Inversión, negocio y algo de fútbol Ucrania y Polonia esperan rentabilizar una inversión conjunta de 26.600 millones de euros. Los 16 países en competición se juegan mucho más que la gloria deportiva.

Durante las tres semanas que dura el campeonato, Polonia y Ucrania serán los anfitriones de aproximadamente 1,4 millones de visitantes, según las estimaciones de la UEFA, y una correcta gestión es el mejor escaparate turístico y comercial imaginable. La UEFA exige a los organizadores de la Eurocopa unos estándares mínimos de calidad en las infraestructuras deportivas, de comunicación y de transportes, y la garantía de que la prestación de servicios se cumple adecuadamente. Delia Castaños y Lucía Mediavilla, abogadas del departamento de Derecho Deportivo del despacho MLA Associates, aseguran a esta revista que el impacto de estas competiciones en la economía de un país suele ser positivo, y ponen como ejemplo el incremento del PIB de Sudáfrica en un 1% en 2010 como consecuencia del mundial, cuando se estimaba que solo subiera medio punto.

Con el propósito de impulsar sus economías, los dos países organizadores de la Eurocopa han invertido, en conjunto, 26.600 millones de euros. La mayor parte de este monto corresponde a Ucrania, con un total de 14.244 millones de euros, que ha destinado principalmente (un 60,5%) a la renovación de la red de transportes, según un informe del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) elaborado con información del Ministerio de Economía ucraniano. Mientras que la financiación de Ucrania proviene en aproximadamente un 50% de la inversión privada, el presupuesto de Polonia ha sido aportado casi en su totalidad por dinero público, según informa Castaños a esta revista.

Los autores del ensayo económico ¡El fútbol es así!, el periodista Simon Kuper y el economista Stefan Szymanski, no se muestran nada optimistas. En su libro citan un estudio en el que se advierte que la inversión de Polonia podría llegar a ser contraproducente: “Es posible que las carreteras que llevan a los estadios y los hoteles de lujo en ciudades de provincias nunca lleguen a amortizarse”.

Desde hace años, el banco holandés ABN Amro elabora un informe llamado Soccernomics que publica poco antes de la celebración de una competición futbolística de estas características. En el documento redactado para la presente Eurocopa elogian la fortaleza económica de Polonia, cuyo PIB ha crecido un 15% con respecto a 2008, y citan otro estudio de 2010 que establece que la Eurocopa supondrá un empuje en el PIB polaco de hasta un 2,1%. El efecto en Ucrania, según este mismo banco, no será tan significativo, por un lado porque el país aún se está recuperando de la aguda contracción de su economía sufrida en 2009 y, por el otro, a causa de la necesidad de renovar su crédito con el FMI, que no será renegociado, en principio, hasta después de las elecciones de octubre.

Mientras que las consecuencias en las economías de los países anfitriones solo podrán comprobarse a medio plazo, tras el final de la competición, las federaciones de cada país participante se juegan un botín mucho mayor que la simple gloria deportiva que otorga levantar el trofeo. Según los datos que la consultoría deportiva Sport+Markt ha facilitado a esta revista, el presupuesto de la UEFA para la Eurocopa es de 1.355 millones de euros, que provienen de los ingresos por patrocinios (290 millones, un 21% del total), los ingresos por la venta de los derechos televisivos (840 millones, 62%) y la venta de entradas (225 millones, 16%).

Las federaciones se la juegan.

Este año, la UEFA destinará 196 millones de euros de su presupuesto a premiar a los equipos clasificados para la Eurocopa, 12 millones más que en 2008. Solo por el hecho de haber accedido a la competición, cada federación recibe ocho millones de euros y cada victoria en la primera fase se recompensa con un millón de euros, mientras que por un empate se recibe la mitad. El paso a cuartos garantiza otros dos millones extra, tres más si se accede a semifinales y, por último, 7,5 millones de bonificación para el equipo que alce la copa.

De esta forma, el premio máximo al que aspiran las selecciones participantes, en el caso de vencer todos los partidos disputados, es de 23,5 millones de euros. Además, el pasado mes de marzo el organismo futbolístico europeo y la Asociación Europea de Clubes suscribieron el llamado Memorando de entendimiento, según el cual se repartirían aproximadamente 100 millones de euros entre los clubes en concepto de cesión de jugadores.

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) recibió el premio máximo por haber vencido todos los partidos de la Eurocopa de 2008 (23 millones de euros) y otros 30 millones por su actuación en el Mundial de Sudáfrica de 2010. De esas cantidades emana el dinero que percibieron los jugadores en concepto de primas y cuya tributación fue tan polémica. Sin embargo, en ambos casos estaba justificada. Por la Eurocopa de 2008 cada uno de los futbolistas recibió 214.000 euros, los cuales tributaron íntegramente en Austria -al tipo fijo del 20%- en aplicación del artículo 18 del convenio para evitar la doble imposición suscrito entre España y Austria, según explica a esta revista Mediavilla, de MLA. Por otro lado, su victoria en el Mundial fue gratificada con 600.000 euros, los cuales tributaron en un 15% en Sudáfrica, en cumplimiento del convenio específico entre España y ese país, un porcentaje que se dedujo del 43% que posteriormente debieron pagar en España -salvo en los casos excepcionales de quienes en aquel momento no residieran en España, como Reina, Torres o Cesc-. Para este año, la cifra fijada en caso de revalidar el título es de 300.000 euros. Si eso ocurriera, los futbolistas podrían elegir dónde pagar impuestos en función del convenio por rendimiento de trabajo establecido con Ucrania (que acoge la final) o Polonia.

Fuente: El tiempo de hoy (29/06/2012)