Emprender en el abismo El 37% de españoles de entre 16 y 34 años busca trabajo sin éxito. El autoempleo es una de las opciones en auge entre los desempleados
Seis millones de desempleados. Cerca de 200.000 hogares con todos sus miembros en paro. Las grandes cifras de la crisis resultan descorazonadoras. También entre los jóvenes. Según la última EPA, la tasa de paro juvenil ha escalado al 57,2%. Pero la necrosis laboral se extiende más allá de los 25 años.
En el último ejercicio, la destrucción de empleo ha castigado, sobre todo, a los menores de 35. Cerca del 37% de españoles de entre 16 y 34 años busca trabajo sin éxito. Son más de 2,7 millones, que ya suponen el 44% del total de parados.
Ante este alud de dificultades son muchos los que apuestan por abrir su propio negocio. Así lo reflejan también las cifras oficiales. El número de trabajadores por cuenta propia sin asalariados a su cargo aumentó un 5,07% en 2012. Los autónomos continúan por encima de los tres millones. Estos son sólo cuatro ejemplos de que emprender es posible sin morir en el intento.
Arrobapark, la tienda de aves online
Las 24 horas del día se antojan insuficientes para María López y Juan Vidal, una pareja de 32 años que desde agosto regenta su propia tienda online, especializada en productos para aves de compañía.
El proyecto funciona, incluso por encima de sus expectativas. Porque lo que, en principio, iba a ser una fuente adicional de ingresos para la familia ya se ha convertido en la principal. De hecho, María tenido que abandonar su empleo para ayudar a su esposo con la empresa.
Según relata Juan, todo comenzó a partir de un modesto blog sobre aves que creó su mujer y que con los años devino en un portal de mayor envergadura. Con su propia comunidad de usuarios: «Tenemos mucha experiencia criando loros. Es más, nuestra casa parece un zoo. Quizás por eso en el foro recibimos muchas consultas sobre qué tipo de alimentación o qué accesorios son más adecuados. Antes los derivábamos a tiendas online ya existentes, pero pensamos, ¿por qué no rentabilizarlo nosotros?».
Dicho y hecho. A pesar de que Arrobapark es el último establecimiento en instalarse en el mercado de las aves de compañía, no ha dejado de crecer. La clave del éxito, según Juan, radica en el servicio. «Nuestra política es muy simple: ofrecer un precio correcto, con un plazo de entrega real de 24 horas y una buena atención al cliente».
La receta está dando sus frutos hasta el punto de que sus propietarios admiten desconocer hasta «donde puede llegar» la actual fase de crecimiento lineal. En marzo, por ejemplo, facturaron el doble que en diciembre, a priori el periodo con más ventas del año.
Contribuye que su catálogo de productos está en continua renovación. Desde agosto, han acudido ya a dos ferias internacionales para incluir las últimas novedades del sector. Aunque ahora el principal reto es otro: comercializar sus propios loros a través de internet.
El desafío implica, además, construir un nuevo centro de cría, lo que representa, toda una apuesta económica. «Abrir un negocio en internet no sale gratis. Nosotros hemos realizado una inversión importante en marketing y en stock, para poder enviar al momento», explica. La mayor parte de este gasto se ha cubierto con sus ahorros. El resto está financiado.
Aún así, el coste es sensiblemente inferior al que supondría abrir una tienda física. Y, además, con internet sus clientes potenciales se multiplican. «No tendría sentido aunque estuviéramos abiertos en la calle Preciados de Madrid. Ahora recibimos en casa los encargos y los enviamos a cualquier punto de España y Portugal. Lo ideal sería vender a toda Europa, pero la logística desde España no está preparada».
La Maleta Vintage, decoración retro
Roxana Moraru y Sander van der Haak se conocieron en Valencia antes de contraer matrimonio y embarcarse juntos en un original proyecto empresarial. Ambos son fotógrafos, artistas y enamorados de los objetos vintage.
Esta pasión les ha llevado a confeccionar su propia colección tras decenas de visitas a rastrillos y anticuarios de todo el continente. Desde baúles, cámaras y candelabros antiguos, hasta muebles magníficos, sofás y sillones de décadas pretéritas. El germen de la ‘La Maleta Vintage’.
«Somos fotógrafos de boda y nos encanta trabajar en celebraciones con un look especial, con personalidad y un cierto aire retro, una tendencia muy común en EE.UU. que poco a poco se está instalando en España. Por eso pensamos en poner a disposición de todos los novios nuestros objetos decorativos», apunta Roxana, que compagina esta aventura mercantil con los estudios de doctorado en Bellas Artes.
El concepto es simple. A través de su página web, la pareja alquila tres baúles repletos de objetos decorativos, cada uno con su propio estilo (romántico, bohemio y clásico), con el fin de decorar el escenario del enlace. La elección de las maletas no es casual: resulta más sencilla de transportar y protege el contenido de posibles accidentes.
Apenas dos meses desde de su puesta en marcha, el proyecto ha comenzado a ofrecer resultados. Y sin un solo anuncio. «Sólo hemos invertido tiempo en nuestra web, que ya está operativa en varios idiomas [por ahora trabajan en España y Holanda aunque aceptan trabajos en otros países de Europa], mientras tratamos de mejorar su posicionamiento en Google. La idea es darnos a conocer poco a poco a través de las redes sociales, y los blogs y revistas online especializadas en bodas», apuntan.
En la práctica, ‘La Maleta Vintage’ ha tejido una red de sinergias que la conectan con la dedicación principal de ambos, la fotografía. La iniciativa funciona, de hecho, como reclamo para captar a sus clientes potenciales, parejas que buscan una estética muy particular para las imágenes de su enlace.
A sus 24 años, estos dos jóvenes europeos no temen a emprender y ya se han constituido en empresa. Aunque está radicada en Holanda. «Aquí se tarda más con los papeles y en el país natal de mi marido tenemos más ventajas por la edad y por el volumen de facturación, que es reducido», precisa Roxana. Su objetivo, no obstante, es el de continuar creciendo. Hasta alcanzar las 20 bodas al año.
Hazte ver Comunicación
Sin local propio ni oficina, Eva Navarro, periodista, dirige desde casa su propia agencia de comunicación ‘low cost’. En ‘Hazte ver’, atiende las necesidades de aquellas pequeñas empresas y organizaciones que, por su presupuesto limitado, no pueden acceder a los grandes gabinetes del sector.
«La idea surgió tras comprobar que existía un nicho de mercado en las pymes que, de forma puntual, necesitan el servicio de un periodista», expone. «Son trabajos poco rentables para las agencias convencionales, pero que sumados sí resultan interesantes para los profesionales» de un ámbito, el de la comunicación, muy castigado por la actual coyuntura económica.
«Flexibilidad». Navarro repite el término sin cesar. Es el paradigma de su modelo de negocio. «Somos flexibles con las tarifas, ajustamos al máximo nuestros precios. Es más, facturamos por objetivos cumplidos. Y por supuesto, damos también facilidades en los pagos».
Para que a final de mes salgan las cuentas, Eva y su socio reducen los gastos a la mínima expresión. No hay alquileres, ni facturas de taxi ni cargos extraordinarios. «La inversión inicial se redujo al dominio para la web, el alojamiento, la conexión a internet y las tarjetas de visita». Así que con el primer cliente ya resultaba rentable.
Otro aspecto bien distinto es si el volumen de facturación de ‘Hazte ver’ permite afrontar dos salarios. Un año después de su creación, la respuesta es negativa. «De momento da para vivir a una persona, pero poco más», admite Eva.
La Administración, a su juicio, tampoco ayuda: «En mi caso, con 30 años cumplidos [la mayoría de ventajas del Gobierno se restringen a menores de esta edad], no he tenido ninguna facilidad. Como ya trabajamos con presupuestos muy ajustados no hemos podido asumir la subida del IVA. En la práctica, nos hemos visto obligados a subir las tarifas».
Recuerda, además, que los trabajadores por cuenta propia continúan adelantando el pago de este impuesto indirecto en las facturas no abonadas. Lo seguirán haciendo, al menos, hasta 2014 cuando el presidente Mariano Rajoy tiene previsto aplicar uno de sus principales compromisos en la campaña de 2011.
Navarro también alza su voz para denunciar la desproporción de las cuotas de autónomo: «No sólo son muy elevadas cuando empiezas, sino que pagas lo mismo factures 1.000 euros o 6.000». Superados todos obstáculos resta el principal: cobrar del cliente. Y en la actual coyuntura no siempre se consigue.
Lucía Be, diseño y tocados
Cuando cinco años atrás Lucía Benavente comenzó a dibujar y confeccionar sus primeros tocados, no podía ni tan siquiera imaginar que se ganaría así la vida. Pero su marca de complementos, diseño e ilustraciones no ha dejado de crecer en uno de los mercados con más proyección en la Red, el del handmade (hecho a mano).
Todo comenzó con un sombrero que creó y lució ella misma para una boda: «Aún trabajaba en una revista de tendencias cuando preparé mi primer catálogo, con diez modelos, que envié por mail a una amiga», relata Lucía. El correo electrónico, sin embargo, circuló más de lo esperado. De bandeja de entrada a bandeja de entrada. Un éxito.
Al principio, no se trataba más que un sobresueldo, pero hace dos años que decidió hacer de este hobby su dedicación principal, tras establecerse en un pequeño pueblo de la provincia de Toledo. El ‘milagro’ se produjo a mediados de 2012: «Desde entonces puedo vivir de esto».
Lucía ha alcanzado esta meta sin invertir un euro en publicidad, gracias a la gestión de las redes sociales y la actualización constante de su blog. El éxito tampoco es gratis: «Montar una empresa online es una opción más económica, pero también conlleva gastos. En mi caso, hay que pagar al gestor, al diseñador de la web, los materiales, la cuota de autónomo, el IVA… Si lo quieres hacer bien es necesario invertir».
Con la crisis, además, las microempresas de tocados handmadese han multiplicado en la Red. La competencia es feroz. «Cada vez hay más personas que se lanzan a vender sus diseños a través de internet, por eso hay que ser la mejor».
Precisamente Lucía B está inmersa en este proceso. En breve estrenará nueva web, con tienda online propia, mientras amplía sus horizontes de futuro. El objetivo, profesionalizar aún más su trabajo. Y si es posible generar empleo. «Por ahora, dos mujeres del pueblo me echan una mano con la costura, así puedo ocuparme de las ilustraciones y de los diseños».
Como Eva, echa en falta más facilidades por parte de la Administración porque para acceder a los actuales beneficios fiscales «son necesarios tantos requisitos que es casi imposible cumplirlos todos».
Aún así, Lucía Benavente apuesta por el emprendimiento, por el autoempleo, como fórmula para abandonar las listas del INEM. «Hay que cambiar el chip. No hace falta tener una idea genial, pero sí intentar ser el mejor en lo que uno hace».
Fuente: El Mundo (05/05/02013)