La nave industrial de 100 años de un pueblo de Granada es ya una fábrica de cerveza La rehabilitación ha mantenido la estructura original del edificio y parte de las pinturas que tenían las paredes por sus anteriores usos.

Robustiano ha visto desde que era un niño el edificio de la fábrica de la Espartera, en Benalúa. Lo que entonces no imaginaba es que a sus 39 años y tras ahondar en la historia de la estructura, conseguiría establecer en él un negocio familiar que llevaba persiguiendo buena parte de su vida: una producción de cerveza artesanal ubicada en el corazón de la comarca de Guadix.

«Buscábamos un lugar especial, que se adaptara a nuestras necesidades pero que tuviese también una historia. No queríamos que fuese la típica nave industrial», explica. Fue entonces cuando un vecino del pueblo le habló de la antigua fábrica de Espartera de Benalúa, conocida en toda la comarca por su trayectoria patrimonial, y pensó que era la opción perfecta para llevar a cabo su proyecto. Un proyecto que iniciaron en 2017 y que se ha convertido en una realidad poco más de cinco años después. «Ha sido un deseo familiar y personal que llevábamos tiempo persiguiendo», añade.

La estructura se inauguró hace exactamente 100 años, en 1923, y su importancia estuvo enormemente ligada a la llegada del ferrocarril a la comarca, lo que generó la industrialización del terreno. «Se ha fusionado una actuación sostenible con el mantenimiento de un edificio histórico de gran importancia en nuestra tierra», afirma el responsable del centro de estudios Pedro Suárez, José Manuel Rodríguez Domingo.
La rehabilitación del espacio se realizó por una subvención procedente del Grupo de Desarrollo Rural de Guadix y consistió en la limpieza de las instalaciones, la recuperación de la piedra y los ladrillos que conforman las paredes del interior, así como el refuerzo de la estructura y la sustitución de algunas tejas que se encontraban en muy mal estado y que ha sido necesario reponer. También se han añadido diversos azulejos que terminan de componer las paredes. «Se ha mantenido en todo momento su fisonomía original y se han respetado todas aquellas partes que se encontraban en buen estado», indica Robustiano. Además, también han recuperado parte de unos grafiti que había en la pared frontal y que se hicieron hace algunos años a modo de decoración ya que el recinto funcionó como espacio de fiestas y conciertos. «Aunque buena parte de los dibujos se habían perdido, hemos intentado recomponerlos porque le da una estética juvenil y contemporánea y porque esa idea nos hace recordar que la antigua fábrica tuvo también otros usos antes de convertirla en una fábrica artesanal de cerveza», explica el actual propietario.

Las distintas naves que forman la antigua fábrica de esparto de Benalúa funcionaron también como la Azucarera del municipio y como prisión de partido durante los años de la Guerra Civil.

Todo el conjunto, compuesto por grandes recipientes donde elaborar la cerveza, se funde en una nave de grandes dimensiones ubicada en la entrada de Benalúa de Guadix y cuyo objetivo, tal y como indica Robustiano, es imitar a una fábrica de cerveza propia del centro de Europa, donde la estructura y la imagen desempeñan un papel fundamental. «Hemos conseguido traer al sur de España un diseño propio de la antigua industria belga que se centra en la producción artesanal», sentencia.

Fuente: Ideal