COVID-19: El pequeño comercio se beneficia de la apertura por fases

La Confederación Española de Comercio ha acogido con moderado optimismo las medidas aprobadas para reactivar la economía y poner en marcha de nuevo los negocios. Una de sus principales reivindicaciones era no tener que esperar para abrir todos juntos, lo que obligaría a retrasar aperturas. Por eso el pequeño comercio se beneficia de la apertura por fases, ya que no se van a producir aglomeraciones de clientes como si podrían ocurrir con los grandes establecimientos o aquellos encuadrados en centros comerciales.

Esto es fundamental para dar una oportunidad, al menos durante 15 días al comercio de proximidad y de barrio que ya bastante tiene con competir con las ventas por Internet, los descuentos agresivos que muchos están realizando online y el miedo de mucha gente a entrar en comercios o probarse ropa, por ejemplo.

Donde si piden celeridad y claridad al Gobierno es en el establecimiento de los protocolos sanitarios y de seguridad que se tienen que imponer en muchos casos. De otra forma muchos negocios no podrán estar preparados para su reapertura si no pueden tener el material adecuado para cumplir dicha normativa.

Igualmente a muchos les permitirá hacer una estimación adecuada del tipo de desembolso que les supondría abrir en una fase u otra. Se estima que el 80% de los comercio minoristas no disponen de EPIs suficientes para la prevención del contagio. Pero también pueden necesitar mamparas, geles, desinfectantes, etc.

En todo caso tienen claro que el consumo no se reactivará de forma inmediata. Habrá negocios donde en la fase inicial tengan mucho trabajo, por ejemplo peluquerías, pero otros como tiendas de ropa puede que tengan una apertura mucho más pausada en lo que a ingresos se refiere y poco a poco puedan ir remontando.