que están presentes en la mayoría de los casos. No pasa nada por reconocerlos, porque lo que tenemos que hacer es enfrentarnos a ellos. Pero, para ponerte las cosas un poco más fáciles, vamos a ver cómo puedes superarlos.

Aunque vistos desde fuera puede parecer que no son demasiado graves, lo cierto es que este tipo de miedos pueden llegar a ser bastante paralizantes. Si te dejas atrapar por alguno o varios de ellos lo más probable es que tu idea nunca llegue a convertirse en una realidad, o que cometas errores importantes en la puesta en marcha de tu proyecto. Para que esto no te suceda, presta atención a lo que vamos a contarte.

MIEDO AL FRACASO, EL NÚMERO UNO DE LOS MIEDOS TÍPICOS AL EMPRENDER

Quien diga que nunca ha tenido miedo a fracasar está mintiendo. Incluso los emprendedores más exitosos y los que más seguros estaban de su idea sintieron en su momento un cierto vértigo cuando llegó el momento de ponerse manos a la obra. Y es normal, porque muy poca gente es educada en la cultura del fracaso.

Pensamos que el fracaso es algo que está mal. Que siempre es por culpa nuestra y que es algo de lo que debemos avergonzarnos, pero no es así. Hay muchas causas que pueden llevar al fracaso, pero no por eso debemos dejar que el miedo nos paralice. Siempre es mejor haberlo intentado y haber fracasado que quedarse con la espinita clavada de no haberlo intentado nunca.

Además, fracasar no supone el fin del mundo. Incluso de una situación negativa podemos extraer algo positivo y obtener una serie de conocimientos que nos ayudarán de cara al futuro. Una buena prueba de ello es que muchos emprendedores de éxito han tenido antes importantes fracasos, pero esto no les ha detenido.

Superar la mentalidad orientada al fracaso no es fácil. Hay que tener mucha autoestima y ser capaces de analizarnos a nosotros mismos de forma objetiva. Se trata de poner en valor lo mejor que tenemos y reconocer también nuestras debilidades. Esto nos ayuda a ser más flexibles, lo que nos va a permitir hacer cambios en nuestro proyecto a medida que sean necesarios. Si le perdemos el miedo a fracasar, habremos dado un paso de gigante.

MIEDO AL ÉXITO, TAN MALO COMO EL MIEDO AL FRACASO

Entre los miedos típicos a emprender se esconde el miedo al éxito, que puede ser casi tan paralizante como el miedo a fracasar. En los casos más graves degenera en el síndrome del impostor, que es aquel en el que una persona no se considera digna de triunfar y atribuye sus éxitos a causas ajenas o a terceras personas.

Esto no es nada bueno, porque puede influir en nuestra carrera profesional de cara al futuro. Si no  crees que mereces lo que tienes nunca vas a dar el paso de arriesgarte para conseguir más, y un negocio necesita estar en constante crecimiento y evolución. Además, este miedo te impide disfrutar de todo lo que has conseguido a base de esfuerzo.

En realidad, lo que causa esta sensación es un problema de autoestima, como ocurría con el miedo al fracaso. La persona se valora tan poco a sí misma que no termina de creerse que algo que haya hecho ella haya podido tener resultados positivos, incluso aunque compruebe que, efectivamente, ha sido así.

El problema del miedo al éxito es mucho menos conocido y comprendido que el miedo al fracaso, de ahí que muchas personas no sean capaces de reconocer lo que les pasa. Pero la clave para superarlo está en trabajar mucho la autoestima y reconocer el esfuerzo propio. Es fundamental que el emprendedor esté comprometido consigo mismo al 100%.

MIEDO AL QUÉ DIRÁN, CUANDO LO QUE NOS IMPORTA ES LA OPINIÓN DE LOS DEMÁS

La opinión de otras personas puede tener una influencia directa sobre el frágil equilibrio mental de alguien que está centrado en un proyecto de emprendimiento. Porque si nos centramos demasiado en qué van a pensar los demás de lo que estamos haciendo perdemos de vista lo más importante, que somos nosotros mismos y el proyecto en el que estamos trabajando.

Como emprendedor tienes que ser realista y darte cuenta de que hay muchas personas que te van a criticar por lo que hagas, algunas por desconocimiento y otras directamente por envidia. También habrá personas que te apoyen de forma desinteresada e incluso quienes te apoyen de forma más interesada. Pero debes convivir con todas ellas y con sus opiniones.

Siempre sabiendo que, al final, la opinión que verdaderamente importa es la tuya. Esto no quiere decir que no escuches a los demás, porque sus ideas y comentarios sí pueden ayudarte. Pero no debes dejarte influir por terceros.

La mejor forma de superar este miedo es decirle adiós a prejuicios, miedos e inquietudes que no son tuyos. Céntrate en tu proyecto y, cuando quieras opinión y ayuda, acude única y exclusivamente a aquellos que sabes que te tienden su mano con buena fe.

MIEDO A DELEGAR, EL MÁS DESCONOCIDO DE LOS MIEDOS AL EMPRENDER

Ya sea por necesidad o por voluntad propia, muchos emprendedores se orientan hacia la microgestión. Un modelo de administración de su negocio en el que ellos se encargan absolutamente de todo. Esto, que puede ser bueno, también tiene su lado malo, porque muchos acaban desarrollando un importante miedo a delegar, al pensar que solo ellos son capaces de hacer las cosas bien.

Y las consecuencias de ese miedo se acaban notando a medio y largo plazo. Porque tarde o temprano todo emprendedor acaba necesitando ayuda, y mucho más si su negocio va bien. Atender a los clientes, preparar presupuestos, contestar emails, llevar las redes sociales, facturar, poner al día la contabilidad, etc. Son tareas que son totalmente necesarias en un negocio pero que es imposible que asuma una sola persona.

Si tienes miedo a delegar y sigues pensando que puedes hacerlo todo tú solo, al final lo único que vas a conseguir es pasar a una situación de estrés crónico que hará que no disfrutes nada de tu aventura empresarial.

La clave para superar este miedo está en empezar a abrirte y confiar en las capacidades de los demás. Empieza delegando tareas secundarias pero necesarias en tu negocio, como el marketing o la gestión de las citas con tus clientes. Si te rodeas de personas de talento, comprobarás que tu calidad de vida mejora y también la calidad de tu trabajo.

MIEDO A LA SOLEDAD

Se habla poco de este miedo, a pesar de que está en el top cinco de los miedos típicos al emprender. Porque, en la mayoría de los casos, emprender es algo que se hace a solas. El nuevo empresario pasa horas y horas sumergido en su proyecto, y cuando no está trabajando puede sentirse un poco desconectado de su entorno.

Un sentimiento abrumador de soledad tiene efectos directos y negativos sobre tu salud mental, así que no debes dejar que se apodere de ti. Debes ser consciente de que, en realidad, no estás solo. Seguro que tienes a muchas personas a tu alrededor que te quieren y te valoran.

Lo que no debes hacer es alejarte de ellas, todo lo contrario. Aunque ahora tengas que dedicar algo más de tiempo al trabajo, reserva siempre algo de tiempo libre para ti mismo y para tus seres queridos. Aprovéchalo para desconectar al 100% tu mente del trabajo y verás como puedes vencer todos los obstáculos que estén por llegar.

Fuente: Merca2