Los autocines no han muerto: dos emprendedoras granadinas resucitan el concepto con nuevos elementos del S.XXI Los autocines ya existían hace mucho tiempo pero prácticamente habían desaparecido en España. Dos emprendedoras de Granada han decidido resucitarlos transformando el concepto e incorporando otros eventos culturales y áreas de restauración para todas las edades.

Si bien los autocines no son un negocio muy actual, pueden volverse a poner de moda en pleno siglo XXI. Aquellas instalaciones que ofrecían una experiencia cinematográfica única permitiendo que los espectadores vieran películas desde la comodidad de sus propios coches parece que han vuelto para quedarse.

La historia de los primeros autocines se remonta a la década de 1930, cuando el primero fue inaugurado en Estados Unidos, más concretamente en Nueva Jersey, y la innovadora idea se expandió rápidamente volviéndose muy popular en varias partes del mundo durante las décadas siguientes.

En España, el primer autocine fue denominado ‘motocine’ y vio la luz el jueves 17 de abril de 1959 bajo el nombre Motocine Barajas, ubicación que se consideró idónea debido «a la gran cantidad de coches» existentes en la ciudad y al buen clima. Pero la idea no cuajó. Apenas ocho meses después de su inauguración, lamentablemente tuvo su última sesión cinematográfica. Existen muchos factores por los que los autocines, no sólo en España sino en el resto del mundo tuvoieron sólo una relativa popularidad. Algunos expertos y críticos de cine lo atribuyen al aumento del valor de la tierra, la urbanización y la competencia con los cines tradicionales.

La esencia de un autocine radica en su diseño específico, que consta de una gran pantalla al aire libre y un área de estacionamiento diseñada para acomodar autos en filas escalonadas, garantizando así la clara visión de cada vehículo. Los espectadores sintonizan la frecuencia de la película en la radio de su coche, lo que proporciona un audio exclusivo para los asistentes y la capacidad de regular el volumen al gusto, lo cual no es posible en los cines tradicionales.

El renacimiento de los autocines en España

Los autocines han experimentado un resurgimiento en popularidad en los últimos años, impulsado, en parte, por la nostalgia y es así como Cristina Porta y Tamara Istambul divisaron una gran oportunidad para emprender y fundaron lo que hoy es la marca Autocines y ofrece una experiencia innovadora en Madrid y, hasta hace poco, en Málaga.

El renovado autocine de Madrid tuvo sus inicios en 2016, cuando Cristina y Tamara, dos profesionales andaluzas con trayectoria en el ámbito bancario y el comercio internacional, decidieron emprender este proyecto después de conversar con una amiga estadounidense. Durante una visita a España, esta amiga les señaló la ausencia de autocines en el país, lo que motivó a Cristina y Tamara a establecer este singular concepto de negocio.

El proyecto ha sido galardonado durante sus 7 años de funcionamiento con el Premio Emprendedor 2016 de la Comunidad de Madrid y el Premio “Proyecto Emprendedor” concedido por CEPYME en el año 2019.

Ubicado en el distrito Fuencarral-El Pardo, en proximidad al Paseo de la Castellana, este autocine tiene una capacidad para 350 plazas y puede albergar a más de 1.500 personas. Al iniciar el proyecto, uno de los desafíos principales fue hallar el espacio perfecto, logro que alcanzaron finalmente con una extensión de 25.000 metros cuadrados en la zona de Chamartín, destacándose por tener una lona de 250 metros cuadrados para proyectar películas de estreno y grandes clásicos de la filmografía universal.

Para adquirir una entrada, inicialmente es necesario seleccionar la zona de preferencia para disfrutar de la película. La zona general ofrece espacio gratuito para el vehículo, con la opción de comprar la entrada y un combo de aperitivos o cena, siendo el más económico de 15 euros por persona. Para un mejor campo de visión, los clientes pueden optar por el Parking VIP, con un costo de 4,90 euros por coche, además de sumar el precio de la entrada y el combo elegido.

La expansión de los autocines es ya una realidad

Después de recibir una respuesta positiva en la capital, en 2021 decidieron ampliar su empresa a Málaga, la ciudad cumplía con todas las expectativas en cuanto a crecimiento, desarrollo y afluencia de público. Además, factores como el clima, la presencia de turistas y otras características destacadas de la ciudad fueron determinantes para iniciar la expansión e incluso se llevaron a cabo festivales de música y grandes eventos en la explanada. La visión del negocio se había expandido.

Tal y como confirma Porta a este diario, el proyecto de Málaga ha sido vendido puesto que las emprendedoras tienen en mente un cambio en el negocio. ‘ahora no sólo nos centraremos en las películas, sino que ofreceremos las experiencias de eventos y gastronomía que complementarán al autocine’ anuncia.

En el autocine de Madrid, los visitantes tienen la oportunidad de experimentar un adelanto de las nuevas actividades que las emprendedoras andaluzas están organizando para el público. El Rita’s Brunch es un plan de ocio para ir con amigos, familia e incluso  mascotas, en el que hay música en directo, street food, zona lounge y actividades para los más pequeños de la casa. Las noches de los viernes y sábados y los días previos a un festivo, se ofrecen los Rita’s Night, que son fiestas para mayores de edad.

Mantener el autocine conlleva una larga lista de gastos

Porta sostiene que embarcarse en un proyecto de emprendimiento no es una tarea sencilla, y señala que ellas no contaron con mucha ayuda o financiación al iniciar su camino. «Fue complicado encontrar algún tipo de ayuda que pudiera encajar con un proyecto tan diferente e innovador, pues la mayoría de empresas que nacen hoy en día están muy vinculadas a lo tecnológico. Finalmente, conseguimos respaldo de una entidad bancaria, y en la actualidad, mantenemos nuestro proyecto gracias al patrocinio«, afirma la co-fundadora, quien tiene una convicción clara de que emprender presenta desafíos similares para todos, sin existir un obstáculo adicional para las mujeres. «Los proyectos son realizados por personas, no por géneros«, subraya.

El proyecto de las socias abarca una serie de gastos esenciales para su operación y es por eso que es necesario cobrar la entrada al cine con un precio más elevado que un cine tradicional de centro comercial. En primer lugar, se encuentran los costos asociados a la proyección de películas en cartelera, ya que su oferta no se limita únicamente a los últimos lanzamientos, sino que también abarca grandes clásicos como «Grease» o «2001: Odisea en el espacio». Este enfoque diversificado implica la necesidad de abonar los correspondientes derechos de exhibición, lo que contribuye significativamente a los desafíos financieros que enfrentan.

Además, se suma la inversión en la adquisición de la parcela, un elemento crucial para el funcionamiento del autocine. La ubicación y las instalaciones juegan un papel fundamental en la experiencia que ofrecen a su audiencia. Asimismo, los servicios de food trucks y el Diner americano que complementan la oferta del autocine también representan una carga financiera que las emprendedoras deben gestionar con eficacia.

Otro aspecto a considerar en términos económicos es el costo asociado al personal. Con una plantilla actual de 68 personas -siendo un 56% mujeres- , la nómina se convierte en un componente significativo de los gastos operativos.

En resumen, Cristina y Tamara deben equilibrar hábilmente estos diversos factores económicos para asegurar la viabilidad y sostenibilidad de su emprendimiento, manteniendo al mismo tiempo la calidad y singularidad que caracterizan a su autocine.

Fuente: Autónomos y Emprendedor