Crea una pyme que trabaje para otras compañías

La externalización de muchos servicios por parte de las empresas es una oportunidad de negocio para las start up. Campañas comerciales, atención al cliente, gestión de nóminas, comunicación, área legal y otras muchas funciones son externalizables en las empresas. Una tendencia al alza para convertir costes fijos en variables, que se agudiza con la recesión en busca de la reducción de gastos. El outsurcing permite a las compañías ganar competitividad, pero también ofrece una oportunidad para hacer negocio a otras firmas más pequeñas. 

Este es el caso de Innalia, una compañía que pone a disposición de sus clientes (otros emprendedores, pymes y grandes organizaciones), todo lo necesario para desarrollar su producto o idea de negocio, con servicios relacionados con las ventas, dirección financiera, contabilidad, márketing, etcétera. 

Sus fundadores, Cristobal Medina y Francisco García, aprovecharon la oportunidad hace tres años. Al principio, lo más difícil fue ganarse la confianza de su público: «Lo solucionamos a base de tenacidad y argumentos. Logramos que las empresas probasen nuestros servicios y viesen por ellas mismas que podíamos ayudarlas. Además, nos dirigimos a aquellos mercados en los que teníamos un conocimiento mayor por nuestra experiencia profesional».

Este es un ejemplo algo especial, pues como apunta Jaime Asnai, executive director de PageGroup, si una empresa está empezando a comercializar la externalización de un servicio, «lo aconsejable es que se centre en un nicho específico y se haga especialista en él». Una línea que siguió Gerard Pérez Olmo cuando decidió, junto a dos socios, fundar GoldAbogados, una firma que ofrece servicios jurídicos especializados en mercados y ámbitos sofisticados: desde la financiación de proyectos hasta asuntos contenciosos y arbitrajes, pasando por el asesoramiento avanzado en cuestiones regulatorias y de competencia.

Dependiendo de la complejidad del servicio externalizado, Asnai asegura que el retorno de la inversión para una pyme que se dedica a ofrecerlo puede ser inmediato. También para la firma que lo recibe. «Por ejemplo, una campaña comercial, con una buena formación sobre el producto y una correcta coordinación de la fuerza de ventas da un retorno inmediato, que se traduce en un mayor número de ingresos para la empresa cliente». 

Además, hay muchas firmas grandes que por su propia estructura no son capaces de innovar en sus productos. Daniel Soriano, director del Centro Interancional de Gestión Emprendedora de IE Business School, cree que, por ese motivo, «es interesante dar entrada a estas start up».

Fuente: Expansión (09/05/2013)