EBIT: qué es y cómo se calcula en tu pyme Se trata de un indicador que permite conocer el resultado de explotación de las empresas.

Las empresas disponen de unos indicadores para conocer mejor el resultado de explotación de las empresas. Cuando se desea conocer la carga internacional se recurre al EBIT. Se trata de un indicador económico que permite conocer el beneficio de la empresa antes de impuestos.

Expertos de Ionos explican que este indicador se suele utilizar especialmente en los informes financieros de los países de habla inglesa.

Este indicador calcula el resultado que se obtiene de las actividades de explotación, aunque no incluye ni los ingresos ni los gastos por impuestos e intereses. El EIBIT no supone ni un incremento ni una disminución de los activos de la empresa, simplemente es un valor intermedio.

Aún así, el EBIT se puede utilizar como un indicador que compare el rendimiento de distintas empresas, especialmente cuando se encuentran en países diferentes. Para ello hay que ser consciente de que el beneficio neto de una empresa incluye algunos valores que varían en función del país donde se calcule, especialmente debido a las diferencias entre impuestos.

Formas de calcular el EBIT

Existen varias maneras de calcular el EIBIT. Una de ellas pasa por sumar el resultado neto, los impuestos y los intereses. La cantidad resultante será el EBIT.

Los expertos recuerdan que no se debe confundir el cálculo de este indicador con el de la cuenta de resultados. Según dicen, el cálculo se realiza en sentido inverso, esto es, a partir de las ventas. Una vez ahí, se van minorando los gastos fijos y variables y amortizaciones o depreciaciones partiendo del resultado neto.

Al tratarse de un paso intermedio de la cuenta de pérdidas y ganancias, el EBIT también se puede calcular partiendo de las ventas y minorando el resultado operativo y las amortizaciones.

La existencia de varios métodos de cálculo se debe a que el EIBIT no está estandarizado, por lo que no existe un método de cálculo uniforme para el mismo. De hecho, las empresas no siguen la misma definición de valor y no siempre incluyen las mismas partidas, por eso los valores se pueden comparar hasta cierto punto.

Fuente: Cinco Días