Ventajas del arbitraje entre empresas

Aunque en España el arbitraje es algo relativamente nuevo, en otros países -sobre todo del ámbito sajón- es un método de resolución de disputas muy popular. La Unión Europea ha apoyado el avance del arbitraje con el objetivo de evitar el colapso de los tribunales mercantiles y agilizar también los acuerdos entre empresas, sobre todo los que afectan a relaciones de empresas de distintos países.

Someterse a arbitraje es algo tan simple como aceptar que una figura externa e imparcial a las dos partes litigantes (árbitro) haga lo posible por resolver una disputa o controversia mediante una decisión definitiva y obligatoria para las dos partes, llamada laudo, que no se puede recurrir, algo que sí ocurre con las sentencias judiciales.

De hecho, ante un laudo, sólo se puede interponer una demanda de anulación frente a los tribunales ordinarios, con motivos muy claros y concretos, y no permite una revisión de la decisión adoptada.

Una de sus características principales es que el arbitraje excluye el recurso de la Administración de Justicia competente, lo que se traduce en un proceso más ágil y más económico que el judicial. Además, los costes asociados y las tarifas por el proceso se conocen desde el principio. Sin embargo, el arbitraje tiene la misma fuerza vinculante que una sentencia y una mayor eficacia.

Por último, conviene recordar que los árbitros son expertos en la materia en la que se pide su servicio de mediación y actúan con plena independencia e imparcialidad, y que todos los procesos arbitrales son totalmente confidenciales.

Las cortes arbitrales tienen como principal cometido el administrar el procedimiento arbitral exclusivamente, pero las partes pueden someter el arbitraje a las reglas de procedimiento de corte o institución concreta.

Por último, para terminar con las características principales de un arbitraje, recordar que a este procedimiento se puede someter una disputa pasada o futura, pues permite el acuerdo previo en el contrato de aceptar someter a arbitraje cualquier disputa que surja eventualmente en una relación entre empresas.

Ventajas del arbitraje

Los expertos del despacho de abogados Cuatrecasas Gonçalves Pereira explican las once principales ventajas del arbitraje, como son, por ejemplo, la especialización de los árbitros que permite una resolución de alta calidad técnica; el número de los árbitros, que puede ser uno sólo o tres, según la complejidad a tratar, o la disponibilidad de los mismos, siempre mucho mayor que las que puede ofrecer un tribunal ordinario, lo que permite ofrecer un laudo mejor fundado y de mayor calidad técnica.

Una cuarta ventaja es la neutralidad, sobre todo valorable en disputas internacionales, donde ninguna de las partes quiere someterse a las leyes del país de donde procede el otro litigante, lo que enlaza también con el tema de la predictabilidad, pues el arbitraje permite que se pacte de antemano el método a utilizar para resolver disputas, que puede ser más imparcial para ambas partes que la legislación de un país concreto.

La celeridad en la resolución, la confidencialidad del proceso (que pueden solicitar las dos partes) el antiformalismo y la flexibilidad, para diseñar el tipo de procedimiento a utilizar y que facilita la reducción de costes y la duración, son otras ventajas muy claras de esta forma de resolver disputas.

Un punto muy importante a favor de los arbitrajes es el mantenimiento de las relaciones comerciales, pues un proceso de rápido y confidencial reduce los roces entre las partes y facilita que las empresas puedan mantener sus relaciones, en particular, si se logra una salida negociada al conflicto.

Las dos últimas ventajas del arbitraje son el carácter tasado del sistema de impugnación, que implica que los laudos no pueden ser recurridos, y la ejecutabilidad, que significa que los laudos son ejecutables de forma equiparable a una sentencia gracias a que todos los países que han aceptado el arbitraje como método de resolución de disputas reconocen y ejecutan los laudos dictados por arbitrajes realizados en otros países.

Fuente: BBVA con tu empresa (17/06/2015)