Los adolescentes españoles que podrían sacarnos de la crisis

Jaime Bravo: «Se ha subestimado a los jóvenes» 

Jaime Bravo tiene dieciséis años y cursa 1º de Bachillerato en la modalidad de Ciencias Sociales. Ya con catorce tuvo más que claro que su futuro estaría enfocado hacia la Economía y, de hecho, no dudó en estudiarse a los quince el popular manual empleado por varios profesores en la docencia universitaria, «Macroeconomía de Mankiw». 

Tanto Jaime como el resto de los jóvenes que han participado en este reportaje sorprenden, más que por sus logros, por la extrema madurez que demuestran sus palabras y sentido común. Su temprana edad es, no obstante, un arma de doble filo para su progreso: por un lado un tesoro más que preciado, por otro una barrera para su desarrollo. Cada uno de ellos se sabe un valor en alza de un país al que hoy «le sobra talento y le falta optimismo» y absolutamente todos coinciden en una cosa: España debe exprimir su jugo al máximo si quiere salir de esta. 

– ¿Cuáles consideras que son tus principales habilidades en el campo de la economía? 

Creo que uno de los problemas severos de los que adolece nuestro país es de espíritu crítico. Hay que plantearse todo una y otra vez y preguntarnos el por qué de las cosas. 

– ¿Qué te hizo interesarte desde tan joven por este mundo? 

El no aceptar lo establecido y el interés por ir siempre un poco más allá, así como las ganas de aprender constantes. 

«El instituto necesitaría investigar más y ser más crítico»

– ¿Cuáles crees que han sido tus principales logros hasta hoy?

He tenido la enorme oportunidad de conocer a muchas personas y muy interesantes. Muchos de ellos no son conocidos – y no lo entiendo – pero son personas que realmente me han ayudado a lo largo de mi tiempo envuelto en este ambiente. Todavía es muy pronto para ver los resultados, pero quiero seguir así durante toda mi vida académica. 

– ¿Cuáles son tus próximos proyectos? 

Este octubre tendré mi primer libro, que hablará sobre la juventud desde un punto de vista económico y desde dentro. Estoy desarrollando un par de teorías – una de ellas es la aritmética del exilio – que complementarán al libro y que serán una parte muy importante de éste. 

– ¿A qué tipo recursos has accedido para formarte paralelamente al instituto? 

Amazon es una gran fuente de conocimiento en tanto en cuanto allí es dónde adquiero los libros que compro sobre economía. Pero, seriamente, internet ha sido una gran ayuda. Siempre recuerdo una frase que oí que decía que tenemos más acceso a información que un premio nobel hace 50 o 60 años. 

– ¿Cómo valoras la formación que recibes en clase? 

Es complicado de definir. Ciertamente, a mí me gusta el ámbito académico y creo que es importante la labor que se hace en las universidades. Pero creo que al instituto le falta esa vena de investigar y de ser crítico que sí tienen otros sistemas educativos de Europa. Es esa situación una de las que lastra a nuestra educación. 

– ¿Qué cambios consideras necesarios en el sistema? 

Una de las cosas más importantes para nuestras escuelas es que propongamos una mayor enseñanza en inglés, en matemáticas y en redacción. Estas tres no sólo sirven para el campo económico como es mi caso, sino para muchos otros. 

– ¿Qué materias quitarías o añadirías? 

Necesitamos un conocimiento más amplio de finanzas, de economía y menos materias que son mucho más especializadas. El pacto debería ser algo así como salir formado para especializarte. De todas formas, en materia educativa debemos insistir mucho más. Algunos economistas han propuesto que el bienestar de una nación no se tendría que medir con el PIB, sino con el IDH (Índice de Desarrollo Humano) porque, entre otras cosas, el PIB no mide “la sociedad” sino sólo la producción de esta. Bangladesh, ve crecer su PIB mientras que los derechos laborales de los trabajadores y los créditos bancarios a estos caen. Quizá el nivel educativo de nuestra ciudadanía sería un indicador importante a tener en cuenta. 

«Me da pavor el concepto de «generación perdida»»

– ¿Qué barreras ha supuesto tu edad para tu desarrollo?

Creo que las ideas, si están bien formuladas, debería dar igual quién las promulgase. ¿Por qué no escuchamos a los más pequeños? ¿Y por qué apartamos a los más mayores? 

– ¿Tiene tu generación algo que enseñarnos? 

Los más jóvenes – en mi caso, la generación del 96 – siempre ha creído que todo es posible y que podemos luchar por cualquier cosa. En particular, esto se ha visto incrementado por dos cosas. La primera, internet, que nos permite desarrollarnos gratis. La segunda, las enormes posibilidades – en cualquier ámbito – derivadas de la formación que obtendríamos. 

– ¿Qué te ves capaz de aportar en el ámbito profesional? 

Un punto de vista diferente, creo. Por eso, en cuanto mi editor me propuso la idea de relatar la crisis y mi situación como joven en un libro acepté. Porque creo que es diferente. 

– ¿Quiénes son tus principales referentes? 

En el ámbito económico mis economistas favoritos son Paul Krugman, Joseph Stiglitz, Daron Acemoglu, me gusta Elhanan Helpman, Esther Duflo y Branko Milanovic, Amartya Sen y, por supuesto, John Maynard Keynes. En el ámbito español, José Moisés Martín Carretero, Jorge Fabra, Natalia Fabra, Cristina Narbona y todos los miembros del colectivo Economistas Frente a la Crisis son grandes profesionales. Además, en el ámbito del comercio internacional, Pol Antràs me parece uno de los mejores. 

– ¿Qué opinas del nivel educativo de nuestros jóvenes? 

Es complejo. Ya lo refleja Pisa, ¿no? Pero creo que no sabemos lo que pasa a nuestro alrededor y por qué. Es decir, que nos fijamos mucho más en aprobar un examen – con su correspondiente importancia – que en saber qué ha pasado en el mundo ayer. Respecto a las metas, mi experiencia personal me dice que hay muchos más que saben lo que quieren hacer que aquellos que todavía no han encontrado lo que les gusta. 

– ¿Te consideras parte de la «generación perdida»? 

Evidentemente, por vivir en una situación de crisis como esta creo que a los jóvenes nos han pegado una patada y nos han negado las oportunidades de las que ellos se beneficiaron. Pero me da mucho miedo, pavor, el término de generación perdida. Significa que nos dejan por imposibles porque ya no pueden hacer nada con nosotros. Por una parte quiero creer que no, que no me han perdido pero, por otro, siento que quieren perdernos de vista. 

– ¿Has pensado en emigrar para desarrollar tu carrera? 

Sí… independientemente de lo que todo esto conlleve, espero poder estudiar la carrera de Economía en Reino Unido. Creo que sería una experiencia increíble y me permitiría aprender de esta ciencia desde otra perspectiva. 

– ¿Qué crees que tu generación puede aportar a España? 

Creo que se ha subestimado demasiado a los jóvenes. Podemos – y queremos – aportar mucho. Ideas, para mejorar lo que nos sustenta. Pero, sobre todo, una nueva visión de lo que nos rodea. Y esa es una de las razones por las que hay tanto descrédito político y tanta necesidad de una nueva visión económica: porque hay muchos jóvenes que promueven la alternativa. 

Luis Iván Cuende: «Discriminar en base a la edad es inhumano» 

Luis Iván Cuende tiene 17 años, aunque su juventud no le ha impedido fundar una empresa -Asturix- y co-fundar otras dos -Cardwee y MeetPays-. Es, además, ganador del premio al mejor hacker de Europa menor de edad y ha sido seleccionado como joven asesor de la vicepresidenta de la Comisión Europea. Luis nos concede esta entrevista en plenos exámenes finales, cuando le queda un suspiro para acabar el instituto y pasar, al fin, a la vida universitaria. 

– ¿Cuándo empezaste a interesarte por la programación? 

Cuando tenía once años ya conocía algún concepto básico, pero fue a los doce cuando conocí el software libre y me empecé a interesar de verdad. Después, todo fue muy rápido. 

– ¿En qué han consistido tus principales proyectos (Asturix, Cardwee, MeetPays….) hasta el momento y cómo surgió la idea de darles vida? 

Asturix surgió como un sistema operativo gratis para Asturias. Desfortunadamente no hubo interés allí, y lo pivoté hacia un sistema operativo muy fácil e innovador. Y entonces empezaron las descargas por todo el mundo, se formó un equipo, ganamos premios… Cardwee, por su parte, nació con la idea de solucionar un gran problema respecto a la fidelización de clientes en las tiendas, que es lo desactualizadas que están las tarjetas de puntos, que suelen ser de papel o de plástico, las solemos perder y las empresas se gastan mucho dinero en ellas. 

-¿Cuáles señalarías como tus logros a día de hoy? 

Llegar al top 6 de los mejores sistemas operativos libres con Asturix fue un gran logro. También me siento orgulloso de ganar el premio de mejor hacker de Europa menor de edad (HackNow). Además, hace unos meses fui seleccionado como joven asesor de la Vicepresidenta de la EU. También he dado charlas por medio mundo hablando sobre múltiples temas, desde innovación hasta educación, y si tuviese que nombrar mi máximo logro, sería precisamente difundir mi mentalidad a otros jóvenes. Para que puedan conseguir sus sueños primero deben soñar, y me siento orgulloso de haber hecho soñar a muchas personas en grande.

– ¿Cual es tu papel en Cardwee? 

Actualmente estamos trabajando en el refinamiento del servicio para poder lanzarlo cuanto antes. Ya tenemos tiendas interesadas y la verdad es que no queda mucho trabajo por delante. Ahora mismo estamos teniendo problemas legales por ser menores (como siempre…) 

– ¿En qué otros proyectos estás involucrado? 

– Hace unos meses que estoy trabajando en MeetPays, una empresa en la que queremos cambiar la forma en la que el dinero funciona. Tengo otros muchos planes…pero poco a poco. 

– ¿Con qué recursos has contado para financiar tus iniciativas? 

Empecé con unos 50€ de propinas que me habían dado mis padres. Uno de mis errores al principio es que no pensaba nunca en el dinero. Y lo de “haz lo que te gusta, el dinero llegará” es mentira. Haz lo que te gusta, después piensa cómo monetizarlo, y después intenta hacerlo hasta que lo consigas. Actualmente en Asturix tenemos patrocinios con multinacionales como OVH, en Cardwee el capital invertido ha sido mínimo (tengo la suerte de contar con unos socios impresionantes) y en MeetPays hemos recibido inversión. 

– ¿Te resulta fácil conseguir inversores? 

Bueno… tengo dos visiones, ya que con mi empresa fallida no lo conseguimos. Pero, en cambio, con MeetPays la inversión vino sola. Literalmente, recibí una llamada y todo se puso a funcionar. 

– ¿Cómo es ser un emprendedor a los 17 años? 

Mucho de mi tiempo en mi carrera podría ser catalogado por cualquiera como desperdicio, tiempo en proyectos que nunca llegaron a salir adelante, por ejemplo. Pero siempre aprendo del tiempo invertido de forma poco correcta, con el fin de invertirlo mejor la sieguiente vez. Mis trabas sobre todo están relacionadas con ser menor. Sinceramente, complica todo demasiado. Por otro lado, las trabas legales también me molestan bastante. En software las posibilidades son infinitas, pero tranquilo que tendrás a los legisladores imponiendo barreras. 

«Estaría más que contento con que el Gobierno no pusiera trabas» 

– A nivel educativo, ¿has sido tratado de manera correcta por tus profesores? 

Es muy complejo… he tenido experiencias con profesores impresionantes y que me han tratado genial, y otros que no lo han hecho. Supongo que hay muchos temas sociales. Por ejemplo, si eres deportista de élite tienes todo tipo de ayudas por parte del sistema. Pero si creas puestos de trabajo, pues no. Otra cosa que odio del sistema es precisamente que no se valora el tiempo. Ni el mío ni el de cualquier otro alumno. Las clases son muy largas y todo es demasiado pesado, para una generación que está acostumbrada a vivir en mensajes de 140 caracteres. La educación es de las pocas cosas que no han evolucionado casi nadad desde hace siglos. 

– ¿Cómo valoras la formación que estás recibiendo? 

Partimos de que la formación no es la que yo quiero. Es decir, no es personalizada. Tenemos un sistema educativo que no avala la equidad, sino la igualdad. Es decir, todos iguales, cuando en cambio todos tenemos necesidades individuales. Y, por lo tanto, acabamos aburridos con clases que no nos interesan. Desde los doce años he tenido bastante claro lo que me gusta, pero he tenido que pasar por un sistema generalista. 

– ¿Qué cambios consideras necesarios? 

Lo primero es que las aulas no sean un túnel en el tiempo. ¿Qué es esto de no permitir móviles en clase? Después, que el rol actual del profesor desaparezca. Hoy en día el profesor es un dictador benevolente, es el máximo poder en una clase. ¿Por qué? No tiene sentido, no veo por qué no podemos dejar a los alumnos que ellos sean los dictadores de su educación, y que los profesores guíen y les ayuden, pero nunca dicten. Sinceramente, echaría a todos los profesores que traten como inferiores a sus alumnos o que usen métodos tradicionales de enseñanza sólo para tener que trabajar menos. 

Estas mejoras son sólo algunas de las que se deben llevar a cabo si queremos que el país no se hunda. El problema es que seguimos viendo la educación como un tabú. Aconsejamos a todo el mundo estudiar y pensamos que esa es la solución mágica a todos los problemas, pero no nos paramos a pensar en si la educación en sí es válida o no. 

– ¿Qué barreras ha supuesto tu edad en tu desarrollo? 

En cuanto al desarrollo personal, al principio padecí rechazo social por parte de la gente de mi colegio. Era el rarito, el friki. Hasta que empecé a salir en medios y ganar dinero, que desde entonces el trato es muy distinto. Desde el punto de vista profesional, las barreras legales son horribles. 

– ¿Qué trato has recibido o estás recibiendo por parte del Gobierno en tu rol de emprendedor? 

La verdad es que con que el Gobierno no me ponga trabas estaría más que contento… pero dado que mi marcador de la edad está situado ahora mismo en el número 17 resulta que no existo, y que como seguro que al ser tan joven me estoy fumando porros no me pueden dejar crear empresas por mí mismo. Con que solucionen eso estaría más que contento, la verdad. Respecto a las ayudas… creo que todos sabemos que llevan ausentes un tiempo. 

– ¿Qué crees que habrás conseguido en algunos años? 

Depende del ámbito. Creo que puedo servir de referente para que otros jóvenes que no lo tienen tan claro se lancen. Respecto al aspecto filosófico, soy un ferviente defensor del software y la cultura libre. Y en el ámbito técnico, tengo opiniones bastante fundamentadas sobre hacia dónde deberíamos dirigirnos. 

– ¿Es posible compaginar la vida profesional y los estudios de manera eficiente? 

Mi rutina consiste en madrugar, ir a clase, ir a la oficina, trabajar, hacer algo de deporte o alguna otra actividad, estudiar y dormir (poco). Hace unos días he acabado las clases formales, así que ahora tengo que dedicar mucho menos tiempo a ir a clase, pero cuando tenía que estar seis horas en clase, era simplemente insufrible. El sistema es tan rígido que no admite flexibilidad. Quizás si fuese un deportista de élite sí que se me aplicarían más excepciones, pero siendo un innovador no es así. 

– ¿Quiénes son tus principales referentes? 

Elon Musk, por su capacidad disruptiva, Mark Zuckerberg, por su determinación, Richard Stallman, por seguir sus principios y Larry Page por su humildad. 

– ¿Qué opinas de la situación que personas en tu misma condición viven en otros países, como EE.UU.? 

Antes pensaba que la localización daba igual… es mentira. Llevo desde los 12 años creando y emprendiendo, y aunque he tenido muchísimas cobertura mediática, conozco a personas en Londres o Silicon Valley que haciendo muchísimo menos obtienen una cobertura mediática mucho mayor. El problema es que la cobertura mediática suele ser sinónimo de oportunidades, por lo tanto esas personas tienen más probabilidades de tener un mayor éxito sólo por vivir en un lugar donde se les da más cobertura. 

– ¿Qué opinas del nivel educativo de los jóvenes españoles? 

Yo pienso que el nivel educativo no sólo se determina por las cualidades memorísticas o técnicas, sino que se determina por la formación de la personalidad, la capacidad crítica y los conocimientos prácticos. Dicho esto, pienso que el nivel educativo es pésimo. En el sistema educativo no se educa a personas listas para vivir en sociedad. El espíritu crítico se persigue. La creatividad también. Se premia la sumisión y la memorización. Por lo tanto, gracias a esta educación, las personas salen sin inquietudes, sin ambiciones… tuve la suerte de que, justo cuando mis ambiciones estaban a punto de desaparecer, descubrí por casualidad mi pasión. Pero esto no siempre ocurre así. Tenemos un gran potencial pero lo estamos echando a perder. 

«Si fuera un deportista de élite tendría más opciones»

– ¿Te consideras parte de una «generación perdida»?

Sí. No voy a hacer como algunas personas sobreoptimistas que hablan de que nuestra generación es la más preparada de la historia. Mentira. Nuestra generación quizás sea la que más potencial tiene, no la más preparada. En el 2012 ejercí de juez en el concurso que elige a los mejores programadores de Europa menores de edad, concurso que había ganado el año pasado. Del top 30 de proyectos, 5 eran españoles. España era el país con más proyectos en el top 30. El problema es que las personas detrás de esos 5 proyectos no salen en la televisión. O quizás sí salen, después de los 30 minutos de fútbol obligatorios en los que se analiza cada jugada a cámara lenta. 

– ¿Saldrás fuera de España para desarrollar tu carrera? 

Sí, claro. De hecho en cuanto me sea posible lo haré. Madrid es una ciudad que me encanta y donde hay mucho poder de desarrollo profesional, pero hay dos problemas. El primero, el económico. Las “facilidades” para las empresas en este país son ridículas respecto a otros países. El segundo factor es el social, pues cualquier programador o emprendedor escogería Silicon Valley o Nueva York contra Madrid, a pesar de la calidad de vida de España, simplemente por el reconocimiento social. En España los toreros tienen más reconocimiento social que los investigadores contra el cáncer. Algo falla. 

– ¿Consideras que España te brindará un futuro prometedor? 

Sí, otra cosa es que pueda ser más prometedor fuera de España. Aunque a veces parezca que dejo a España por los suelos, es un país muy especial y con muchas posibilidades de progreso, pero en mi campo simplemente hay otros países que lo hacen mejor. 

– ¿Qué puede aportar tu generación a este país? 

Frescura, ideas nuevas, estaría bien que impuestos… el problema es también que las generaciones anteriores han perdido confianza en la juventud, y esto es como la bolsa: si pierdes confianza cae y cae, hasta que alquien que confía en su futuro compra, y vuelve a subir.

Como nadie compra, tendremos que demostrar que merecemos esa confianza por nosotros mismos. Pero es complicado aportar si casi no tienes margen para hacerlo. Y además del estigma social de ser joven, está el problema legal de ser menor de edad. Nunca me cansaré de decirlo, discriminar a una persona sólo por que su edad, que es un número, sea menor que otro número, en este caso 18, me parece inhumano. No me creo que el ser humano vaya viajar a Marte pero no pueda crear sistemas de determinación de madurez decentes. Podemos aportar, pero tienen que dejarnos hacerlo. 

Alberto Elías: «El cambio en España vendrá de nuestra parte»

Como Luis, Alberto también tiene 17 años y está a punto de finalizar sus estudios de 2º de Bachillerato. Desde los diez años siente pasión por la informática, lo que le hizo comenzar a programar a la temprana edad de doce, aunque a emprender un poco más tarde… a los quince. Alberto Elías está especializado en el desarrollo de aplicaciones Web y para Android y es cofundador de la empresa Holalabs. Nos contesta a esta entrevista desde el mismo San Francisco por motivos de trabajo, aunque con la cabeza puesta en los exámanes que le quedan para finalizar el instituto. 

– ¿En qué han consistido tus principales proyectos? 

Actualmente soy el organizador del GDG (Google Developer Group) Murcia, que empecé hace un par de años. Organizamos charlas mensuales muy interesantes que reunen a desarrolladores de la zona. También monté Holalabs, desde la que lanzamos Holadesk, un escritorio desde el que podemos ver e interactuar con todo nuestro mundo online. Por último, soy asesor juvenil de Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea. 

– ¿Cuáles consideras que han sido tus principales logros? 

Mi primer logro fue organizar el GDG, llegando a ser la comunidad de desarrolladores más grande de la región y empezar a ver muchas personas que volvían evento tras evento, implicados en el grupo y con tantas ganas de hacer cosas, me satisfacía mucho. Por otro lado, con Holalabs estoy aprendiendo muchísimo sobre montar empresas y desarrollar productos grandes, y lo de ser asesor juvenil de Neelie Kroes es un logro en sí mismo. 

– ¿Tienes en mente algún proyecto de futuro? 

Por ahora estoy centrado en Holalabs, y en montarme mi vida en Londres, donde iré en unos meses. 

– ¿Mediante qué recursos has logrado financiar tus iniciativas empresariales? 

Principalmente ahorros propios, y algo de dinero que obtuve de familiares, cuando hice crowdfunding con ellos unas Navidades. 

– ¿Resulta fácil conseguir inversores? 

No, claro que no. Dinero para invertir hay, pero hay muchas startups últimamente, por lo que la competencia es muy alta. 

– ¿Cómo consideras que es ser un emprendedor adolescente? 

Comparado con muchos he visto menos mundo, tengo menos experiencia, y seguramente sea más inmaduro, tanto para lo bueno como para lo malo. Además, hay que llevar una doble vida, ya que no puedo dejar la educación y tengo que compaginar ambas cosas. Ahora mismo, mientras contesto esto, estoy en San Francisco, mañana sale mi vuelo de vuelta y me tocará prepararme un par de exámenes para los dos días de clase que me quedan. 

– ¿Cómo ha sido el trato por parte de tus profesores? 

La verdad es que desde mi centro me han apoyado en todo a la hora de cambiar exámenes por motivos de viajes o reuniones etc. y se lo agradezco mucho. 

«Necesitamos una educación más personalizada y adaptada»

– ¿Cómo valoras la formación recibida en el instituto?

Aunque estoy muy contento con mis profesores, creo que 2º de Bachillerato es un curso horrible donde solo escuchas la palabra “selectividad” hora sí y hora también. A mí me gustaría tener libertad para entrar y salir del centro cuando quisiera e ir a las clases que me interesan, porque no veo necesario estar en todas para sacar buenas notas y seguir el ritmo, y eso es lo que más me molesta entre todos los problemas que puede haber. 

– ¿Qué cambios consideras necesarios en el sistema? 

Creo que habría que investigar sobre el uso de la tecnología para dar una educación más personalizada y adaptada para cada alumno. Por otro lado, defiendo la libertad del alumno para elegir más lo que estudia, ahora mismo hay currículums demasiado fijos. 

– ¿Consideras necesaria, por ejemplo, una materia dedicada al emprendimiento? 

No estoy seguro. Como optativa, seguro, he visto implementaciones de esta asignatura y, cuando se hace de una manera práctica, los alumnos disfrutan y aprenden mucho. 

– ¿Qué barrera ha supuesto tu edad para tu desarrollo? 

Alguna vez ha sido una barrera, pero generalmente no ha sido así. Cuando la gente ve que vas en serio y con la madurez suficiente te ganas su respeto. 

– ¿Qué trato has recibido o estás recibiendo por parte del Gobierno? 

No he recibido ningún trato, creo que no hay nada para emprendedores menores de 18. Normalmente, la legislación impide muchas ayudas tanto públicas como privadas a menores. 

«En cuanto la gente ve que vas en serio, te ganas su respeto»

– ¿Qué consideras que tu generación tiene que enseñar a lo más adultos?

La principal diferencia de dichas generaciones actuales es que la mía ha nacido digital, con la tecnología en la mano, mientras que otras más mayores han tenido que aprenderla. Por ello, realizamos muchas tareas de una forma mucho más eficiente y de tal manera que ellos no lo entienden del todo bien. 

– En el sentido profesional, ¿qué te ves capaz de aportar? 

La verdad es que he trabajado mucho con el tema web y móvil y he leído mucho sobre ello, así que controlo bastante todo lo que está pasando y los siguientes pasos que se van a dar. 

– ¿Es posible compaginar la vida profesional y los estudios de manera eficiente? 

Es difícil, y al principio me costó muchísimo, pero ahora ya voy pillando trucos para llevarlo mejor. Hay que ser muy productivo para poder llegar a todo. 

– ¿Quiénes son tus principales referentes? 

Hay mucha gente con la que he hablado que me ha resultado bastante inspirador, como Martin Varsavsky, Lars Hinrichs, Hiten Shah…

– ¿Qué opinas de la situación que personas en tu misma condición viven en otros países, como EE.UU., donde quizás tienen más oportunidades demostrar sus éxitos? 

En el caso de EE.UU, aunque hay muchas oportunidades, también hay mucha competencia, aunque el que logre superar esa barrera llegará a mucho. 

– ¿A través de qué plataformas o eventos te has dado a conocer? 

En cuanto a plataformas, Twitter sin duda. Y eventos, muchos, en los dos últimos años he asistido a muchísimos, empezando por Mobile World Congress, e incluyendo Build, Google IO, Menorca Tech Talk, Campus Party Europe… 

«No creo en una ‘generación perdida’»

– ¿Qué opinas del nivel educativo actual de los jóvenes españoles?

El nivel educativo es la envidia de previas generaciones, pero aún así no es suficiente para siquiera compararnos con otros países de un nivel económico similar. Las ambiciones de los jóvenes son altas, pero nos cuesta mucho pasar a la acción. 

– ¿Te consideras parte de la llamada “generación perdida”? 

No creo en una generación perdida, somos una generación bastante bien educada y conozco a mucha gente muy ambiciosa. 

– ¿Has pensado en salir fuera de España para desarrollarte profesionalmente? 

Por ahora me voy a ir a Londres, que hay mucho movimiento en el mundo tecnológico. 

– ¿Crees que en nuestro país podrás optar a un futuro prometedor? 

En un futuro próximo lo tengo más fácil yendo fuera. Aquí se puede hacer mucho, pero es más difícil. 

– ¿Qué crees que tú y la gente de tu generación podría aportar a España? 

Esto necesita un cambio y vendrá de nuestra parte. Hay que luchar por cambiar muchas cosas, y darle un lavado de cara a nuestro país. Necesita nuestro apoyo para salir de la situación actual, y ya sea desde España o desde fuera, lo tendrá. 

Braulio Valdivieso: «Si no logro algo importante la culpa no será de España, sino mía» 

Braulio Valdivieso tiene 17 años y comenzó a programar con doce gracias a internet. Sus principales proyectos son SayJay e Incubator, en el que trabaja junto a Luis Iván Cuende y Jorge Izquierdo para ayudar a emprendedores jóvenes a lograr sus objetivos mediante visibilidad, financiación y formación. SayJay, por su parte, permite a los clientes de bares, discotecas o restaurantes elegir la música que va a sonar desde su smartphone. «Alguien me dijo una vez que era como una jukebox pero en versión 2.0, y mucho más rápido de utilizar», afirma. Por mucho que pueda sorprender, Braulio considera que, a día de hoy, no ha consiguido ningún «logro importante» en su corta carrera, ya que «lo grande está todavía por llegar». 

– ¿A qué te dedicas actualmente? 

Trabajo en Incubator. Como dentro de Incubator no hay una jerarquía muy establecida, hacemos todos lo que podemos. Yo por ejemplo he trabajado en el desarrollo de la página web y en la redacción de algunos documentos importantes y que definen al proyecto. 

– ¿Cómo es montar una empresa en España con 17 años? 

En primer lugar, no es legal que un menor de edad monte una empresa. Sé de primera mano que eso está resultando un problema para algunos jóvenes. En segundo lugar, si quieres montar una empresa en España, el capital inicial que necesitas es de 3000€. Las comparaciones con Reino Unido en este sentido son odiosas, puesto que el capital inicial necesario para formar una LTD es de 1€. Apuesto a que muchas más personas se atreverían a montar negocios online (de una inversión inicial muy baja) si no tuvieran que reunir primero 3000€ para constituir la sociedad. 

Otra cosa importante (para autónomos en este caso) es la cuota que tienes que pagar independientemente de lo que factures. Si tu negocio va bien, pagas (lo cuál no es extraño) sin embargo, si no has conseguido facturar un solo euro, también tienes que pagar. Si la cuota fuera más baja, veríamos a más jóvenes trabajando como autónomos. 

– A nivel educativo, ¿has sido tratado de manera correcta por tus profesores? 

He sido tratado de una manera correctísima por mis profesores. En cuanto a lo de si se ha sabido apreciar mi valía a tiempo, eso a mí me da igual. Considero que mis pofesores han hecho bien lo que tenían que hacer. 

– ¿Cómo valoras la formación que recibes en el instituto? 

Como necesaria. Hay cosas que estoy aprendiendo que jamás en la vida voy a volver a utilizar, eso es cierto. Sin embargo, hay cosas que he aprendido que sí voy a volver a utilizar, y que me resultarán muy útiles. Hay muchas cosas del sistema educativo que se deben cambiar, sin duda, pero eso no hace que la formación que recibo sea totalmente inútil. 

«Hay cosas del sistema que se pueden cambiar, pero eso no hace mi formación inútil»

– ¿Qué cambios consideras necesarios?

Me gustaría que se fomentara más la creatividad. Considero que muchos problemas se esfumarían si se nos enseñara a ser creativos. Con creatividad no me refiero simplemente a una creatividad que solo se dedique al arte. Me refiero a una creatividad que te permita encontrar formas distinta de enfocar los problemas, que te haga saber que no tienes que seguir el método establecido en todo momento. Si todos fuéramos creativos, la innovación sería lo normal en el mundo de la empresa, con todos los beneficios que eso conllevaría. 

– ¿Consideras necesaria, por ejemplo, una materia dedicada al emprendimiento? 

Necesaria no. Sin embargo si me parecería bien que existieran optativas de este tipo. Considero que a parte de enseñarnos como hacer currículums y cartas de presentación, podrían explicarnos que existe la posibilidad de tener una idea y montar una empresa a partir de ella. 

– ¿Tu edad ha supuesto un impedimento para tu desarrollo? 

Lo cierto es que yo he tenido suerte respecto a eso, porque siempre he tratado con gente que está a favor de la valía de la gente joven. Por ejemplo, nunca he ido a un banco a pedir un crédito para ningún proyecto (porque muy probablemente ahí sí que no se nos tomara en serio) pero sin embargo sí que he podido entablar conversaciones muy productivas con personas de empresas más modernas. 

Aunque hay muchas desventajas, eso está claro, también existen ventajas a la hora de ser así de joven. Por ejemplo, es mucho más fácil conseguir efecto mediático con lo que estás haciendo. Llama muchísimo más la atención una persona de 18 años lanzando su empresa que una persona de 30. Me imagino que esa es la parte buena. 

– ¿Qué crees que podrás aportar a este país con tus conocimientos? 

La mayoría de la gente que he visto en el sector de las compañías de tecnología (en España al menos) sabe muchísimo de tecnología, pero no tanto de ciencia a un nivel más profundo. El conocimiento de ciencia pura, en unión a la tecnología que ya conocemos puede llevar a las empresas a innovar de una forma que resultaría imposible para otras empresas que no dispusieran de personal científico. Ahí es donde creo que yo puedo aportar, puesto que mis gustos están muy orientados hacia la vertiente más científica y la formación que reciba va a ser acorde a mis gustos.

– ¿Cómo es tu rutina habitual? 

Depende de la época. Está claro que en época de exámenes no puedes dedicarte a hacer casi nada más que cosas relacionadas con la escuela. De todas formas, si sabes organizarte bien puedes tener más tiempo del que crees. 

– ¿Quiénes son tus principales referentes? 

La persona a la que más admiro en este mundillo es Elon Musk. No es que quiera ser Elon Musk 2, ni de lejos, pero es una persona ciertamente inspiradora. 

«Tener menos oportunidades no puede ser una excusa»

– ¿Qué opinas de la situación que personas en tu misma condición viven en otros países, como EE.UU.?

Lo que sucede en EEUU es que el ecosistema emprendedor de allí es muchísimo más grande que en España. Si una persona a la que interesa la tecnología de la misma forma que nos interesa a nosotros hubiera nacido al lado de los headquarters de Google, le hubiera resultado mucho más fácil hablar con gente importante de allí y conseguir el éxito. Me parece bien que allí se tengan muchas oportunidades, lo que no me parece tan bien es que nosotros tengamos menos oportunidades. De todas formas, eso no puede ser una excusa para no intentar nada. 

– ¿A través de qué plataformas o eventos te has dado a conocer? 

Twitter, sobretodo. A través de twitter he conocido a gente que probablemente resulte muy importante en mi futuro laboral. 

– ¿Te consideras parte de la llamada “generación perdida”? 

Por supuesto que no. La verdad es que no sé quién se ha inventado eso de la generación perdida, pero me parece una tontería enorme. Quizá no vaya a haber tantas oportunidades como uno hubiera esperado hace unos años, pero la gente que busque soluciones muy probablemente las acabará encontrando. 

– ¿Has pensado en salir fuera de España para desarrollarte profesionalmente? 

Quizás suene un poco simple, pero iré a donde tenga que ir para conseguir lo que quiera conseguir. Si en algún momento veo que yéndome fuera tendré una oportunidad que en España no puedo conseguir, me iré, naturalmente. 

– ¿Crees que en España podrás optar a un futuro prometedor? 

Pues si trabajo lo suficiente está claro, al igual que todo el mundo. Una cosa distinta es que en España sea más difícil optar a un futuro prometedor que en otros países, lo que probablemente sea cierto. Sin embargo, si en un futuro encuentro que no he hecho nada importante, no voy a poder echar la culpa a España, la culpa habrá sido mía. 

– ¿Qué crees que tú y la gente de tu generación puede aportar a nuestro país? 

Me encantaría que pudiéramos convertir alguna ciudad de España en un polo tecnológico tal como lo son Sillicon Valley, Israel. Talento hay de sobra en España a nivel de tecnología (y no soy yo el único que lo dice) pero como ya he dicho antes, por ahora existen impedimentos legislativos. Esperemos que si se adopta una legislación más favorable a los emprendedores podamos dedicarnos enteramente a hacer lo que nos gusta: desarrollar productos, sin tener que preocuparnos por trámites burocráticos y líos administrativos. 

Néstor Palao: «¿El secreto? Pasión + pasión + pasión»

Fue a los once años cuando las nuevas tecnologías irrumpieron en la vida de Néstor Palao y determinaron el que sería su rumbo profesional. Se interesó, desde bien temprano, por el mundo Apple y fue por ello por lo que decidió aprender a desarrollar aplicaciones y páginas webs para terceros con el fin de recaudar dinero para comprar un smartphone. Asegura que fue «por casualidades» por lo que llegó a este duro mundo del emprendimiento y en el que lanzó numerosos proyectos aunque el éxito no llegara a llamar a su puerta. En la cabeza de Néstor no existe el miedo al fracaso, tan común en muchos tímidos emprendedores de nuestro país. Poco a poco, y con mucho tesón, este joven ha ido dando vida a nuevas ideas hasta el día de hoy cuando, con solo 16 años, ya forma parte de dos empresas en papel de socio, tarea que compagina con la creación incesante de nuevos proyectos. 

– ¿Cual es tu actual papel en la última startup en la que has participado? 

Cardwee es un gran sueño y proyecto en el que hemos implicado mucho esfuerzo y dedicación para conseguir crear una plataforma con la que pretendemos llevar a otro nivel las tarjetas de fidelización comunes. Teniendo la posibilidad los comercios de crear nuevas promociones y obtener estadísticas del desarrollo de las anteriores desde sus propios teléfonos de última generación, donde los clientes portan también sus tarjetas y son canjeadas en las tiendas en tiempo real. En Cardwee cumplo un cargo centrado en las relaciones comerciales, la captación de clientes, el enfoque del producto al mercado, el respeto de la marca y también pequeñas tareas de diseño. 

– ¿En qué proyectos de futuro estás también involucrado? 

Actualmente centro la mayoría de mi esfuerzo en sacar adelante las dos compañías en las que participo, además de algunos proyectos de terceros o pequeños sueños como Anchor, un cliente para dispositivos iOS de Twitter, y App.net, centrado en el diseño y la usabilidad, que ideé y me gustaría finalmente llevar a cabo. Durante la época lectiva, el acudir a clase me quita mucho tiempo así que tengo que hacer un esfuerzo tanto de organización como de estudio para sacar adelante todo sin descuidar ningún detalle y superar el curso. 

-¿Cómo te las ingeniaste para aprender a diseñar a una edad tan temprana? 

Como siempre defiendo, la fórmula secreta es: pasión + pasión + pasión. Empecé en el diseño de forma autodidacta, viendo tutoriales, leyendo en blogs referidos al diseño e investigando las propiedades y nuevos métodos para mejorar mi técnica.

«Deberíamos erradicar la discriminación a los jóvenes por su edad»

– ¿Qué barreras has encontrado en tu temprana edad?

Muchas veces, más si cumples cargos de cara al público o de búsqueda activa de clientes, notas como la edad es un factor aliciente para que te escuchen debido a la sorpresa de que con tu «edad» pongas en funcionamiento una compañía, pero tras ello notas como imaginan poca seriedad desestimando tu producto o servicio. ¿Un simple número que indica el número de veces que se ha repetido nuestra fecha de nacimiento puede indicar la viabilidad de tus ideas o tu madurez? Deberíamos erradicar esta casi «discriminación» a los jóvenes por su edad, y valorarnos por nuestras aptitudes así como ideas y propósitos. Es inútil prohibir a alguien hacer algo si es realmente su pasión y quiere disfrutar con ello cuanto antes. 

– ¿Han sabido tus profesores apreciar tu valía? 

Mis profesores conocen mi etapa «emprendedora», mis proyectos e ideas, pero no creo que deban ni sea ético tratarme de forma diferente al resto de los alumnos. Siempre defiendo que soy un cualquiera, solo que he encontrado mi pasión y la he potenciado hacia el camino correcto antes que el resto de jóvenes.

– ¿Qué cambios consideras necesarios en el sistema educativo? 

En mi opinión, el talento se encuentra en todos, pero tenemos que potenciarlo, cosa que ahora mismo no hacemos en la sociedad. Nuestra educación nos corta las alas y solo nos permite estudiar y dejar lo aprendido en un examen, para olvidar lo memorizado unas pocas horas después. No digo que haya que eliminar materias ni suprimir profesores, pero tenemos que educar básicamente en creatividad y potenciar valores como el talento (por lo menos ayudarles a buscarlo) y la imaginación. En el sistema actual aplicamos los mismos conceptos a todos los alumnos, independientemente de sus capacidad u orientaciones futuras.

Lo más triste del tema es que nuestros dirigentes no muestran ningún tipo de interés en la mejora del sistema y solo se centran en modificar los parámetros cada pocos años. 

– ¿Sería necesario educar en emprendimiento? 

En ningún caso. No creo que la educación deba «obligar» a los jóvenes o alumnos a tomar conciencia de unos ciertos métodos, sino que debe llevar impresa en su ser el fomento de la creatividad y la innovación. No todos tenemos que ser empresarios. 

– ¿Qué trato has recibido por parte del Gobierno? 

Por parte del Gobierno el trato ha sido mínimo. Lo único que encontramos son trabas, problemas y multitud de papeleo. España cuenta ahora mismo con una cifra de parados inmensa, además de encontrarse cantidad de jóvenes en esta situación, quienes tras verse inmersos en años de duro aprendizaje y asimilación de conceptos ven como su esfuerzo no tiene aplicación. Si ponemos cada vez más problemas para empresarios y aumentamos los costes para la creación de empresas, el número de compañías se reduce, así como los beneficios. 

– ¿Qué consideras que tu generación tiene que enseñar a lo más adultos? 

Hemos nacido con la tecnología corriendo por nuestras venas y creo que somos perfectos para aplicar ese modelo abierto y global que internet nos ha ofrecido al resto de tareas comunes. 

– ¿Se pueden compaginar la vida profesional y los estudios de manera eficiente? 

Entre semana madrugo bastante y empiezo la jornada cerca de las 06:30 programando el día, estudiando lo que tengo que cumplir y marcando unos objetivos. A continuación acudo a clase y al llegar de nuevo a casa aprovecho para diversificar el tiempo entre estudios, deporte, ocio y cumplir mis objetivos en cuanto a diseño y mis cargos en las diferentes empresas. El secreto se basa en una buena organización del tiempo, aunque debo de confesar que pierdo bastantes horas de sueño para atender todas mis funciones. 

– ¿Qué opinas de la situación que personas en tu misma condición viven en otros países? 

Nacer y poner en marcha tus proyectos en Estados Unidos puede ser un beneficio, pero simplemente a diferencia de Europa o España por esa cultura que ve en el emprendimiento la base de la economía, y este ecosistema es muy propicio para la creación de empresas. 

«En España estamos sumidos en la titulitis»

– ¿Te consideras parte de la llamada “generación perdida”?

La sociedad española, pese a actualmente vivir sumidos en una tremenda crisis, se tacha con calificativos degradantes en vez de tomar cartas en el asunto y buscar soluciones reales a los problemas que tenemos día a día. Hace tan solo unos días leía un informe que comentaba el ranking de los países más concienciados y preocupados por la mejora de la educación y en el que se posicionaba a España como el país 27 de unos 45, por detrás de algunos como Camerún o Nigeria. Nuestro país da palos de ciego sin conseguir unas metas ni dictarlas en ningún momento. 

– ¿Has pensado en salir fuera de España para desarrollarte profesionalmente? 

Más que para un desarrollo a corto plazo por parte de las empresas en que participo, pensaba en salir al extranjero para mis estudios y de este modo mejorar mis conocimientos fuera de España, pero aún no lo he decidido. Desde luego para un aprendizaje tecnológico, viajar una temporada o estudiar en Estados Unidos es algo inmejorable. 

– ¿Crees que en España podrás optar a un futuro prometedor? 

Los estudiantes y profesionales deben de pensar en global, no posicionando sus metas en local. Si busco trabajo o quiero lanzar mi producto no solo debe de ser en España, sino para todo el mundo. 

– ¿Qué crees que podrán aportarte tus futuros estudios? 

En España estamos sumidos en una cierta «titulitis». Si un joven no tiene una carrera, aunque no le guste lo más mínimo lo estudiado, está dirigido al fracaso, o eso se piensa en la sociedad. Unos estudios, más en el caso de ser superiores, aportan una especialización y conocimientos muy útiles, pero siempre contando con la predisposición por parte del alumno por aprender. 

– ¿Qué crees que ha hecho que tus proyectos triunfen? 

Puede ser que en parte la edad, pero creo que sobre todo este factor ha ayudado a la difusión de mis ideas y conocimientos. Lo que realmente ha podido hacer fructíferos algunos de mis proyectos, sin creer que haya llegado al éxito, ha sido el esfuerzo, dedicación, pasión y pérdida de miedo temprana por la búsqueda de lo que realmente quería conseguir y las herramientas para ello. 

– ¿Qué consejo das a esos jóvenes emprendedores que ven casi imposible iniciarse tan pronto en este mundo? 

No tengas miedo. Lo máximo que puede ocurrir es que fracases, pero si quieres llegar alto debes superar esas adversidades y ser fuerte. Encuentra tu pasión, busca ayuda en tu familia para que te aconsejen y lánzate a llevarla a cabo. Si de verdad te diviertes y amas por lo que luchas, todo llegará rodado. 

Jorge Izquierdo: «Soy parte de la generación con más oportunidades de la Historia» 

Jorge Izquierdo es el más joven de los adolescentes entrevistados para este reportaje. A punto de iniciar sus estudios de Bachillerato, este adolescente cursa actualmente 4º de E.S.O. y centra, por el momento, su carrera profesional en el mundo Apple, compañía para la que ha desarrollado varias aplicaciones que están ya a la venta AppStore como Showy, un gestor de series de televisión que ha tenido una importante repercusión. 

– ¿Cómo valoras los proyectos que has desarrollado hasta el momento? 

No considero que ninguna de las ideas de mis «apps» haya sido visionaria, simplemente encontré una necesidad propia y lo desarrollé de forma que pudiera resolverme el problema a mi mismo, y además al mayor número de personas posible. 

– ¿En qué proyecto estás centrado actualmente? 

Ahora mismo me encuentro poniendo en marcha una startup que he confunado con mi amigo Luis Ivan Cuende, Cardwee. 

– ¿Cuáles destacarías como tus principales habilidades? 

Me considero una persona crítica, optimista y con ganas de aprender cosas interesantes constantemente. 

«Nos agrupan a todos los jóvenes en el mismo saco»

– ¿Qué barreras ha supuesto tu edad?

Coincido con algunos amigos de este mundillo en que la discriminación por edad es real, es tan mala como la discriminación por otros factores como pueden ser la raza, religión o sexo. Básicamente agrupan a todos los «jóvenes» en el mismo saco. Otro punto común que vemos es que cuando discriminamos, en parte, lo hacemos por el «miedo» a que estas personas que consideramos «inferiores» vengan y nos quiten el pan a los «mayores». Si lo piensas, es una tónica que se repite en todos los casos. 

Ahora mismo me encuentro en conversaciones con Apple y es posible que a finales de junio cierren mi cuenta de desarrollador y borren mis apps (perdiendo todos mis clientes) por el simple hecho de ser menor y no poder firmar «legalmente» unos documentos que permiten la venta en su tienda online. 

– A nivel educativo, ¿has sido tratado de manera correcta por tus profesores? 

Tengo mucho aprecio a mis profesores porque me han ayudado y ayudan a convertirme en la persona que soy hoy. El no aprovechamiento de las capacidades individuales y la agrupación de todos los alumnos llevándolos por el mismo camino viene de más arriba y no pienso que sean los responsables. 

– ¿Qué cambios consideras necesarios o urgentes en el sistema educativo? 

Básicamente dos. Cambiar la manera de enseñar, aprender a base de memorización no valora lo bueno que eres en un tema o tu aptitud para este, simplemente cuan buena es tu memoria. Y también un cambio en la manera de evaluar pues los exámenes, tal como están planteados, hacen estudiar por miedo a suspender, no hay más. Sé que es muy fácil decirlo, pero elaborar un sistema partiendo de un cambio en esos dos pilares haría de la educación algo placentero, lo que debería ser. 

– ¿Consideras necesaria, por ejemplo, una materia dedicada al emprendimiento? 

No como una materia como tal. Aunque sería interesante explicar a los alumnos qué otros caminos distintos al «normal» existen. 

«La educación debería ser algo placentero»

– ¿Qué consideras que tu generación tiene que enseñar a lo más adultos?

Intentamos enseñarles todos los días, pero muchos se niegan a abrir los ojos. 

– ¿Es posible compaginar la vida profesional y los estudios de manera eficiente? 

Perfectamente. Voy a clase, trabajo en mi startup, juego en un equipo de fútbol y salgo con mis amigos. Todavía no he suspendido un examen en toda la ESO. Todo consiste en optimizar el tiempo y no derrocharlo. Es increíble el número de horas que ganas respecto a otros por no ver la televisión. 

– ¿A través de qué plataformas o eventos te has dado a conocer? 

Me gusta asistir siempre que puedo a diversos eventos, sobretodo dentro del mundillo del desarrollo. Mi primera presentación de una «app» fue en TheAppDate, que se celebra en Madrid mensualmente. Otro de mis eventos favoritos es Betabeers, donde he presentado mis proyectos varias veces. He sido uno de los 150 estudiantes que este año han recibido una beca para asistir a la WWDC (Conferencia anual de desarrolladores) en San Francisco. Es un gran evento y va a ser una muy buena oportunidad para conocer gente. 

– ¿Qué opinas del nivel educativo actual de los jóvenes españoles? 

Somos unos grandes memorizadores. Es lo que se pide de nosotros. El nivel que tenemos es directamente el que nos imparten. 

– ¿Te consideras parte de la llamada “generación perdida”? 

Me considero parte de la generación con más oportunidades de la Historia. 

– ¿Has pensado en salir fuera de España para desarrollarte profesionalmente? 

Me encanta conocer mundo y me gustaría vivir fuera una parte de mi vida.

Fuente: ABC (29/05/2013)