CCS Agresso: paso de gigante

José Miguel Sánchez estudió matemáticas en la Universidad de Granada (UGR) pese a amar la informática. No tuvo elección. A mediados de los años 80 no existía en la UGR su carrera vocacional. Eso no le impidió trabajar en los centros informáticos de Fujitsu en Málaga y de Compaq en Múnich. En esta última experiencia laboral descubrió un hueco sin cubrir en software para la gestión empresarial. Así, Sánchez se lanzó a la aventura emprendedora y creó en Granada la empresa Riverland. Era 1995. «Los comienzos fueron difíciles porque nuestros programas estaban destinados a firmas grandes y éstas son reacias a comprar productos de empresas pequeñas», cuenta Sánchez. «Nos dimos cuenta de que para avanzar necesitábamos contar con una mayor capacidad financiera». «Si yo, cliente, tengo que elegir entre una empresa excelente con una comercialización muy pobre o una firma pobre con una comercialización muy buena, me quedo con la segunda. Eso sí, las dos caerán finalmente aunque la última tardará un poco más en cerrar», ejemplifica. Y recalca: «Puedes tener una idea brillante, pero no sirve de nada si no la sabes vender».

Con estas ideas claras, la firma granadina se fusionó en 1999 con el grupo holandés Escador; «nos salió mal porque tenían un ánimo especulativo, querían explotar el boom de las empresas informáticas en las bolsas y eso no nos interesaba», relata Sánchez.

Como Riverland «siempre creyó en el matrimonio, aunque la primera experiencia haya sido mala», la firma se unió al grupo también holandés Unit 4 Agresso, una novia que mantiene hoy día. Con esta operación, Sánchez perdió la propiedad de su firma –también el nombre de Riverland–, pero conservó el mando de la gestión: en la actualidad, este granadino ejerce como presidente y consejero delegado de CCSAgresso, como se denomina a la filial española de la multinacional. «La integración ha sido necesaria porque cada vez resulta más difícil competir globalmente siendo pequeño. Mi idea siempre fue crecer para poder competir», explica Sánchez.

Hoy día, CCS Agresso posee oficinas en Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia, Zaragoza, La Coruña, Castellón, Málaga y Sevilla, además de la de Granada, ubicada en una tranquila urbanización de El Serrallo. CCSAgresso vende software para la gestión interna de medianas y grandes empresas y de instituciones públicas en España y en el resto del mundo. El próximo proyecto de la filial será extender sus redes por Latinoamérica. De esta forma, el grupo Unit 4 Agresso se consolidará en la lista de los cuatro líderes mundiales en la venta de este tipo de programas.

Sánchez avanza que parte de las actividades de investigación en I + D que se hacen en las sedes noruegas e inglesas de la multinacional las traerá a Granada. Por eso, tiene previsto triplicar próximamente su plantilla –hoy de 83 personas en la capital–. Sin duda, una buena noticia.

Sánchez siempre quiso mantenerse en Granada. Al cariño por su ciudad natal le une otras razones: «Estar aquí sólo aporta una pequeña incomodidad; el aeropuerto no está preparado para que los viajeros vayan y vuelvan en el día de las grandes ciudades, pero sí al revés, un empresario de Madrid sí puede hacerlo. Hay, además, muy pocos vuelos internacionales». Las ventajas, no obstante, son muchas: «En la ciudad no hay muchas empresas que hagan lo que producimos. Además, tenemos una universidad muy buena y no tenemos mucha competencia de otras firmas a la hora de captar a los mejores estudiantes. Y si necesitamos a gente de fuera, cuando le decimos Granada no se lo piensan dos veces, pues valoran su tranquilidad, su belleza y oferta de ocio».

Fuente: La Opinión de Granada (13/07/2009)