La dificultad para financiarse, el talón de aquiles de los emprendedores

El año 2016 ha cerrado con un significativo desarrollo de numerosas startups y todo indica que esta tendencia va en aumento. Según el reciente estudio publicado por la aseguradora Hiscox, ADN del Emprendedor, este crecimiento se ha producido en el 69% de los casos.

Sin embargo, como con todo, nos encontramos con la otra cara de la moneda. La situación no podía ser perfecta. Los emprendedores españoles se muestran de acuerdo en señalar que durante el proceso de creación, desarrollo y crecimiento de sus startups se topan con muchos obstáculos que les dificultan alcanzar sus metas empresariales.

Problemas destacados

Entre los más destacados se encuentran la burocracia, la legislación laboral o el sistema tributario. Pero la principal dificultad que a todos les quita el sueño y que, aseguran, supone un grave problema a la hora de emprender, es la captación de fondos. Los bancos suelen mostrarse recelosos a la hora de conceder créditos y la inestabilidad política actual no permite definir la concesión de ayudas.

A su favor, la inestabilidad bursátil y los bajos tipos de interés hacen que el capital privado tenga que buscar alternativas. Y los emprendedores, sobre todo los de base tecnológica, se están beneficiando de este ciclo económico, porque en el mercado existe dinero buscando nuevas oportunidades.

Afortunadamente, las alternativas de financiación se convierten en la luz al final del túnel para muchos emprendedores que no han podido obtener el capital necesario a través de sistemas tradicionales. El crowdfunding, los Friends&Family, los business angels o los fondos de capital privado pasan a ser nuevas vías de financiación.

Además, el emprendimiento se sustenta de un tejido que todo emprendedor que busque financiación debería sondear. Este se basa en coworkings, mentores, eventos, como la Semana Nacional del Emprendedor o el Startup Weekend, incubadoras, aceleradoras, como Seedrocket o Incubio, apoyos fundamentales que aportan ayuntamientos, como los de Barcelona y Madrid, o recursos financieros como Enisa.

No solo se trata de dinero, sino de involucrar dinero inteligente o smart money con ideas y talento. Los fondos de capital privado, o venture capital, cuentan con gran liquidez e invierten en startups que se encuentran en fase de creación o crecimiento. El objetivo de las empresas que crean sus propios fondos de inversión es invertir en proyectos con alto potencial para impulsar y acelerar su desarrollo. El cambio comienza en la educación. Las escuelas de negocios empiezan a ser conscientes de ello y algunas ya han creado sus propios fondos de capital privado para acelerar la innovación y fomentar el ecosistema emprendedor. De entre las escuelas que con sus fondos de capital apoyan a los emprendedores en los procesos de captación de financiación destacan ESADE, IESE o la escuela de los emprendedores IEBS.

Óscar Fuente, director de IEBS, mentor en Seedrocket e impulsor del fondo de capital privado de la escuela, asegura que «los principales problemas con los que se encuentran los emprendedores a la hora de buscar financiación son el bajo conocimiento sobre el procedimiento a seguir y la falta de contacto con inversores». Fuente añade que con la creación de este fondo quieren «ofrecer una oportunidad a todos los alumnos de la escuela con proyectos viables y que necesiten financiación para impulsar el crecimiento de sus startups».

Fuente: El Economista (23/02/2017)