La Perla: helados con pedigrí

En ‘Helados La Perla’ tienen muy claro cuáles deben ser las características principales de sus helados: saludables, naturales y alimenticios. Desde 1932 han conseguido un nombre más allá de nuestras fronteras marcando la diferencia, desmarcándose del resto y apostando por el helado como alimento, no como golosina.

El verano ha tardado en llegar pero que ya ha hecho acto de presencia no se le escapa a nadie. El calor aprieta y salir a la calle en las horas centrales del día da casi miedo, por eso esperamos a que caiga la tarde y refresque. ¿Qué es lo que más apetece entonces? Un helado o un granizado no es una mala opción, de hecho están siendo los protagonistas casi absolutos de los últimos días. Las heladerías empiezan a hacer su ‘agosto’ antes de tiempo y, aunque si comparamos las ventas con otros años los beneficios son menores, la temporada no ha empezado nada mal. Con este tiempo, aumentan las ventas de estos establecimientos en más del 60%, y por ende crecen también los beneficios para las empresas.

En ‘Helados La Perla’ son expertos en esto del arte del helado, profesionales con una larga historia a sus espaldas que han conseguido hacerse un nombre y labrarse camino no sólo en la capital granadina sino más allá de nuestras fronteras. ¿Cómo han logrado esto? Marcando la diferencia, desmarcándose del resto de establecimientos del sector y apostando por el helado como alimento, no como golosina.

Cuando los helados aún eran un manjar que no todo el mundo podía consumir, el valenciano Carmelo Molina llegó a Granada y comenzó a sentar referente en el mundo de la heladería artesana. Heladerías La Perla como tal nace oficialmente el 22 de mayo de 1932 con el establecimiento de Plaza Nueva, que continúa abriendo sus puertas cada mes de febrero y contribuyendo a que esta tradición perdure, pues hoy en día uno de los nietos de Carmelo –José Alberto- se ha convertido en el gerente de la empresa. Un negocio que ha ido pasando de generación en generación.

Innovación

“Helado La Perla comienza su andadura con cuatro sabores pero poco a poco se superaron las 20 variedades. Desde entonces, no se dejó de innovar y aprender, gracias a lo cual se ha conseguido ampliar la capacidad de negocio”, nos cuenta María José Garzón -directora comercial-, quien nos informa además de que, con trabajo y esfuerzo, consiguieron incorporar en el año 2002 la venta al por mayor. En todo este tiempo, a pesar de haber cambiado ciertos aspectos referentes a la fabricación del producto (como maquinaria o sabores), las características iniciales de ‘Helados La Perla’, por las que se hicieron conocidos, siguen intactas. Los objetivos, por ejemplo, son una de estas características intocables: “la intención siempre ha sido la misma, en todos estos años no ha variado en nada y es la de ofrecer un producto de calidad, sano y rico al consumidor, ya que trabajamos por y para ellos, y tratamos de tenerlo en cuenta en todo momento”, nos dicen. Es así como siempre intentan adaptarse a la demanda del cliente, trabajando con esmero y cuidado la relación directa con el mismo, “es una de las ventajas de ser una empresa relativamente pequeña”, argumenta María José. Y tanta es la importancia que conceden a las opiniones de los clientes que en ocasiones se han dejado llevar por el criterio de los mismos a la hora de elaborar un nuevo sabor. Así surgieron por ejemplo el helado de romero, el de flor de azahar o el de aceite de oliva, muy consumidos en los hoteles y restaurantes con los que trabajan, como complemento ideal para determinados platos, ¡y más aún en verano!.

El proceso de creación de un nuevo sabor no es nada sencillo. Primero tienen que realizar un arduo trabajo de investigación para ver si es posible o no llevar a cabo determinados sabores propuestos o pensados por ellos mismos. Es aquí donde destaca la importante apuesta en I+D que realizan periódicamente y con la que consiguen aumentar la capacidad de producción de forma considerable. Para lograr todo esto es necesaria una fuerte inversión en maquinaria e instalaciones, pero sobre todo en materias primas de primerísima calidad; pero esto no les limita para apostar por una buena y razonable relación calidad-precio de sus productos: “tratamos que los precios sean lo más justos posible teniendo en cuenta el tipo de helado con el que trabajamos, o sorbete, tartas, horchatas,…todo es natural y su precio es equivalente a su garantía”, afirman.

Apuestas de verano

Los clientes siguen prefiriendo los sabores tradicionales, los de toda la vida, los de siempre, y son por tanto los que más se venden. Pero suelen sorprender con algunas novedades que tienen muy buena acogida (es el caso del helado de pestiño, por ejemplo). Una apuesta importante y que triunfa entre los granadinos es el sabor de yogur, “con el que además marcamos la diferencia ya que nuestro producto tiene fermentos lácteos activos, y es más yogur helado, perfecto para los niños. Ése es el elemento diferenciador”, cuenta María José.

Para diabéticos y para celíacos tienen todos los sabores a excepción del de tiramisú o natillas y también los hay bajos en calorías, sin grasa láctea; en fin, una gama de productos que pueden consumirse en cualquier época del año gracias a las propiedades alimenticias de sus helados, “sólo hay que cambiar la manera de vender el helado de verano a invierno. Los padres y madres pueden estar tranquilos de que sus hijos están siendo bien alimentados cada vez que toman un helado bien hecho, ya que a pesar de lo que pueda pensarse o creerse, no se trata de una golosina”, nos dice la directora comercial de la empresa. Helados totalmente naturales, elaborados a base de fruta fresca, con una cremosidad exquisita y que consiguen una textura perfecta, con una gran combinación de lácteos, sin ningún tipo de concentrados industriales. Es decir, “un helado cien por cien artesanal”, dice María José. Gracias a esto les ha sido posible comercializar sus productos en parte del territorio nacional, aunque más especialmente en Andalucía oriental. Todo esto hace de sus productos un alimento completo y sano, Todas estas cualidades hacen que Helados La Perla marque la diferencia con respecto a otros establecimientos que sí emplean semielaborados, y por sus características han logrado convertirse en una de las empresas más respetadas y queridas de Granada.

Fuente: Granada Digital (07/07/2010)