Cooperativas y autónomos, el motor de la región de Andalucía

Andalucía es la primera comunidad de España por número de cooperativas, por el empleo que generan y por volumen de facturación. Se trata de un verdadero motor económico para el territorio, ya que muchas veces son, además, las principales empresas de la localidad, por lo que son imprescindibles para atraer y fijar población en el territorio. De la misma forma, la comunidad encabezó la creación de trabajo autónomo en España durante 2022, llegándose a considerar un «oasis» para los emprendedores gracias a las medidas que fomentaban este tipo de iniciativas.

En cifras, la comunidad autónoma cuenta con 4.931 empresas cooperativas, que generan 81.876 empleos y facturan 15.828 millones de euros. Son parámetros que superan el 20% del total nacional, según datos extraídos del portal estadístico de la Economía Social de CIRIEC, presentado el jueves 20 de octubre. El 85% de los municipios andaluces cuenta con, al menos, una cooperativa.

Respecto a los autónomos, al cierre de 2022 había 564.797 inscritos, casi 2.000 más que en diciembre del año anterior, lo que supone un aumento del 0,3%. Se trata de un dato llamativo en comparación con el resto de España, donde el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) perdió 1.204 afiliados en este año, llegando hasta los 3.325 millones.

Cooperativas e inclusividad

De acuerdo con DCOOP, una cooperativa multisectorial con presencia en las ocho provincias andaluzas y también en Castilla-La Mancha, País Vasco, Castilla y León y Extremadura, en esta comunidad hay ciertos sectores específicos que están muy cooperativizados, como es el caso del olivar, «que además es una importante fuente de riqueza», como apostilla Rafael Sánchez de Puerta, director general de DCOOP. De la misma forma, destaca el sector de las las frutas y hortalizas, especialmente en zonas como Almería, las costas de Huelva o Granada, así como la ganadería.

Por lo general, se trata de empresas, más inclusivas, en cuya masa social la presencia de mujeres alcanza el 49% en las cooperativas de trabajo y el 30% en agroalimentarias.

«Se acogen a socios de toda clase, son de adhesión voluntaria, de diferentes edades, de diferente tamaño de explotaciones, de diferente sexo… lo importante es que la unión hace la fuerza, que juntos se defiende mejor el producto que por separado», afirma Sánchez. Se trata, de acuerdo con sus palabras, de «una herramienta en mano de los agricultores para poder vender su producto al máximo precio posible, cobrarlo y trabajar por una mejor comercialización». Por ello, concluye: «mirándolo en perspectiva, y teniendo en cuenta que la adhesión es voluntaria, es un modelo de futuro».

Ayudas a los emprendedores

En esta comunidad existen diversos incentivos para animar a sus habitantes a emprender, como es el caso de la cuota cero para nuevos autónomos. «Si Andalucía está a la cabeza del crecimiento de autónomos a nivel nacional es por las ayudas que desde la Junta se están llevando a cabo para el colectivo», comenta Rafael Amor, presidente de ATA Andalucía, quien, además, destaca que pronto entrará en vigor «la Tarifa Plana más reducida de toda España, que permite al emprendedor andaluz abonar, en el caso de estar en la base mínima, una cuota mensual de 80 euros hasta 36 meses». Asimismo, el Gobierno andaluz va a destinar un total de 66 millones de euros en 2023 para el colectivo de trabajadores autónomos, dentro del programa de Emprendimiento e Internacionalización de la Economía.

Medidas como estas han sido necesarias para que los trabajadores por cuenta propia andaluces pudieran superar la crisis de la Covid-19, y siguen siendo prioritarias, ya que han pasado de no poder trabajar durante la pandemia a una situación de elevada inflación, incertidumbre económica y un desplome de sus márgenes empresariales, ventas y del valor de su trabajo. «No obstante, la realidad es que la presencia del colectivo en esta comunidad autónoma es incuestionable, y va a seguir siéndolo igual», aclara el presidente de ATA Andalucía. Y es que Amor tiene claro que, si los autónomos andaluces han aguantado mejor la situación de crisis que el resto de España, es «gracias a la eliminación de trabas, de trámites, la reducción de impuestos y la facilidad que el Gobierno regional le está dando al tejido empresarial».

Sin embargo, advierte de que «hay que seguir trabajando sobre la hoja de ruta establecida y acelerar el ritmo de trabajo en el diseño de las políticas establecidas para fortalecer a las empresas y a los autónomos andaluces». Por ello, dice confiar en que haya un incremento de las partidas presupuestarias que se consideren necesarias y que alivien la carga que soportan los autónomos a la hora de continuar desarrollando su actividad. «El trabajo autónomo ha demostrado una y otra vez que no se amilana ante las adversidades y que continúa sacando lo mejor de sí mismo», reivindica. La transformación digital también es importante para la supervivencia de este tipo de negocios, para lo que pueden beneficiarse de otras ayudas específicas.

«Apostar por el trabajo autónomo es beneficioso tanto para el empleo y como para la economía y en Andalucía se ha demostrado con creces, puesto que la subida del número de autónomos ha coincidido con unas menores cifras de paro registrado y un aumento de la afiliación a la Seguridad Social. Una región sin autónomos está destinada a morir«, finaliza Amor.

Fuente: El Economista