Negocios tradicionales a la red

Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los negocios tradicionales es la renovación y adecuación a los nuevos paradigmas y modelos de negocio. 

En plena revolución digital, los comercios de toda la vida solo tienen dos opciones: renovarse o morir. Ya hemos comentado alguna vez que abrir un ecommerce no es tan fácil como montar una web y empezar a vender, pero está claro que solo los que sepan adaptarse a los nuevos tiempos serán capaces de sobrevivir sin demasiados problemas. 

Esta lección se la tiene bien aprendida Alfonso Bayón, un emprendedor que cuenta en Anfix.tv cómo tuvo que coger el negocio familiar y llevarlo a internet para sacar los debidos frutos: 

La historia de Alfonso comienza con sus abuelos, que fueron los que en 1948 abrieron Bayón, una tienda que comenzó vendiendo artículos para señoras y caballeros. Fueron sus padres los que decidieron dar el salto al mundo de los bebés y empezar a vender cochecitos, cunas, ropa para recién nacidos, etc. 

Fue en 1997 cuando Alfonso comprendió que había que darle una vuelta al negocio: «Subí al despacho de mi padre a pedirle un millón de pesetas para la página web. Era un hombre muy tradicional y tendero de toda la vida, así que miró por encima de las gafas y me dijo: ‘Pero, ¿tú realmente crees que vas a vender un chupete a través de un ordenador?'». 

«¡No quiero que vendas más, me has colapsado los almacenes!»

Pero la cosa no fue nada mal, como demuestra una anécdota de 2002: «Mi padre subió muy nervioso, me desconectó el ordenador y me dijo: ‘No quiero que vendas más, porque me has colapsado los almacenes de pedidos!'». 

Al final, el cambio ha sido radical: en apenas una generación, Bayón ha pasado de ser una pequeñísima empresa a gestionar a más de 65.000 usuarios al mes procedentes de todo el mundo. 

«No hay que perder el espíritu del tendero»

Para Alfonso, la receta de su éxito es clara: «Siempre nos hemos tenido que ir adaptando a los cambios del momento. Internet nos ha obligado a ir cambiando las necesidades de la empresa». 

También ha tenido mucho que ver el trato al cliente: «Siempre digo que no hay que perder el espíritu del tendero, de hacer un excelente trato al cliente como se ha hecho siempre, pero llevando a lo online».

Fuente: Cotizalia (23/04/2013)