Caminando hacia el trastero 2.0

Hace tiempo que se acabó la tarea de decidir qué libros y discos se quedaban en la estantería y cuáles eran condenados a coger polvo en el trastero. Al igual que con los álbumes de fotos, la digitalización de todos estos objetos convirtió ordenadores y disco duros en librerías enormes, solo limitados por la memoria del equipo. Sin embargo, la evolución tecnológica ha planteado un nuevo plebiscito contra la dependencia del espacio físico. La nube o el ‘cloud computing’ es una nueva generación de servicios que permiten ahorrar espacio en tu ordenador a través de Internet, alojando los archivos o los programas en servidores externos.

Las grandes marcas que ofrecen este tipo de producto -Google, Amazon o próximamente Apple, con su sistema ‘iCloud’ que presentó esta semana- han construido en diferentes puntos del planeta faraónicos centros de datos donde almacenar la información de los usuarios. Cada minuto YouTube engulle horas de vídeo de miles de personas y cada día Facebook colecciona fotos en millones de perfiles. Unos archivos que ocuparían cientos de megas en caso de que los usuarios decidiesen archivarlos en sus discos duros.

«El ahorro de espacio y el acceso desde múltiples lugares es una de las principales ventajas de estos servicios», señalan desde el cuartel general de Google en España que presta servicios como Gmail o Docs. «Somos una compañía que nació ya en la nube y, por tanto, nos hemos desarrollado en paralelo. No nos hemos tenido que adaptar». Aunque las ventajas de ahorro de espacio y de disponibilidad son ventajas que se aprecian a simple vista, los agnósticos que recelan de estos servicios suelen sembrar la duda de lo qué ocurre con los datos albergados en una granja de servidores en Finlandia o en Massachusets si se caen o sufren un ataque informático.

«En nuestro caso replicamos la información en distintos centros de datos internacionales», explican desde la compañía norteamericana que presta estos servicios a usuarios y a empresas. El aspecto de la seguridad ha sido reforzado tras experiencias pasadas, como la de 2009 en la que millones de personas no pudieron acceder a su correo electrónico durante varias horas.

«Ese miedo es algo que va ligado al uso de Internet», afirma Edgar Camelo, B2B de la ‘startup’ española TicBeat. Para este experto, la cuestión de peligro no radica si tienes tus propios equipos o apuestan por virtualizar toda su infraestructura. «Si ahora se cayese el acceso a la Red, pocas empresas serían las que podrían trabajar», opina a este respecto. Sobre la privacidad de datos y la pirateria, asegura que por un lado hay que «confiar como usuarios» en la buena fe y el correcto comportamiento de los gestores de estos servicios y respecto a la pirateria, no cree que sea algo significante que vaya más haya de la tónica general de Internet.

¿Copias de seguridad?

Hay quienes optan por hacer copias de seguridad, algo que en palabras de Camelo, va en contra del «propio espíritu» con el que nacieron estos servicios. «Esto no tiene mucho sentido porque si se duplican los archivos, el ordenador seguiría lleno y se perderían algunas de las ventajas más destacadas», analiza sobre uno de los retos a los que se enfrenta la idea.

«Usábamos la nube desde hace mucho tiempo sin saber que realmente la usábamos», argumenta al preguntarle por el ‘cloud computing’ cuando realmente «millones de usuarios utilizamos el email mucho antes de que se empezase a hablar de esto». Este experto cree, sin embargo, esto no se va a quedar en una moda pasajera y que en «los próximos diez años» aumentarán enormemente el uso de estos servicios en países como España.

El último en subirse a la nube ha sido Apple, que ahora plantea un nuevo frente de batalla con ‘iCloud’. «Realmente no ha estado tan alejado del ‘cloud computing’ aunque es cierto que su estrategia ha podido estar más vinculada a la fabricación de equipos», comenta Camelo, quien opina que el gigante de Cupertino se basará en la ‘telearaña’ que ha tejido con sus dispositivos.

«Una de sus grandes ventajas es que ofrece un sistema de sincronización relativamente sencillo entre el Mac, el iPad y el iPhone», analiza. Por su parte, en Google prefieren no valorar el nuevo producto de la compañía. «Simplemente le podemos dar la bienvenida. Cuanto más se demande entre el público estos usuarios, más competencia habrá», valoran.

Fuente: Ideal (08/06/2011)