Aprendizajes que todo emprendedor siempre debe recordar

Las ideas con respecto al emprendimiento no siempre son lógicas o reales. Por eso es muy importante que el emprendedor o emprendedora se preocupe por formar un pensamiento poderoso y lógico, que lo ayude a librar sus batallas en función de formar sus propias ideas.

A razón de eso es vital entender que la preparación debe ir en dos sentidos:

· Mental

· Emocional

Cuando se toma la decisión de emprender, lo ideal es tener en cuenta que el emprendedor o emprendedora se enfrentará a situaciones complicadas desde todo punto de vista y la forma en la que las enfrente determinará el éxito de aquello que quiere lograr.

¿Hay una fórmula específica para enfrentar los retos del emprendimiento?

La verdad es que no, porque cada quien tiene su estilo propio, pero sí existen conceptos universales que pueden funcionar a todos, siempre y cuando se adapten a la realidad de cada persona. A continuación, algunos de ellos:

Aprender a vivir la incertidumbre:

Es necesario que el emprendedor aprenda a vivir su vida desde la felicidad de la incertidumbre. Desde la plenitud de no saber qué sucederá mañana, pero sí cómo reaccionará ante cualquier cosa que ocurra.

Parte de ser feliz en este mundo complicado del emprendimiento es entender que no se puede todo y que a veces ocurrirán cosas no esperadas; a fin de cuentas, la incertidumbre también es magia.

El emprendedor no es un robot:

Un truco que siempre funciona para llevar la fiesta del emprendimiento en paz es prestar más atención a lo que ocurre alrededor y esforzarse por hacerse más humano, más sensible a lo que cualquier persona puede enseñar, un acto de humildad.

El emprendimiento se desarrolla dentro de una sociedad, todavía no hay centros comerciales en Marte, entonces la dimensión social de lo que se haga importa y mucho.

Confiar en las metas:

Mientras menos claras se tengan las metas, más difícil será alcanzarlas. Esto es vital entenderlo en el recorrido tras el éxito, porque saber cuál es el destino es crucial para encontrar el camino.

Retarse siempre:

Una buena forma de crecer es no acostumbrarse a estar mucho tiempo en el mismo lugar por muy cómodo que sea. Retarse a sí mismo, empujarse para ir más allá, es algo que se suele dejar a un lado con frecuencia.

Como seres humanos es fácil acostumbrarse a lo normal, a lo común; pero siempre será mejor intentar avanzar.

Apuesta por la motivación:

La motivación es energía pura, pero toda esa energía puede a llevar al fracaso si no se canaliza de la manera correcta. Es decir, si no se tiene un rumbo fijo o un objetivo hacia donde apuntar.

Es vital dejar que la motivación sea una guía, porque de lo contrario será como acelerar a fondo el auto sin mirar el camino, si el conductor no abre los ojos, más temprano que tarde terminará mal.

Perseverancia, que no se olvide

Aunque el emprendimiento puede resultar realmente fácil, en cierta forma, se necesita una entrega importante, además de un compromiso con el trabajo que ayudará a obtener ciertos resultados.

Cuando el emprendedor se mueve por lo que quiere, es capaz de todo.

A esta conducta se le puede llamar perseverancia, es uno de los ingredientes claves que ayudarán a darle fuerza y constancia a la voluntad. La perseverancia debe estar presente en la vida de todos, ganarse un lugar especial en la personalidad de cada quien.

Ser emprendedor es ser inteligente, los emprendedores inteligentes son aquellos que aprenden a moverse de acuerdo a estrategias específicas en función de alcanzar el éxito en lo que decidan hacer; sin trucos y sin saltarse el camino.

Fuente: Diario Occidente