Herramienta de promoción para emprendedores y empresas: el videomarketing

El videomarketing es una herramienta de promoción al alcance de cualquier empresa. Más que «vender», su objetivo debe ser dotar de visibilidad, accesibilidad, transparencia y creatividad a la imagen de la empresa o marca.

La utilización de vídeo como herramienta de marketing tiene un fundamento sólido. No necesita de pruebas o nombrar casos de éxito para saber que es el medio que más éxito ha traído a las compañías en lo que respecta a ventas y generación de impactos masivos.

La secuencia de impacto se mide en el grado de recepción del mensaje, en el acto de comunicación, así como en la memoria implicada para recordar el mensaje. Así:

• Mensaje leído

• Mensaje leído y escuchado a la vez.

• Imagen.

• Diapositivas o secuencia de imágenes.

• Vídeo.

La efectividad de la comunicación de un mensaje aumenta a medida que bajamos en el listado anterior, debido a que se involucran más sentidos. Generalizando, el mensaje va adquiriendo mayor complejidad a medida que pasamos de la palabra leída al vídeo. Incluso dentro del formato de vídeo se distingue el formato de TV, que es unidireccional, del de Internet, que permite la interactividad haciendo más compleja aún la comunicación.

Así que es hora de comenzar con el videomarketing para ofrecer vídeos a nuestros potenciales clientes sobre los servicios que ofrece nuestra empresa. Veamos una serie de puntos a tener en cuenta.

1) Romper el hielo

El primer gran escollo al que un emprendedor o pyme se enfrenta a la hora de lanzarse en la creación y publicación de contenidos multimedia es la timidez. Sí, la común y corriente timidez, y la sensación de que ya haremos esos contenidos más adelante, cuando llegue la hora.

Seguramente «más adelante», «cuando hayamos crecido más», «cuando tengamos la identidad corporativa mejor definida», «cuando podamos contratar a un equipo de expertos o presentador profesional», etc., es demasiado tarde. La información en formato de vídeo crece exponencialmente, y cada vez resultará más complejo posicionar videos adecuadamente. Lo mejor es comenzar cuanto antes.

“¿Y quién va a salir en el vídeo?” ; “¿Y si mejor subo una secuencia tipo Power Point?”, «Es que no sé hablar correctamente, quizá no se me entienda bien»… Excusas: en el vídeo debes salir tú o la persona de la empresa que será la cara visible en lo que a comunicación se refiere. Debe salir quien se desvive por el proyecto, porque es una manera de darle una cara, un nombre y un apellido al proyecto. Eso lo dotará de credibilidad y lo humanizará en el caso de que sea un proyecto 100% online.

Esto no quiere decir que no enriquezcas tu vídeo con otro tipo de imágenes o aparición de otras personas relacionadas con el proyecto; recuerda que la palabra que se mueve y es escuchada a la vez es quizá la más recordada de todas, y que las apariciones de otras personas en tus videos pueden reforzar la imagen de tu marca o proyecto.

2) La producción

Hay que comenzar con una serie de vídeos que expliquen lo que se hace en la empresa, que la muestren si ésta tiene un soporte físico, que tienen un vínculo a la web de la empresa. Siempre desde lo general hacia lo particular. Luego el tiempo irá poniendo las cosas en su lugar, en cuanto a dar con el tipo de videomarketing que vamos a explotar y con el que conseguiremos llegar a construir o reforzar nuestra comunidad de usuarios.

Conviene planificar al comienzo las primeras exposiciones y lograr un buen audio (ten en cuenta que en YouTube, los vídeos que se escuchan a volumen bajo son menos frecuentados por la sencilla razón que cada vez se utiliza más el ordenador portátil, que tiene límite de volumen) y una buena imagen. Otro motivo importante para prestar atención al sonido es que en muchas ocasiones los usuarios emplean su tiempo realizando otra tarea para escuchar un video, y prestan atención a las imágenes en determinados momentos solamente.

Para lograr el acoplado de letras, música y fotos o gráficos, hay un grupo de programas muy interesantes del tipo de Camtsaia Studio que sirven para editar vídeos y nos vendrán muy bien para el comienzo.

Nuestro objetivo de mostrarnos en vídeo no debe ser «vender», sino dotar de visibilidad, accesibilidad, transparencia y creatividad a la imagen de la empresa o marca.

3) La continuidad

Utilizar YouTube para subir nuestros vídeos es la opción más recomendable para comenzar a publicar información a través de tu propio canal. Ahora bien, no se trata de hacer un vídeo y olvidarse del tema. Habrá que mantener una rutina de subida de contenidos, a razón como mínimo de uno por semana: mantener una actualización constante de nuevo material es un factor importante al igual que el blog corporativo.

Lo mejor es tener todos los canales posibles de comunicación, así que si sacamos un nuevo vídeo, tendremos oportunidas de hacerlo público en redes sociales, página web, blogs corporativos, etc.

4) La interactividad

Utilizar Internet en forma unidireccional es un verdadero desperdicio. Por ello, hay que cuidar que quien vea el vídeo, tenga herramientas para poder interactuar: un botón para compartir con los contactos de Facebook, un tweet a mano, una encuesta para conocer la opinión sobre un tema afín, etc. Todo vídeo debe tener la posibilidad de continuar la comunicación con los usuarios, bien sea mediante un simple comentario al que deberemos de responder, o bien mediante la interacción con otros medios sociales.

5) El análisis

Después de una primera etapa de monitorización y análisis del impacto del videomarketing en la empresa, no hay que desilusionarse ni entusiasmarse demasiado con los resultados. Los números pueden convertirse en el objetivo de la empresa y ese es una de los fallos más comunes. El usuario es de carne y hueso, y el objetivo debe ser satisfacer su necesidad de información, modificar para bien su calidad de vida, ofrecerle algo nuevo, enseñarle, mostrarle, educarle en lo que se pueda según el perfil de la empresa.

El análisis no debe venir de la mano de los números, sino de los éxitos alcanzados en forma de recomendaciones, comentarios positivos, críticas constructivas, etc. Aún así, puede ser que al principio esta inversión de tiempo y otros recursos no redunde en beneficios perceptibles, por eso el comentario de no dar lugar a la desilusión y continuar con el trabajo bien realizado.

Analizar qué es lo que más gustó, qué es lo que más comentarios dejó, cuáles son los más compartidos a través de redes sociales, etc., serán datos sobre los que poder tomar decisiones con las que aumentar los resultados. Muchas veces las personas huyen de lo abstracto y aburrido, así que un buen consejo es intentar deslumbrar al usuario dándole un enfoque didáctico al vídeo, y si con nuestros vídeos nos convertimos en un referente informativo dentro de nuestro sector de actividad sería lo mejor que nos podría ocurrir como empresa, proyecto o marca.

Y volviendo al punto de partida, no tardes en decidirte a comenzar con el videomarketing dentro de tu estrategia de marketing de contenidos; en los 5 minutos que has invertido en leer este artículo se subió tanto contenido a YouTube que tardarías una semana en verlo en su totalidad.


Fuente: Baquia (24/01/2011)