«Londres quiere más restaurantes de tapas» El cocinero extremeño tiene dos restaurantes en Londres, acaba de publicar sus segundo libro de recetas y es un habitual de la prensa británica.

José Pizarro, cocinero español que triunfa en el el Reino Unido lo tiene claro.

Hace unas semanas, David Cameron, el primer ministro británico, convocó a un selecto grupo de cocineros a su residencia de Downing Street. Como representación española estaban Ferrán Adrià, Juan María Arzac y su hija Elena, y José Pizarro.

Pizarro es el cocinero español más famoso de Londres. Tiene dos restaurantes abiertos -José y Pizarro-, un puesto en el mercado de Maltby Street, acaba de publicar su segundo libro de recetas, y es una cara habitual en la prensa y la televisión británica. En Twitter cuenta con 6.500 seguidores, donde tan sólo escribe en inglés.

Los británicos adoran los programas de cocina y Pizarro es el mejor embajador del aceite de oliva, la dieta mediterránea y el jamón ibérico. Es el equivalente en Reino Unido a José Andrés, el chef español que triunfa en Estados Unidos y cocinó hace poco para Barack Obama.

Pizarro, de 40 años, habla con pasión y está convencido de que la cocina española de calidad, y sobre todo las tapas, pueden crecer de forma extraordinaria en una ciudad como Londres. «Las tapas están de moda y hay que aprovechar este momento», dice Pizarro.

En los últimos años se han abierto una docena de restaurantes de gran calidad en la ciudad -Ibérica, Brindisa, Cambio de Tercio y Zorita’s Kitchen son algunos ejemplos- pero el extremeño está convencido de que hay sitio para más. «Si son de calidad, cuantos más restaurantes españoles haya mejor«, asegura. «Londres quiere más restaurantes de tapas», añade.

La idea de Ferrán Adrià de abrir una cocktelería en la capital del Támesis sería una gran iniciativa. «Sería buenísimo para la cocina española y para la imagen de nuestro país», explica el cocinero.

Pizarro llegó a Londres hace 13 años, después de trabajar desde muy joven en restaurantes de su Extremadura local y de Madrid. En la capital británica se unió a Brindisa, uno de los mayores importadores de productos españoles de Reino Unido. Llegó a ser chef y accionista de la compañía, pero su propósito era tener su propio negocio.

Pizarro dice que siempre se ha sentido empresario. Incluso cuando trabajaba 18 horas al dia en un restaurante que no era suyo. «Es una cuestión de querer hacer bien las cosas», dice, aunque reconoce que tener un restaurante con su nombre en la puerta era su gran ilusión. «Soy ambicioso, me gusta luchar por lo que quiero», asegura.

En Londres vive en Bermondsey -un barrio de moda entre jóvenes ejecutivos en la orilla sur del río Támesis-, a cinco minutos andando de sus dos restaurantes: José, de tapas, y Pizarro, con una cocina más elaborada. «Llevo un estilo de vida muy español. Voy andando al trabajo, saludo a los vecinos por la mañana y tengo plantadas en mi terraza geranios, hierbas aromáticas y hasta un olivo», explica.

Sus dos locales tienen una plantilla de 50 empleados, una gran familia de la que se siente el padre. «Duermo poco, cuatro o cinco horas al día, pero una de las pocas cosas que le quitan el sueño es pagar las nóminas a fin de mes», asegura.

Ahora intenta aplicar en su negocio lo que ha ido aprendiendo a lo largo de los años. «La mejor forma de crear una empresa es dar participación a tu gente. Las personas claves de mi negocio son también accionistas», asegura.
José, un local de 52 metros cuadrados, sin mesas y donde la gente come de pie, tiene un éxito fuera de lo normal. Ofrece 1.600 comidas a la semana, con un ticket medio de 30 libras (34 euros). Gordon Ramsay, uno de los cocineros más famosos del país, pasó hace unos días por allí para conocer el local. «Tengo ofertas para abrir en Hong Kong, en Dubai y hasta en Barcelona. Pero de momento quiero esperar un poco antes de franquiciar el negocio«, dice Pizarro. Saborear el éxito también requiere su tiempo

Fuente: Expansión (22/06/2012)