«Al empresario español le cuesta dar el paso de convertir su pyme en una gran empresa»

Considerar la industria como un factor vital en la economía, el principal eje para la recuperación y uno de los pilares fundamentales para construir el futuro del país. Estas son sin duda las claves del foro organizado por El Confidencial y BDO sobre el cambio del modelo productivo para la reindustrialización de España. Durante los años previos al inicio de la crisis, la industria se convirtió en un ‘sector olvidado’, pero en este último periodo todos los agentes trabajan para que vuelva a la agenda política.

Precisamente, la cartera que dirige José Manuel Soria ha propuesto un plan que aglutina 90 medidas para que el sector secundario recupere peso en el tejido productivo español a corto plazo. Se trata de una hoja de ruta que cuenta con la cooperación entre todos los ministerios y que en pocos días espera tener luz verde. La secretaria general del Ministerio de Industria, Begoña Cristeto, defiende con firmeza la importancia de relanzar el sector: “Se ha hablado mucho de la necesidad de tercerización de la economía, de especializarnos en un sector servicios potente y en el turismo, dejando la producción en manos de terceros países. Y sin embargo, lo que ha quedado claro es que los países más industrializados han notado mucho menos los efectos de la crisis”.

En España ha habido que replantearse por completo la política industrial. En primer lugar, para poder cumplir con el objetivo marcado por Bruselas, que exige a la industria de nuestro país alcanzar el 20% de participación del PIB para el año 2020.

LA FORMACIÓN, CAPITAL PARA EL FUTURO

Si en algo coinciden todos los participantes es en la necesidad imperiosa de apostar por la formación para impulsar la producción industrial. En palabras de Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac, “sin industria no hay futuro, las cosas mejoran pero no podemos caer en la autocomplacencia”. Y no tiene dudas sobre cuál es el aspecto clave: “En este país destinamos 2.000 millones de euros al año a un fondo de formación y, sin embargo, los que más dinero invertimos en ello no sabemos dónde va”. Dicho en términos del presidente del Consejo de Industria de la CEOE, José Miguel Guerrero, “la formación es sin duda capital para el futuro de las empresas”, y son estas las que deben decidir y ajustar qué tipo de formación necesitan. Y para eso hace falta “mejorar la relación de las universidades y centros de formación con las compañías” para promover un sistema dual, como el existente en Alemania, en el que los estudiantes se forman y trabajan en las fábricas. En la misma línea, Pascual Dedios-Pleite, CEO de Siemens Industry, comentó como en otros países hay una “flexibilidad tremenda” y “a nadie le sorprende negativamente que a los jóvenes les ofrezcan trabajar unas horas por 400 euros en grandes líneas de producción como Volkswagen”.

EN BUSCA DEL VALOR AÑADIDO (I+D+I)

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, afirmó la semana pasada ante su homólogo español, Luis de Guindos, que “es mejor invertir en investigación e innovación que en hormigón”. En esa misma línea insiste Pascual Dedios-Pleite: “Las empresas lo tienen muy difícil si no hay una base de I+D+i lo suficientemente potente. El futuro es desconocido, ningún empresario sabe a ciencia cierta por qué sectores debe apostar, pero no podemos olvidarnos de la tecnología y la innovación”. Para Mario Armero el futuro a corto plazo pasa por que haya una buena estrategia de I+D y, sobre todo, “que se ejecute bien”.

Ingemar Naeve, presidente de Ericsson y vicepresidente del Círculo de Empresarios, destaca el sector de las TIC: “Estamos viviendo la quinta revolución industrial, de la informática y las telecomunicaciones y el uso transversal de esas tecnologías en todos los sectores es fundamental. Las TIC suponen un 6% del PIB europeo, un 20% del I+D en Europa está en este sector, y merece en el contexto de fortalecer la industria un capítulo especial”.

Mientras tanto, la secretaria general de Industria aseguró que en España sí hay mucha inversión en I+D+i, pero “el problema que hay ahora es el salto que tiene que dar la inversión de las universidades y centros tecnológicos en que esa innovación tenga una versión comercial”.

COSTES ENERGÉTICOS Y SALARIALES

El malestar en el sector por los altísimos costes energéticos que han de asumir es más que evidente. Para Javier Goñi del Cacho, CEO de Fertiberia, estos suponen el principal factor que lastra la competitividad de la industria española y la solución pasa por acceder a un mercado energético único. “Los costes de energía en Europa son entre dos y tres veces superiores a los de EEUU, mientras que nuestros productos compiten con los producidos al otro lado del Atlántico”.

Bernardo Vázquez, CEO de Acerinox, apuesta por la necesidad de un marco concreto, siendo necesario proteger el comercio. “Por poner un ejemplo, en la factura de Acerinox en los últimos diez años el gas ha subido un 165% y la energía eléctrica un 84%, por lo que en un determinado nivel europeo estamos en clara desventaja”. Por otro lado, Guerrero (CEOE) insiste en poner sobre la mesa los costes salariales como otro de los factores clave: “Si queremos competir, es necesario reducir impuestos al empleo”.

FINANCIACIÓN Y DEPENDENCIA DE LA BANCA

En este sentido hay consenso. La prioridad es encontrar nuevas fuentes de financiación y no depender tanto de la banca. Mario Armero (Anfac) cree esperanzadoras las recientes iniciativas del Gobierno para acabar con la “mortalidad empresarial”. En concreto, la ley que va a facilitar, vía garantías mobiliarias, que España, “que es un país bancarizado, deje de serlo y podamos tener una financiación de bienes muebles en vez de hacerlo con hipotecas”. Eduardo Pérez, socio de BDO, insistió en que hace falta profundizar en todos los aspectos fiscales y legales para buscar nuevas vías. “Se empieza a buscar financiación en fondos de inversión, en private equity, y es necesario arbitrar políticas fiscales efectivas que favorezcan esa financiación de las medianas empresas”. Iniciativas como el MAB han sido positivas, pero no parecen suficientes. “Se han captado no más de 200 millones. Hay que pensar en apoyos públicos de orden fiscal que sean atractivos para que esto sea una realidad”.

TAMAÑO DE LAS EMPRESAS INDUSTRIALES E INTERNACIONALIZACIÓN

Las pymes son el motor de la economía, representan un 98% del tejido empresarial y son fuente de riqueza y creadoras de empleo. La necesidad de potenciarlas es un pensamiento común. El principal problema, según la secretaria general, es su tamaño. “Lo que tenemos en España en realidad son ‘micropymes’ de menos de 10 trabajadores, que no permiten un cambio sustancial en el país”. Por eso, apunta Begoña Cristeto, la internacionalización es difícil en algunos casos porque no todo el mundo está preparado para exportar. “Una pyme no se puede plantear siempre entrar en un mercado como el de Estados Unidos porque le hacen un pedido y no lo puede abastecer, no tiene suficiente capacidad productiva”.

Pero por internacionalización no se puede entender sólo las exportaciones. Ingemar Naeve insiste en la importancia de la otra cara de la moneda: captar inversores extranjeros. “España está en óptimas condiciones para atraer capital de otros países”. De hecho, según el Ministerio de Industria, las últimas cifras actualizadas sitúan a España como el décimo país captador del capital extranjero a nivel mundial.

Fuente: El Confidencial (07/07/2014)