El Fondo de Solidaridad ha financiado 1.200 proyectos de personas que no disponen de los recursos necesarios

Parados sin trabajo o familias con hijos sin ningún tipo de ingreso y al borde del precipicio de Moraleda de Zafayona, de Loja, de la comarca de Alhama. Con personas en semejantes circunstancias se topaba día sí otro también Elías Alcalde allá por 1984. Hasta que dijo ‘basta’. La preocupación por los más desfavorecidos has sido siempre la causa de trabajo de este sacerdote. Y por aquel entonces no iba a ser menos. Y en su cabeza comenzó a moldear una iniciativa admirable.

«Se trataba de reunir a un grupo de socios con trabajo estable y que cada uno aportara una parte de su sueldo para financiar pequeñas iniciativas capaces de impulsar puestos de trabajo», comenta Elías. Así nació su proyecto. Con 65 años ya ha visto como su Fondo de Solidaridad y Justicia, aquel que se puso en marcha con un grupo de religiosas redentoristas, tres ciudadanos y él mismo como pioneros, ha cumplido 27 años ayudando a quien más lo necesita.

«En solo tres meses éramos 180 socios», recuerda Elías. A lo largo de todo este tiempo han facilitado en torno a 1.200 subvenciones económicas por un valor superior a 1,2 millones de euros repartidos por toda Andalucía, en diez países de Iberoamérica y en África, con especial atención para proyectos de desarrollo.