Motril resucita el sueño náutico La Autoridad Portuaria tramita un gran puerto deportivo y comercial en el marco de una ambiciosa reordenación de su espacio para la próxima década.

En los últimos veinte años se ha hablado de tantos proyectos de puertos deportivos en la Costa granadina -hasta una docena- que a estas alturas, con las actuales normativas urbanísticas y la brutal crisis que arrasó con los inversores, ya nadie se cree que alguno de estos antiguos planes -el último en caer fue la Marina interior de Playa Granada en 2012- pueda resucitar jamás. Y sin embargo, aún hay esperanza para los que sueñan con una Costa Tropical que se parezca a Málaga y con uno de esos puertos deportivos en los que también se puede ir de tiendas o a cenar como gran revulsivo turístico.

Ese sueño es posible y está dentro del propio Puerto de Motril. La única posibilidad viable de que, en el horizonte de los próximos diez o quince años, Granada tenga su particular ‘Puerto Banús’ pasa por una ambiciosa reordenación de la dársena actual, que la Autoridad Portuaria diseñó en 2009 y por la que ahora quiere apostar con fuerza su presidente, Francisco Álvarez de la Chica.

El proyecto de puerto deportivo se contempla en el ‘Plan director de infraestructuras del Puerto de Motril’ que se diseñó en 2009 y se aprobó en noviembre de 2011, siendo presidente del Puerto Ángel Díaz Sol. El documento marca los planes de futuro para la dársena en el horizonte de 15 años, reordenando los usos actuales, de manera que se dibuja un gran puerto abierto a la ciudad, con sus partes comercial y turística totalmente diferenciadas.

La reordenación pasaría por crear una zona de expansión hacia poniente donde se construirían una nueva dársena pesquera y un puerto deportivo, además de un muelle exclusivo para cruceros. El proyecto no llegaría a tocar la arena de la playa de ‘El Cable’, sino que se construiría en terrenos del propio puerto, ocupando unos 90.000 metros cuadrados de lo que ahora es la zona de actividades logísticas. Y esa es una de las grandes ventajas que lo hace viable, que no requiere grandes obras marítimas que dispararían el presupuesto.

Ésto es, el puerto deportivo se construiría en unos terrenos que ya son portuarios y que no tienen necesidades especiales de protección. La mayor parte de la obra podría acometerse en seco, vaciando esos 90.000 metros cuadrados donde luego entraría el agua abriendo una bocana. El proyecto que figura en el Plan director del Puerto tendría que definir aún sus amarres definitivos y otros detalles de ordenación para hacerlo viable, ya que el puerto de 2017 ha cambiado mucho con respecto al que se dibujaba en el documento de 2011. No obstante, desde la Autoridad Portuaria calculan que se podrían construir un puerto deportivo con al menos 800 puntos de atraque, lo que supondría multiplicar por cuatro la oferta actual del Club Náutico de Motril, que quedaría integrado en este nuevo puerto deportivo. El espacio que actualmente ocupa el Club pasaría, tras la reordenación, a convertirse en un muelle exclusivo para cruceros, donde podrían entrar barcos turísticos de gran eslora. Toda una revolución que abriría el puerto a la ciudad y le daría una perspectiva turística, sin afectar a la parte comercial. Además, la ambiciosa reordenación acabaría con los históricos problemas que la actividad de la dársena ha supuesto para los vecinos de los barrios portuarios, que ahora tendrían junto a sus viviendas el puerto pesquero y el deportivo, en lugar de las mercancías. Un giro de 180 grados para toda la playa de Motril, que quedaría irreconocible. Pero no sólo para Motril, el puerto deportivo abierto a la ciudad con restaurantes, tiendas y junto a un exclusivo muelle de cruceros, sería un revulsivo para toda la Costa, que además del menor número de amarres de todas las provincias costeras de Andalucía tiene un gran déficit de oferta complementaria de ocio.

Por otra parte, el actual puerto pesquero se rellenaría y pasaría a integrarse en el comercial, convirtiéndose en una gran plataforma para los tráficos con Marruecos.

La enorme remodelación de los espacios del puerto que se contempla en su plan director está presupuestada en 44,8 millones de euros, donde estarían incluidas todas las inversiones necesarias para acometer los cambios, desde la construcción del puerto deportivo, hasta el traslado de concesiones portuarias que ahora ocupan la zona que se convertiría en puerto deportivo pasando por la construcción de un pequeño dique de abrigo.

Una ‘ganga’

El presupuesto de ejecución material exclusivamente del puerto deportivo sería de cinco millones de euros, según la previsión inicial del Plan director, aunque luego habría que definir el presupuesto final de explotación. Aún así, parece una inversión más que ‘discreta’ que hace pensar en que a la Autoridad Portuaria de Motril no le costaría mucho encontrar un grupo inversor que viera una oportunidad en la construcción del puerto deportivo.

De hecho, esos cinco millones son una ‘ganga’ comparados, por ejemplo, con los 80 que le iba a costar la frustrada Marina de Playa Granada al grupo empresarial que la promovía y el impacto ambiental que conllevaba la obra que ocupaba cincuenta metros de playa y tenía que crear una lámina de agua de 97.000 metros cuadrados. El proyecto del Puerto se realiza dentro de terrenos que ya son portuarios y no ocupa playa ni conlleva una gran obra marítima, lo que reduce sus costes.

Otra gran diferencia con los proyectos anteriores que se plantearon en la Costa antes de la crisis es que tampoco chocaría con las normativas de la Junta, ya que el puerto está fuera de la ordenación autonómica y las competencias para autorizar su plan director, en el que se incluiría esta obra, corresponden al Estado.

Factores que aumentan su viabilidad y la posibilidad real de que Granada tenga en marcha un puerto deportivo en el horizonte de los próximos quince años. La tramitación ya está en marcha. El primer paso es que el Ministerio de Medio Ambiente elabore el informe ambiental del proyecto, para lo que requerirá informes a todas las administraciones. Y en ese paso, que se prolongará al menos un año, se encuentra el proyecto en la actualidad, según explica la autoridad Portuaria.

Si recibe el visto bueno, sería el Ministerio de Fomento el que tendría que aprobar la reordenación del puerto, antes de que finalmente se sacara la concesión de la obra para buscar inversores privados.

Fuente: Ideal