2012: los cimientos de una nueva economía

El año 2012 quedará grabado en la memoria de millones de españoles como uno de los más duros de la última década. Pero también hay espacio para la esperanza. Este ejercicio ha supuesto el asentamiento de algunos cimientos que ayudarán a establecer una economía más sostenible para el futuro. 

Por primera vez desde hace 14 años, España no requiere financiación externa. En el tercer trimestre de 2012 se logró un superávit por cuenta corriente y de capital de 2.880 millones, equivalente en términos anualizados al 1.1% del PIB. En 2008 el déficit exterior fue del 10%. 

Por su parte, el déficit de las administraciones públicas (excluyendo el impacto de los rescates bancarios) se situó al cierre del tercer trimestre en el 5.27%. Los gastos ministeriales se han reducido un 16% en 2012 y otro 9% en 2013. También las Comunidades Autónomas han reducido a la mitad su déficit, del 2.2% al 1.1%. 

Si se observa la evolución de llamado déficit estructural primario (que no recoge ni los intereses de la deuda ni las magnitudes ligadas al ciclo económico) se ha reducido en 3,5 puntos desde hace un año. Este indicador refleja el esfuerzo real en materia de ahorro en la administración y nunca antes se había logrado una reducción tan acelerada de ese indicador. 

En términos de competitividad, durante 2012 España se ha convertido en el segundo país de la Unión Europea con mejor relación entre su productividad y sus costes. Los costes laborales en España se han reducido un 3%, haciendo efectiva una de las demandas más recurrentes a nuestro país desde los organismos internacionales: la moderación salarial. 

Por último, los bancos españoles han saneado sus balances con dotaciones y provisiones de capital por valor de 72.000 millones, lo que supone el 7% del PIB. Un aumento sustancial del capital que permitiría al sistema financiero español asumir pérdidas por un importe equivalente al 27% del PIB.

Fuente: ABC (19/12/2012)