“Los fondos de capital riesgo no somos esposas. Somos celestinas”

“Los fondos de capital riesgo no somos esposas. Somos como una celestina. Acompañamos al emprendedor a encontrar una pretendienta. En el momento que les llevamos al altar, ahí termina nuestro trabajo”. Así define José Martín Cabiedes, de Cabiedes&Partners a su fondo de inversión en capital semilla.

El año 2010 está suponiendo un punto de inflexión para los fondos de capital riesgo en España. Cada vez hay más inversores privados que ven con buenos ojos invertir en startups españolas y las administraciones públicas apoyan este movimiento por la riqueza y el empleo que genera.

Sobre el presente y el futuro de este sector ha versado uno de los paneles de los Ventures Days, organizados por el IE. En él han participado cuatro fondos de capital riesgo nacionales.

Cabiedes&Partners, un fondo que tiene un año de vida, pero que se ha desarrollado durante los últimos 10 años que ha invertido en empresas como Privalia o Bubok. Cuenta con un tercio de capital privado, un 33% público y el último tercio es capital privado no familiar: “No es fácil levantar dinero, pero se puede. Estamos en un momento donde la calidad de productos financieros es dudosa, pero sí hay liquidez y los fondos de capital riesgo sí que están dispuestos en invertir en startups que puedan generar un beneficios del triple o cuádruple del capital invertido”.

Rodolfo Carpintier, es presidente ejecutivo de DAD, un fondo de capital semilla que ha invertido en empresas como Tuenti o BuyVip: “En su día montar un fondo como DAD era un sueño y ahora se ha convertido en mi pasión. Me encanta ver cómo un proyecto crece y da dinero. En los últimos meses hemos salido de tres empresas y hemos ayudado a que 10 personas –cinco españoles, tres ingleses, un alemán y un italiano– se hagan millonarias”.

La Caixa también tiene una división de capital riesgo ‘Caixa Capital Risc’ con dos fondos, uno dedicado a capital semilla y otro de serie A: ”No invertimos en proyecto, sino en personas y en equipos. Buscamos gente con ganas de comernos el mundo y para eso destinamos entre 100.000 y 500.000 euros a cada startuo”, asegura Sergio Pérez.

Iñaki Arrola, CEO de coches.com, también participa en la iniciativa SeedRocket, dedicada a potenciar pequeños proyectos con un capital que ronda los 20.000 euros: “Invertimos en startups que incluso no tengan definido un plan de negocio. Somos mentores y nos lo pasamos bien invirtiendo. De momento somos un fondo muy joven y por eso no hemos llegado a conseguir un exit, pero todo llegará”.

Sin embargo, los gestores de estos fondos aseguran que los emprendedores tienen que tener clara la diferencia entre un negocio rentable y otro invertible antes de presentar su startup: “En una fase inicial las empresa no se vende, sino se compran. Inculcamos a emprendedores a que sean comerciales de la compañía. Tienen que buscar novias, es decir, ventas a largo plazo.

Muchos emprendedores que presentan su idea a un Business angel o un fondo de capital riesgo acaban desilusionados por la falta de interés por parte de los inversores. Una sola pregunta es capaz de decidir si una startup es invertible o no: ‘¿Cómo ve su sueño dentro de cinco años?’. Esto ayuda a aclarar mucho las ideas a los emprendedores y garantiza la inversión a los fondo de capital riesgo.

Las ideas son importantes, pero lo es más el cómo desarrollarla y tener un buen equipo detrás. Para José Martín Cabiedes, de Cabiedes&Partners, uno de los principales errores que perciben cuando reciben un proyecto susceptible de inversión es la falta de desarrollo del equipo directivo: “Muchas veces tenemos que decirle a los emprendedores que se lo tienen que trabajar más, que mejore su sistema y que teste bien su producto. Esto es muy importante porque un fondo de capital riesgo no se puede permitir que una empresa en la que invierte quiebre al primer envite”.

Según Rodolfo Carpintier, presidente ejecutivo de DAD, otro de los grandes errores que cometen los emprendedores es no tener clara la organización empresarial: “El ‘todos a pachas’ no funciona y además suele convertirse en un problema insalvable. Antes de presentar un proyecto a un fondo de capital riesgo es importante tener claro cómo se reparten las acciones y quién es el CEO. Al principio todos somos amigos, pero luego a la larga hay uno que tiene más responsabilidad que otros y vienen los problemas”.

Muchos emprendedores tampoco tienen clara cuál es su idea o cómo implementarla. Para Sergio Pérez, de Caixa Capital Risc una persona que quiere financiación tiene que ser capaz de explicar en cinco minutos su proyecto y hacer que se entienda perfectamente: “Es como si se lo explicases a tu abuela”. Además, otro de los errores comunes es diseñar un plan de negocio de arriba abajo: «Analizan el mercado, dentro del mercado la parcela que quieren ocupar y luego sus necesidades. Lo ideal es hacerlo al revés. Primero hay que ver las necesidades, qué puedes conseguir con ellas, y luego saber qué parte del mercado quieres copar”.

Otra de las grandes incógnitas de los emprendedores es saber dónde invierten los fondos de capital riesgo. Muchos ven una gran oportunidad en el e-commerce de empresas tradicionales que aún no están en Internet. Un claro ejemplo es el ‘boom’ que están generando la venta de ropa y que ha llevado a BuyVip a vender la compañía en 80 millones de euros a Amazon.

Para José Martín Cabiedes, de Cabiedes&Partners, “estamos viendo florecimiento de modelos tradicionales offline a online y es ahí donde vemos una gran oportunidad porque tienen grandes posibilidades de crecimiento. Un proyecto nos es más atractivo cuanto más escalable sea”.

La internacionalización para las startups tecnológicas es un deber, máxime cuando España supone tan sólo el 1,7% de la penetración mundial de Internet. En el DAD han apostado por convertirse en una incubadora a nivel global. Desde hace dos años y medio además de en España tienen presencia en 10 empresas con sede en China, además de abrir otros mercados en Rusia, Brasil, China y Estados Unidos. “Nosotros invertimos en proyectos de cualquier parte del mundo. Buscamos un crecimiento global. O va más allá o nunca conseguirás liderar una gran empresa”, indica Rodolfo Carpintier, su presidente.

En cuanto a los proyectos de Internet, los fondos de capital riesgo no invierten en páginas web que buscan atraer muchos usuarios y que luego no saben cómo monetizarlos: “No invertiríamos en Facebook o Tuenti, por difícil que parezca. El capital riesgo huye de proyectos de este tipo porque la rentabilidad es muy importante”, afirma Sergio Pérez, de Caixa Capital Risc.

Fuente: Fuente: Cotizalia (19/11/2010)