8 distracciones que hacen bajar la productividad

Todo emprendedor tiene muy claro lo valioso que llega a ser cada minuto del día. A todos nos gustaría tener más tiempo para casi todo. A veces, el entorno laboral y las costumbres personales nos pueden hacer perder un tiempo precioso sin que nos demos cuenta. Estas son ocho distracciones habituales responsables de la disminución de la productividad:

1.Medios de comunicación social. Actualizaciones de estado en Facebook, tweets y fotos de Instagram son un modo de mantenerse en contacto con amigos y familiares, pero también pueden restar un tiempo importante a tu jornada. Vivimos en una cultura de adicción a las redes sociales. A menos que las estés utilizando para promocionar tu negocio, pueden esperar. Esas fotos y actualizaciones de estado no te van a proporcionar ningún progreso.

2.Teléfonos móviles. No son solo las llamadas telefónicas y los mensajes de texto los que suponen una gran distracción, sino que además, la mayoría de nosotros tenemos Facebook, Instagram, Twitter y otras aplicaciones de redes sociales en nuestros smartphones. Si bien dejar el teléfono en modo silencio es mejor que nada, puede que lo oigas vibrar en tu mesa y al final terminará despertando tu interés y decidirás comprobarlo. Si realmente deseas eliminar las distracciones, apaga el teléfono o ponlo en modo avión mientras trabajas.

3.Ambiente de trabajo caótico. El ambiente en la oficina puede llegar a ser una gran distracción. Si bien es cierto que resulta ideal tener accesible a todo el equipo, sin embargo también es importante contar con el silencio necesario en el momento de ponerse a trabajar. Lo mejor es establecer una política de puertas cerradas y poner una pequeña pizarra en la puerta de tu oficina, de tal manera que el resto de miembros del equipo puedan dejar una nota sobre aquello que necesitan cuando la puerta esté cerrada.

4.Síndrome de actualización del correo electrónico. Muchos empresarios podrían pasarse todo el día respondiendo a mensajes de correo electrónico. ¿Te ha pasado alguna vez eso de estar constantemente haciendo click en actualizar el correo electrónico? Lo mejor es programarlo para que se actualice automáticamente cada 30 o 60 minutos. Así, podrás consultar rápidamente tu bandeja de entrada y responder a los asuntos urgentes y dejar el resto para después. Para mantenerte al día, puedes responder los emails a primera hora de la mañana antes de comenzar la jornada, después al medio día, y otra vez antes de acabar la jornada laboral.

5.Navegar por Internet. Resulta muy fácil caer en la tentación de consultar un sitio web para lo que crees que va a suponer un minuto rápido, y que luego se convierte en varios minutos o incluso en horas. Comprobar los resultados deportivos, leer tu blog favorito o consultar lo último de Justin Bieber…. Todo eso puede esperar. Deja de navegar por Internet en el trabajo en horario de oficina de ocho a tres.

6.Citas fuera de agenda. Las citas fuera de agenda no solo disminuyen la productividad de tu jornada laboral, sino que además le estás enviando el mensaje a esa persona en particular de que tu tiempo no tiene valor. Claro, que se pueden dar emergencias imprevistas, y a veces te ves obligado a aceptar una cita de última hora, pero no lo debes convertir en algo habitual.

7.Descansos para fumar. En los años 70 estaba permitido encenderse un cigarrillo en la oficina, pero en la actualidad, la mayoría de los complejos de oficinas tienen designadas zonas para fumar en el exterior, siendo necesario utilizar las escaleras o el ascensor para bajar a obtener tu dosis de nicotina. Un par de minutos para recoger tus pertenencias, otros pocos minutos para salir a la calle, unos minutos más para el cigarrillo, y luego unos minutos más para darle a la lengua con la cuadrilla de fumadores. Si multiplicas esto por un par de descansos para fumar al día, resulta ser una cantidad importante de tiempo que se podría utilizar con mucha más eficiencia.

8.Amigos inesperados y visitas de familiares. Eres un empresario, lo cual significa que lo más probable es que los amigos y familiares te imaginen dando órdenes todo el día mientras disfrutas de una bebida tropical al tiempo que te abanican. Las visitas inesperadas perjudican tu producción y también suponen un mal ejemplo.

Fuente: El Periódico del Emprendedor (26/06/2014)