Jamón granadino: un producto 5G

El jamón bien serrano o ibérico es uno de los productos estrella de la gastronomía española en general, y granadina en particular.

Por coamarca, la Denominación de Origen Trevelez atestigua la calidad de las piezas producidas en el pueblo alpujarreño, pero ahí no acaba la tradición y la industria del jamón de la provincia. La Alpujarra y la Contraviesa está salpicada de secaderos al aire de la sierra. El altiplano granadino es el otro gran foco de producción jamonera, Baza, Guadix, Caniles y toda la comarca cuentan con secaderos y fabricas propias de este producto, los pueblos metropolitanos de la capital aprovechan el clima y los vientos que llegan desde Sierra Nevada para curar en sus salas las piezas porcinas. El Poniente también cuenta con alguna marca que otra que une prestigio y tradición. Dúrcal y el Valle de Lecrín marcan el límite sur por clima y altitud en una provincia con gran tradición jamonera.

El jamón serrano posee un alto valor nutricional debido a la cantidad de minerales que posee como hierro, zinc, calcio, fósforo, magnesio y además, es una gran fuente de vitaminas del complejo B (vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B6) y vitamina D. Tiene propiedades similares al aceite de oliva, por lo que la mitad de las grasa que contiene son insaturadas (grasas buenas).