«El fracaso de un emprendedor no debe ser una condena a muerte»

Cada vez más, emprendedores de todo tipo aprenden a gestionar sus fracasos y a asimilar que lo importante, tras el tropezón, es volverse a levantar. Sin embargo, más allá de lo social y lo emocional, hay un aspecto aún más importante y preocupante: la posible pérdida de patrimonio tras un fracaso empresarial, que puede provocar que un empresario que haya quebrado pase el resto de su vida pagando las deudas acumuladas. 

En España cada vez se plantea más el debate sobre si un administrador empresarial ha de responder -o no- con sus bienes ante el fracaso de su proyecto, o si, por el contrario, hay que levantar la mano y darle una segunda oportunidad. De hecho, en su momento se especuló con que la futura Ley de Emprendedores limitaría incluso las responsabilidades patrimoniales de un autónomo, pero por el momento no hay nada confirmado. 

La Unión Europea quiere cambiar la ley

Entre tanto, desde la Unión Europea se están moviendo hilos para cambiar la normativa de insolvencia empresarial, para permitir levantar un nuevo proyecto a los emprendedores que hayan fracasado a la primera. 

Así lo asegura el comisario de Industria y Emprendimiento de la UE, Antonio Trajani: «Los estudios muestran que las empresas que vuelven a empezar tienen más éxito y una mayor supervivencia que la media de las empresas que empiezan; crecen más deprisa y dan más empleo». 

De este modo, se muestra convencido de que «el fracaso de un emprendedor no debe resultar en ‘condena a muerte’ que prohíba cualquier actividad empresarial futura, sino que debe considerarse como una oportunidad para aprender y mejorar, un punto de vista que ya se acepta hoy como la base de los avances en la investigación científica». 

«Las insolvencias son inevitables»

Para Trajani, «en una economía dinámica y moderna las insolvencias son inevitables. Alrededor de la mitad de las empresas sobreviven menos de cinco años, y alrededor de unas 200.000 quiebran cada año en la UE. Pero las pruebas sugieren que los emprendedores que han fracasado aprenden de sus errores y por lo general tienen más éxito la segunda vez». 

En la Unión Europea parten de que «hasta el 18% de los emprendedores que tienen éxito han fracasado en su primer intento». Por ello, pretenden «disponer de leyes modernas y de procedimientos eficientes para ayudar a las empresas que dispongan del suficiente fondo económico para superar sus dificultades financieras y disfrutar de una segunda oportunidad». 

Así pues, pretenden cambiar la actual legislación sobre insolvencia, si bien es cierto que desde la UE, por ahora, no aportan medidas lo suficientemente concretas. 

Por el momento, tan solo se asegura que «en el futuro podrán existir normas separadas para los empresarios honrados y para los casos en los que la quiebra haya sido fraudulenta o irresponsable. En el caso de las quiebras que no sean fraudulentas, un periodo más breve para la rehabilitación en relación con las deudas y las restricciones jurídicas derivadas de la quiebra garantizarán que el emprendedor no acabe hundido en caso de quiebra del negocio».

Fuente: El Confidencial (06/03/2013)