El 27% de las empresas españolas confían en la IA para las finanzas Estrategias efectivas para adoptar la inteligencia artificial en el sector financiero español.

Las empresas en España todavía se muestran reticentes a integrar la inteligencia artificial (IA) en sus operaciones financieras. Aunque esta tecnología promete revolucionar múltiples sectores, su adopción en el ámbito financiero es notablemente baja.

Un estudio reciente de Pleodestaca que solo el 27% de las organizaciones españolas se siente confiada para incorporar la IA en sus procesos financieros. Este escepticismo no solo subraya una falta de confianza, sino también un desconocimiento significativo acerca de los beneficios que la IA puede aportar.

El impacto potencial de la IA en la eficiencia operativa

Según el mismo informe titulado “El manual de los directores financieros para 2024″, apenas un 29% de las empresas cree que la IA puede liberar al equipo financiero de tareas administrativas redundantes, permitiendo así una mayor concentración en iniciativas estratégicas. Este bajo porcentaje evidencia una oportunidad perdida, dado que la IA tiene el potencial de optimizar procesos, reducir errores y facilitar análisis más profundos y rápidos.

Adopción de la IA según el tamaño y la región

La situación varía considerablemente en función del tamaño de la empresa y la región. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son particularmente escépticas: menos de un tercio muestra interés en emplear la IA en sus finanzas. En contraste, este porcentaje se incrementa a más del 60% entre las compañías con más de 250 empleados. Geográficamente, la Comunidad Valenciana y Cataluña lideran en la adopción de la IA, con un 50% y 38% respectivamente, mientras que Asturias y Extremadura son las más reticentes.

Prioridades en la transformación digital

A pesar de la reticencia hacia la IA, la digitalización sigue siendo una prioridad para muchas empresas españolas. El informe de Pleo coloca a la IA en el tercer lugar de tecnologías prioritarias para la transformación digital, precedida solo por las soluciones de gestión de gastos y la computación en la nube. Sin embargo, es notable que el gasto en digitalización sigue siendo modesto, con empresas invirtiendo solo entre el 10 y el 19% de su presupuesto anual en nuevas tecnologías.

La necesidad de formación en tecnologías emergentes

Uno de los hallazgos más preocupantes es el bajo nivel de inversión en formación sobre transformación digital. Solo entre el 1 y el 9% de las empresas encuestadas invierte en educar a sus empleados en este ámbito crítico. Este déficit formativo puede estar frenando la adopción y el aprovechamiento efectivo de tecnologías avanzadas como la IA.

A pesar de estos desafíos, un 81% de los ejecutivos afirma estar ejecutando algún tipo de transformación digital, y un 40% reconoce que estas iniciativas han tenido un impacto positivo en sus empresas. Esto indica que, aunque el camino es lento, la transformación digital está teniendo un efecto favorable donde se implementa adecuadamente.

Álvaro Dexeus, director de Pleo para el sur de Europa, subraya la importancia de superar el escepticismo hacia la IA. Según Dexeus, es crucial que la IA no sea vista como una moda pasajera, sino como una herramienta estratégica que requiere integración progresiva en las operaciones financieras. Este enfoque no solo mejoraría la eficiencia, sino que también prepararía a las empresas para un futuro competitivo en un entorno empresarial que cambia rápidamente.

Las organizaciones que adopten este cambio estratégico podrán fomentar una cultura de innovación y confianza en tecnologías basadas en la inteligencia artificial, asegurando no solo su supervivencia, sino también su prosperidad en el futuro.

Estrategias para superar el escepticismo hacia la IA en el sector financiero

Para que las empresas españolas superen su escepticismo hacia la inteligencia artificial y se beneficien plenamente de sus aplicaciones en el ámbito financiero, es crucial implementar estrategias efectivas que fomenten la aceptación y el uso eficiente de esta tecnología. Una de estas estrategias podría ser el establecimiento de programas de mentoría y colaboración con empresas tecnológicas líderes que ya han integrado con éxito la IA en sus operaciones. Esto no solo proporcionaría un modelo a seguir, sino que también facilitaría transferencias de conocimiento y mejores prácticas en un contexto práctico.

Además, organizar talleres y seminarios regulares que demuestren casos de éxito concretos y tangibles podría ayudar a ilustrar el retorno de inversión que la IA puede ofrecer.

Fuente: Cinco Días