Incentivos fiscales para impulsar la creación de empresas

Envalentonarse y contar con el arrojo necesario y suficiente cómo para embarcarse en la aventura de poner en marcha un negocio propio bajo la fórmula del trabajador autónomo no es tarea nada fácil. Pero si estamos pensando en ello, también debemos tener siempre presente que existen una serie de incentivos que podríamos aprovechar.

El trabajador autónomo que inicia un negocio propio generalmente no cuenta con un gran capital que lo respalde. Sin embargo, cuenta con habilidades, confianza en sí mismo, y un espíritu emprendedor que lo anima a alcanzar el éxito. Además, el autónomo cuenta con una serie de incentivos fiscales que le facilitarán los primeros años de su negocio.

Las empresas consolidadas realizan sus tributos en base a un impuesto del 30%. Para el caso de los autónomos, la tributación es progresiva. Esto quiere decir que el autónomo tributara un porcentaje menor y esta cifra ira incrementándose progresivamente conforme aumenta el capital de su negocio.

Los autónomos también cuentan con libertad de amortización tanto para inversiones de escaso valor, como para inversiones generadoras de empleo. El Estado pretende con ello aumentar el número de ciudadanos emprendedores y con ello fomentar la creación de nuevos puestos de trabajo.

Por otro lado, el Estado es consciente de que conforme avanza el tiempo, las tecnologías de la información y la comunicación se vuelven cada vez más importantes para el mundo empresarial. Por ello, aún se encuentra en vigencia para los autónomos el incentivo de la deducción para fomentar el uso de estas tecnologías.

A pesar de estos incentivos, los emprendedores y, en especial, los autónomos consideran que todavía se debe avanzar mucho en este ámbito y, por ejemplo, sostienen que la ampliación de los incentivos para la rehabilitación de viviendas que aprobó el Consejo de Ministros celebrado el pasado 20 de abril es insuficiente. Esta medida supone la ampliación del tipo de deducción en el IRPF, los tramos de renta que pueden beneficiarse y la tipología de viviendas que pueden ser objeto de rehabilitación, sin embargo algunas medidas propuestas por UPTA (Unión profesional de Trabajadores Autónomos) España que, además de generar empleo, podrían ser una vía adecuada para emerger buena parte de la competencia desleal que se produce en esta actividad aún quedan en suspenso.

En primer lugar, según la UPTA, debería establecerse un sistema de incentivos fiscales en el Impuesto de Sociedades y en los rendimientos de actividades económicas del IRPF para que empresas y autónomos puedan abordar la reforma y rehabilitación de sus propios locales comerciales u oficinas, o bien para su disposición en alquiler para el ejercicio de actividades económicas.

Señalan que especialmente esta medida debería establecerse con prioridad para zonas rurales y centros de las ciudades, a fin de asegurar el mantenimiento de la actividad comercial y económica en estos ámbitos.

Por otra parte y como medida complementaria al Plan de lucha contra la economía sumergida, defienden que debe avanzarse en la puesta en marcha de Registros de técnicos en rehabilitación, tanto de empresas como de autónomos. Si bien son correctas las condiciones impuestas para la emisión de facturas deducibles y formas de pago, entienden que no es una medida suficiente, ya que debe demostrarse que la empresa que emite la factura cumple con sus obligaciones legales en materia de tributación, pagos a la Seguridad Social, prevención de riesgos laborales y cualificación profesional si esta fuera exigible.

Fuente: Fundación Vértice (junio 2011)