Cuando crear una empresa es más que un juego de niños

Escolares de toda España aprenden a crear su propio negocio y conocen que el esfuerzo va más allá de tener una buena idea o un producto novedoso. Es la mejor forma de hacer escuela de emprendedores.

whynot Estos alumnos de cuarto de ESO del Colegio Nazaret Los Realejos (Tenerife), han creado una web sólo apta para noticias optimistas.De izquierda a derecha, Paula Rodríguez,Andrea Hernández, Miriam Rodríguez, David Machado, Amanda Hernández, Alina Ramallo y María Dóniz. Abajo, junto al ordenador, María Matute y María Dorta, a su lado. Que levante la mano aquél que nunca se ha quedado sin conexión a Internet. También resulta muy complicado dar con alguien que sólo hable de buenas noticias o algún niño en edad escolar que nunca se haya tropezado con una mochila en clase. Dar respuesta a estas situaciones ha sido el punto de partida de las ideas de negocio de niños de entre 11 y 17 años. Winfinc amplía la señal WiFi en un 50%; y Whynot es una web que sólo recoge buenas noticias. Ambos proyectos se enmarcan en el programa Miniempresas de la Fundación Junior Achievement.

En el marco de Creamos nuestra empresa de la Fundación Creáte, otra de las entidades que promueve el espíritu emprendedor entre los niños en edad escolar, los más pequeños de este grupo de empresarios precoces han creado BagToy, una estructura metálica que se coloca en la parte trasera de las sillas del aula para meter la mochila y que evita que éstas estén desperdigadas por el aula. De principio a fin Otra de la características que comparten estos proyectos es que todos sus artífices, a pesar de su corta edad, han sentido muy de cerca cuáles son las dificultades para poner en marcha una empresa.

Sensi González, profesora y tutora junto con Xisca Ramón del proyecto BagToy, explica que «la mayor preocupación de los niños era crear un prototipo. Tenían muy clara la necesidad que querían cubrir, pero no tanto el material. Hasta que finalmente acudieron a una metalurgia y dieron con la estructura». Bagtoy De izquierda a derecha Christian Tomov, Ángel Jiménez, José Carbonell, Carlota Shneider, María Sabater y Laura de Lucas. Son los seis alumnos de sexto de Primaria del Colegio Francesc de Borja Moll (Mallorca) que han creado BagToy, un soporte metálico para colocar las mochilas en el respaldo de las sillas, y que da nombre a su empresa. Estos niños de 11 años, estudiantes de sexto de Primaria en el Colegio Francesc Borja Moll de Mallorca, presentaron los soportes en ExpoKids 2013. «Allí comprobaron que el producto funcionaba. Vendieron 25 unidades», recuerda González, quien apunta que en todo momento la parte financiera está muy presente en el desarrollo. «Ellos aportaron el dinero para la fabricación, pero a cambio de hacer tareas en casa.

El programa pretende que los niños conozcan el esfuerzo económico que supone. También solicitamos un crédito que hemos tenido que devolver». Mónica Ferré, directora del Colegio Nazaret Los Realejos de Tenerife, apunta que los alumnos artífices de Whynot tuvieron que presentar su idea a un grupo de amigos y familiares para conseguir financiación: «Defendieron su start up junto con otros grupos que también presentaban su idea y que participaban en el programa Miniempresas en el centro.

Otra de las lecciones para emprender que aprendieron estos jóvenes fue que gestionar conflictos forma parte de la puesta en macha de cualquier negocio. La parte de recursos humanos fue complicada. Hay que enseñar a los niños a manejar este tipo de situaciones, también es una educación para la vida», señala Ferré. Wifinc Mercé Fitó, profesora del Colegio Claret (Barcelona), fue la tutora de este proyecto que amplía la señal ‘WiFi’ un 50%, desarrollado por estudiantes de primero de Bachillerato en el marco del programa ‘Miniempresas’ de Junior Achievement. De izquierda a derecha, de pie Pablo Estrada, Òscar Bergillos, Jordi Llonch; en cuclillas, Bernat Truc y Aleix Ballestero.

Entre todas las tareas de puesta en marcha de un negocio, los alumnos de primero de Bachillerato del Colegio Claret (Barcelona) que han creado Wifinc destacan que el márketing es vital: «En nuestro caso, sin una buena comunicación el mercado se reduciría a nuestros conocidos y amigos. Lo hemos comprobado. Aparecer en los medios de comunicación nos ha ayudado mucho». Por otra parte, añaden que «encontrar una idea es difícil, pero más aún lo es producir a un precio ajustado, que permita vender con márgenes atractivos para los inversores, y conseguir acuerdos de distribución para llegar a niveles de penetración óptimos». Cómo cultivar la mentalidad de empresario Tener cierto descaro para romper con lo establecido es una de las características que definen la mentalidad start up. Son muchos los emprendedores que siguen este patrón, entre ellos Mark Zuckerberg, fundador de Facebook.

El emprendedor, ¿nace o se hace? Iniciativas como las de la Fundación Creáte o Junior Achievement llevan años cultivando el emprendimiento entre los más jóvenes: sus programas acercan la realidad y la complejidad de crear una empresa a los escolares.

Pero, por otra parte, existen otros ingredientes que algunos padres empiezan a incluir en la educación de sus hijos para que sean los empresarios del futuro:

Desobediencia. Esta actitud bien gestionada es el primer paso para que rompan con las normas y descubran las virtudes de la innovación.

Resolución. Plantear problemas que preparen a los jóvenes para encontrar soluciones a través de medios como la ‘tormenta de ideas’.

Decisión. Enseñarlos a tomar decisiones y a esquivar las dudas es el mejor ejercicio para potenciar su liderazgo. Influencia.

Compartir sus ideas y que las expliquen con entusiasmo puede convertirlos en personas influyentes y en los mejores embajadores de su empresa.

Fuente: Expansión (26/06/2013)